—John, despierta.
No tenía ni cinco minutos que Francis había terminado de vestirse.
—¿Qué? —John, con los ojos aún entrecerrados por el sueño, miró la alarma en la mesita de noche: las cuatro de la madrugada—. ¿Sabes qué hora son? ¿Qué quieres Francis?
John miró el cabello azul de Francis. Estaba asustado, lo conocía demasiado bien como para saber que algo no estaba bien.
—Hay alguien en el edificio... Escuché gritos ahogados mientras estaba en el baño y me duchaba.
—Los vecinos teniendo sexo Francis —soltó un bostezo.
—Lo digo en serio, tenemos que irnos... Creo que hay alguien en el edificio y está ocasionando problemas.
—Podemos defendernos Francis Joseph Dun —John usaba a menudo el nombre de su amigo cuando comenzaba a enojarse o cansarse.
—Lo sé, tenemos claro azul, todos en el edificio. Hay alguien en el edificio y está...
Un grito interrumpió la frase. Ambos se quedaron en silencio, escuchando el ruido de golpes.
—Tenemos que irnos —dijo por enésima vez Francis.
Ambos empezaron a guardar sus cosas en sus mochilas lo más rápido que podían.
Más gritos provenientes de más habitaciones resonaron por todo el edificio. John y Francis no eran los únicos que estaban a punto de marcharse.—Vamos —susurró uno de los dos mientras salían silenciosamente de la habitación en dirección a las escaleras.
Comenzaron a descender los pisos a ritmo agitado.
Francis vio a una chica, la mitad de su cabello estaba de color morado y la otra de color negro, vestía ropa vintage. Desenvolvía de la palma de su mano derecha una bola de fuego, misma que lanzó a un chico con claro azul hasta matarlo.Ambos chicos no perdieron ni un segundo para apresurarse cuando la chica los había visto, misma que ahora los perseguía.
John comenzó a crear una bola de fuego para lanzarla antes de que llegaran a las escaleras que los dirigían al primer piso.
Ninguno esperó a averiguar si la bola de fuego logró atacar a la chica Lo que no esperaban era encontrarse con un hombre vestido de negro cubriendo todo su cuerpo alto al final de las escaleras. Sólo sus ojos estaban al descubierto, ojos que miraban a John y Francis listos para matarlos.
John le lanzó una bola de fuego en dirección a su cabeza. Con tan solo verlo, ambos chicos sabían que ese era un tipo peligroso.
El hombre la esquivó y comenzó a subir los escalones hasta encontrarse con John... La batalla estaba a punto de comenzar.
John esquivaba las garras del hombre y el hombre esquivaba las bolas de fuego.
Francis se sumó a la lucha, sacó su manojo de cartas y las lanzó hacia el hombre.Él las esquivaba o bloqueaba con sus brazos. Soltó un golpe a John en su mejilla y le enterró sus garras en su abdomen.
Francis dejó de lanzar las cartas y vio como su amigo estaba siendo herido en el abdomen, aquella parte del cuerpo de su amigo en donde durmió acurrucado varias noches.
John soltó un ültimo golpe al hombre, lo que sirvió para que Francis aprovechara el aturdimiento y lo rodeara para bajar rápidamente las escaleras.
Llegó al primer piso, miró hacia atrás y se encontró con el cuerpo casi sin vida de John. Y también se encontró al hombre vestido de color negro.
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El chico que hablaba con sirenas.
FantasyEn una tarde fría como silenciosa, An Ponce camina al hospital para visitar a su hermana, quien está internada tras un ataque que no parece tener explicación. Es entonces que mientras avanza por un parque se percata de que hay un chico, está herido...