La carta de Sirius

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"Una despedida no siempre es un adiós." -Anónimo.


Los resultados de los exámenes salieron el último día del curso. Harry, Ron y Hermione habían aprobado todas las asignaturas. Harry estaba asombrado de que le hubieran aprobado Pociones. Sospechaba que Dumbledore había intervenido para impedir que Snape lo suspendiera injustamente. El comportamiento de Snape con Harry durante toda la última semana había sido alarmante. Harry nunca habría creído que la manía que le tenía Snape pudiera aumentar; pero así fue. A Snape se le movía un músculo en la comisura de la boca cada vez que veía a Harry, y se le crispaban los dedos como si deseara cerrarlos alrededor del cuello de Harry.

Percy obtuvo las más altas calificaciones en ÉXTASIS. Fred y George consiguieron varios TIMOS cada uno. Mientras tanto, la casa de Gryffindor; en gran medida gracias a su espectacular actuación en la copa de quidditch, había ganado la Copa de las Casas por tercer año consecutivo. Por eso la fiesta de final de curso tuvo lugar en medio de ornamentos rojos y dorados, y la mesa de Gryffindor fue la más ruidosa de todas, ya que todo el mundo lo estaba celebrando. Incluso Harry, comiendo, bebiendo, hablando y riendo con sus compañeros, consiguió olvidar que al día siguiente volvería a casa de los Dursley.

A la mañana siguiente, los tres chicos se despidieron de su amiga.

-Aún no puedo creer que nos hayamos comportado de esa manera contigo, ___ -decía Ron.

-Sí, lo sentimos.

-Chicos, se han estado disculpando desde hace días, ya les dije que todo está bien.

-Pero oye, tienes que venir a visitarnos –dijo Ron –Estoy seguro que con el asunto de Black aclarado, Dumbledore te dejará salir.

-Eso espero, pero no creo que haya problema en absoluto.

-En ese caso... Nos vemos después... -Se acercó Harry, él era quien más culpable se sentía por su comportamiento, no encontraba una manera de perdonarse a sí mismo... Además de que me debe algo por cierta apuesta que hicimos en el capítulo 20 –Oh cállate...

-¿Qué pasó, Harry?

-No nada, nada. Te veo dentro de unos meses entonces.

El expreso de Hogwarts partió, y fue a media tarde cuando pasó algo que puso a Harry de buenas:

—Harry —dijo Hermione de repente, mirando por encima del hombro de él—, ¿qué es eso de ahí fuera?

Harry se volvió a mirar. Algo muy pequeño y gris aparecía y desaparecía al otro lado del cristal. Se levantó para ver mejor y distinguió una pequeña lechuza que llevaba una carta demasiado grande para ella. La lechuza era tan pequeña que iba por el aire dando tumbos a causa del viento que levantaba el tren. Harry bajó la ventanilla rápidamente, alargó el brazo y la cogió. Parecía una snitch cubierta de plumas. La introdujo en el vagón con mucho cuidado. La lechuza dejó caer la carta sobre el asiento de Harry y comenzó a zumbar por el compartimento, contenta de haber cumplido su misión. Hedwig dio un picotazo al aire con digna actitud de censura. Crookshanks se incorporó en el asiento, persiguiendo con sus grandes ojos amarillos a la lechuza. Al notarlo, Ron la cogió para protegerla.

Harry recogió la carta. Iba dirigida a él. La abrió y gritó:

—¡Es de Sirius!

—¿Qué? —exclamaron Ron y Hermione, emocionados—. ¡Léela en voz alta!

Querido Harry:

Espero que recibas esta carta antes de llegar a casa de tus tíos. No sé si ellos están habituados al correo por lechuza.

If we knew the future #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora