-¡Estás realmente jodido, Aaron!
No sé exactamente, cuantas veces me han dicho esa frase.
- Si no consigues todo el dinero que ese viejo le debe al Rubio, es muy probable que él quiera ponerte un castigo.
- No me preocupa que me amenace con eso, Daniel.
- Mira, sabes que si el jefe manda un encargo, hay que cumplirlo o sino, acabaremos como Óscar, creando malvas dentro del estómago de algún animal salvaje.
- Eso era por que estaba en México, pero nosotros no. Aquí el más salvaje es el Rubio y no creo que cambie su dieta.
- ¡Hablo en serio Aaron! Ese viejo es un drogadicto que le debe mucho dinero. ¡Consíguelo como sea!
- Yo no soy el recadero de nadie y mucho menos un cobrador. Si quiere que le paguen, que vaya él mismo, o para eso, que no hubiera mandado matar a Óscar que era el encargado de hacer ese trabajo.Cogí la maleta forrada de cuero y salí de la casa de Daniel.
Llevaba dos semanas en las que no conseguía concentrarme. Tenía tantos trabajos pendientes, que no sabía como organizarlos, y ahora, ¿tendría que ocuparme de otros asuntos? ¡Ni hablar!
El Rubio mandó matar a Óscar, su cobrador más eficiente, sólo por que no quiso secuestrar a la hija de uno de los hombres que le debía dinero.
"Tu vida por la de la chica": le había dicho el Rubio.
Óscar era un buen hombre, pero se había metido en esta mierda sólo por que su familia no tenía qué comer ni donde vivir. Llevaba doce años trabajando para el Rubio y aún así, no se apiadó de él.
Yo solo llevo dos años, así que no creo que conmigo haga una excepción a pesar de que éste, sea mi padre.
Es frío, calculador y podrido de dinero, y cuanto más llenos están sus bolsillos, más avaro se vuelve.
Abrí la puerta de su despacho con intención de enfrentarme a él y negarme a hacer el trabajo sucio.
- Quedamos en que yo sólo sería el contable de tus mierdas. Organizaría el papeleo y controlaría que todo el proceso se llevara a cabo. Nunca hablamos de involucrarme directamente en el negocio.
- Eso es lo que tú querías creer. Pero sabes perfectamente que algún día tendrías que empezar a hacer trabajos más importantes que simplemente gestionar. No eres tan estúpido Aaron. Sé que en el fondo, lo sabías.
- Olvídate de eso. ¡No pienso hacerlo!
Conozco a mi padre y sé que lo estoy enfadando, pero no le tengo ningún miedo y está claro que no voy a ceder a sus órdenes.
- Muy bien, no lo hagas si no quieres. Daniel irá en tu lugar. Es una pena que si a él le pasa algo, acabaría dejando sola a su novia con un hijo en camino. Por el contrario, tú no tienes a nadie que te eche de menos.
- ¡Serás cabrón! Ni se te ocurra ponerle una mano encima a Miranda. ¿Entendiste? ¡Qué te conozco!
- Yo no le haré nada a... Miranda. Pero Daniel tiene mucho que perder. En cambio tú. ¿Qué es lo que tienes?Por mucho que me joda reconocerlo, tiene razón. Daniel intenta salir de esto para poder formar una familia, y el Rubio, le está poniendo los trabajos menos peligrosos sólo por que era amigo de su abuelo. En cambio yo, no tengo nada que perder. Salir de esta mierda es muy difícil, por no decir imposible, sobre todo cuando el jefe, es tu propio padre.
Apreté mis puños con fuerza y me resigné.
- ¿Qué es exactamente lo que tengo que hacer?
- Muy bien hijo. Así se habla.- Sonrió con suficiencia sabiendo que él era quien tenía el poder.- Ésta, es la dirección del viejo.- Dijo mientras me entregaba un papel.- Amenázalo y oblígalo a que te dé el dinero.La primera vez que lo hice tenía veinte años y mis dedos temblaban, el corazón se me salía del pecho y creía que vomitaría. Aquel hombre estaba borracho y su casa a penas tenía decoración. Tal vez, vendió todo para pagar parte de sus deudas por que en aquel piso, no había ni si quiera una cama.
Tenía dos opciones. La primera, destrozarle la casa, o al menos lo que quedaba de ella, o sino, pegarle una paliza. Lo segundo, lo habría matado en su estado, así que lo amenacé y rompí lo poco que tenía llevándome conmigo el monedero de polipiel desgastada que guardaba en el bolsillo de atrás del pantalón. Veintitrés coma sesenta y cinco euros era lo que le llevé de vuelta al Rubio. Ese día, me sentí fatal. Aquel pobre diablo, ya no tenía nada.
A los dos días, me enteré de que había muerto por un coma etílico.
Esa fue mi primera víctima, la que más me marcó.
La segunda, dolió un poco menos por que el tío al que me tuve que enfrentar, era más grande que yo y acabé sufriendo los golpes de él. A raíz de eso, me obligaron a llevar una pistola siempre conmigo y a ejercitarme para que nunca más volvieran a tocarme y a dejarme en aquel estado tan deplorable.Ahora, siete años después, soy un hombre bien entrenado y los remordimientos jamás se volvieron a apoderar de mí.
El Rubio me ascendió de gestor, a cobrador de préstamos. Al Rata, el mejor amigo y socio de mi padre, se le ocurrió la idea de que era más segura la venta de armas ilegales y los préstamos de dinero, que el tráfico de drogas. Según él, por que ya había demasiados y eso significaba competencia. Así, es como el negocio de los peces más gordos que jamás conocí, se hacía de oro.Me acostumbré a esta vida después de tanto tiempo haciendo lo mismo y cada vez, me cuesta menos.
Daniel todavía no logra salir del negocio y ya no sabe que hacer para que el Rubio y el Rata, lo dejen marcharse. Ambos le prometieron que lo librarían después de unos "trabajillos" importantes, pero mi amigo,no sabe cuando será eso. Ya lleva años llegando a casa lleno de moratones y sin saber que nueva excusa ponerle a Miranda. Su matrimonio pende de un hilo y, si están juntos, es por el pequeño Ian.
Tengo los nudillos destrozados a pesar de que llevaba mis guantes de cuero, pero aquel cerdo no quería pagar la deuda e intentó clavarme un puto cuchillo que tenía escondido en la bota. Descargué toda mi ira contra ese desgraciado. Se lo merecía, de eso estoy seguro. Me enteré de que intentó pasarle la deuda a su hijo adolescente para que le diéramos a él la paliza. ¡Será cobarde!Estoy sudado y tengo salpicos de sangre seca en mi cara. Está claro que necesito una buena ducha.
Salgo con el pelo mojado y me envuelvo la cintura con una toalla. Cuando me miro en el espejo, siento que el tipo que se ve reflejado no soy yo, si no otro en mi lugar. A veces, ya no sé quien soy.
Me visto con un simple pantalón de chándal y me preparo para irme pronto para cama, al parecer, mañana tenemos que planear un encargo especial, según el Rubio, es demasiado importante como para hacerlo de una sola vez, así que nos dió de margen dos meses. Debe de ser algo muy complejo por que es la primera vez que nos deja tanto tiempo para extorsionar a alguien.
Mañana nos citó a René, Daniel y a mí en su despacho a primera hora, y reconozco que estoy ansioso por saber de qué se trata.
Siento que esta vez, será algo muy grande.~~~~~~~~~~~~~~
Hola mis queridos lectores.
Primer capítulo de esta nueva historia.
Si os gusta, estrella. Y espero que me comentéis también qué os parece y como os imagináis a Aaron.
Podéis seguir con "Prometo volver... A quererte."Gracias por seguir leyéndome.
"Las peores cicatrices están en el interior."
J.G.
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Marcas Ocultas
RandomLe di mi mano. Ella la agarró. Cuando la quise soltar, ya no había forma. No estaba bien seguir. Ambos lo sabíamos. ¿Deberíamos continuar? ¡Deberíamos! Aviso: Algunos capítulos con palabras blasfemas, violencia y escena subidas de tono. (+18)