_________ Pov.
Hoy es el gran día.
Mis pequeños irán a visitar a sus abuelos al cálido y soleado Hawai.
Sé perfectamente que un cambio de aires les hará bien, después de todo no pueden pasarsela siempre en casa y aunque ellos dicen que no les importa ir, sé que se mueren de ganas por estar allá, que anhelan dejar la casa, relajarse de sus deberes y dedicarse a tomar el sol en la playa.—Sí, si mamá—digo por enésima vez—Llevan todo lo necesario.
—Aquí está haciendo más calor que en el infierno—se queja, pero sé que no es más que una excusa para no tener a los chicos allá.—¿Estás segura de que quieres traerlos aquí?
—Mamá...—murmuro.—No empieces con esto de nuevo—pido.
—No—dice.—Es sólo que...—duda.—¿Estás segura de que no prefieres que vayan a París con Daniela?
—Sí, estoy segura—respondo pensando en los miles de problemas que mi hermana mayor puede estar teniendo con sus hijas de 16 años.—Quiero que vayan a Hawái con ustedes, aquí está nublado y los chicos necesitan un poco de color.
—¿Estás completamente segura?
—Si, sabes bien que eres la única en la que puedo confiar, Daniela tiene sus propios problemas, no creo que pueda estar pendiente de Phoebe y Piper y además de mis hijos.
—Okey...Okey...—dice.—¿No has pensado en mandarlos con ya sabes quien?
—Mamá—susurro cansada.—No tiene tiempo, además me prometí a mi misma no pedirle nada.
—¿Como sabes que no tiene tiempo para ellos? ¿Él te lo ha dicho?
—No, pero lo supongo...
—Me equivoque con ese muchacho...—susurra.—Cuando vivíamos en Londres yo pensé que era un buen partido, pero me equivoqué.
—Mamá...—me quejo.
—Deberías hacerle saber que tiene 5 hijos. Llamaré a Maura, ¿Aún conservan el mismo número?
—No, no lo hagas—pido yendo a la cama y abriendo la laptop, en mi buzón de entrada hay un único mensaje, el mensaje que ha estado esperando por meses. Mi ascenso.
—A mi me parece que Niall anda por ahí viviendo su vida sin ninguna preocupación mientras tu te desvives por esos niños.
—Me tengo que ir—digo antes de terminar la llamada y lanzar el teléfono a la cama.
Estas vacaciones son las más pesadas, todos están en casa por última vez, ya que el año entrante, los mayores de mis hijos, Irlanda y Nathan se estarán marchando a la universidad y debo admitir que es doloroso verlos partir.
—¿Mami?—pregunta llamando mi atención. Isabella esta de pie en el marco de la puerta, su cabello castaño caía sobre sus hombros descubiertos.
—¿Si?—pregunto quitandome los anteojos.
—¿Crees que así voy bien?—cuestiona sobre su atuendo. Lleva puesto un pantaloncillo de mezclilla y una blusa de tirantes gruesos
—Estas perfecta—respondo mirando hacia sus zapatos.—Cambiate las sandalias, estarás más cómoda con tenis.
—Pero...—duda.—Estas son mis sandalias favoritas.
—Lo sé, pero... No quieres perderlas durante tu vuelo, ¿O si?—cuestiono y ella niega.
—Tu siempre piensas en todo—dice antes de correr a mis brazos y darme un beso en la mejilla.
En momentos como este es cuando me doy cuenta de que todos mis sacrificios han valido la pena, ellos son lo mejor que me ha pasado en la vida y nunca los cambiaria por nada del mundo, ellos son mi única razón para seguir luchando día con día, son la razón por la cual sigo aquí, por lo que sigo peleando sola contra el mundo.
—¡Mamá!—escucho a Meredith llamarme desde las escaleras. Doy un largo suspiro, me pongo de pie, busco mis pantuflas y salgo de la habitación con rumbo a la cocina.
—¿Qué pasa?—cuestiono.
—Nathan me dijo tonta—se queja la tercera de mis hijas. Su cabello rizado y esponjado cae sobre su cara cubriendo sus ojillos azules, tan azules como los de su padre.
—Ella me dijo imbecil—se excusa.
—¡Meredith!—regaño.—No puedes estar llamando así a tu hermano.
—Y está no es la primera vez que lo hace—se queja.
—No quiero que le faltes al respeto nunca más.
—Pero...—comienza. Se detiene al ser interrumpida por la voz de Irlanda.
—Mamá, ¿Sabes donde están los zapatos de Isa?—pregunta apareciendo en la habitación, afortunadamente Irlanda es lo suficientemente madura como para ayudarme con sus hermanas y no pasarse todo el día peleando con ellas.
—Están en la lavandería—comenta Christina apareciendo en la cocina.
—¿Como estas?—pregunto.
—Bien—dice sonriendo.—Estoy emocionada por ir a Hawai.
Nathan mira su reloj.
—Es hora de irnos—anuncia levantándose de su asiento.
—Vamos niñas—alienta Irlanda empujandolas suavemente hacia la puerta.
—Esperen...—digo viéndome los pies, aún llevo puestas las pantuflas.—debo ponerme otros zapatos—digo encaminandome hacia mi alcoba.
El teléfono comienza a sonar, es un número que reconozco bien y se que lo que está por venir no es nada bueno.—Señora Horan—saludan del otro lado de la línea
—Treviño—respondo aclarando que aún uso mi apellido de soltera.
—Le tengo noticias—dice.—Alguien llamó al juez que llevo su caso hace algunos años y le informaron que sus hijos no están pasando el tiempo debido con su padre.—guarda silencio.—El juez está decido a aplicarle una multa, señora Treviño, sus hijos deben pasar por lo menos dos semanas con su padre, comenzando hoy.
—¿Dos semanas?—cuestiono.—Pero, no tengo contacto con él, ¿Como los voy a mandar asi nada más?
—Tienen que ir con su padre—dice.
—No pueden.
—Si no ven a su padre la corte podría llevárselos de su lado.
—¿Quitarmelos? ¿Pueden hacerme eso?
—Claro que pueden...—añade.—Pongales una chaqueta abrigadora, tiene que ir a Londres ahora mismo.
Esto no les iba a agradar nada a los chicos.
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Espero sus votos y comentarios. :)
P.D. Los Horan en la galería. :)
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Something Great [1D] *En Edición*
AcakTodos tienen una pequeña historia aqui. ¿Quieres saber cual es la tuya?