"Apoyo"

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*Narrradora*

Joker seguía en su gran mansión, en su escritorio revisando unos papeles mientras bebía whisky, pero la cabeza le daba vueltas pensando en sus hijos

-Maldita sea - Decía el dando un golpe en la madera del escritorio - No puedo quedarme aquí sin hacer nada - Se decía así mismo ya desesperado

No podía siquiera creer que estuviera así por algún otro ser humano, no uno sino por dos personas a las que el amaba demasiado, estaba sumamente preocupado pero a la vez se sentía patético ¿En qué momento llego a sentirse así? Eso no importaba demasiado en ese momento, saco un arma de su escritorio, la guardo en su pantalón y salio rápidamente de su estudio

-¿A donde vas? - Dijo Harley cargando a la bebé

-¿A ti que te importa? - Dijo el mirando la de reojo, ella entendió el mensaje y lo dejo seguir su camino, se monto en su nuevo lamborguini púrpura y emprendió camino hasta esa ciudad, el saco su celular y llamo a su hija

-¿Hola? - Dijo ella al otro lado de la linea

-Margot, ¿Lo encontraste?

-Si, de echo está a mi lado en este momento - Dijo ella intentando cargarlo

-¿Las niñas? - Pregunto el sin reparo

-No sé, vamos por ellas ¿Porque?

-Voy para allá, llego pronto - El colgo y aceleró todo lo que pudo para llegar lo más rápido posible a Bossier City - Mierda - Dijo mirando su reloj - En promedio llegare en...unas dos horas a este ritmo...¡Maldita sea!

Se maldijo no sólo internamente sino que durante casi todo el viaje se estuvo maldiciendo

*Narra Jared*

Yo intentaba detener a Margot pero ella no me hacía caso

-¿Cual es el maldito problema? - Dijo ella mirándome a lo ojos

-Ellas...- Las palabras no me salían, intentaba decirle que ya no había nada másque hacer pero simplemente no podía decirle absolutamente nada

Llegamos frente a la puerta dónde se suponía que estaba mi familia, de donde se suponía que las sacaría mostrar con vida y saldríamos de allí

-¿Listo? - Dijo Margot con una sonrisa - Vamos a sacarlas de aquí y nos vamos, papá viene para acá así que tenemos transporte

-Margot...- Fue lo único que dije mientras me sostenía de su hombro, ella forzó la puerta hasta abrirla, se escuchó un rechinar que podía helar la sangre a cualquiera.

"Naiper"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora