Un Nuevo Comienzo

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Me levanté temprano por la mañana con dirección hacia el baño. Me lave la cara y me observe en el espejo. Un chico alto de ojos cafés al igual que su cabello, rizado por la parte superior y corto a los lados, estaba en el reflejo. Me seque el rostro con una toalla colgada cerca de mí, salí y me dirigí al cuarto, encima de mi cama tenía un jean negro, junto a una camiseta color vino, unos vans del color de la camiseta y una sudadera  negra con una capucha. Baje a saludar a todos. La casa estaba vacía. Todos estaban casi listos para irse. Recordé que en la noche anterior mi mamá dijo que desarmara mi cama y la subiera al camión de mudanzas, así que lo hice. Todos estaban en el auto, solo faltaba yo. Por un instante todo fue silencio, sentí algo de nostalgia al bajar los escalones que daban con el primer piso. Mire a mi alrededor. Tantos recuerdos, cosas buenas y cosas malas que no olvidaré jamás. Todo se iba a ir cuando cierre esa puerta. Así que lo hice. Subí al auto, me puse mis audífonos, mientras sonaba la canción "i dont fucking care - blackbear", me puse la capucha, y solo quería no pensar en nada...Asi que partimos.

La mudanza no fue complicada, fue un viaje largo, tal vez una hora y media mirando la carretera por la ventana. Hasta que llegamos a la nueva casa, una casa normal, de dos pisos con un color verde claro y blanco, del tipo hogareño. No era la gran cosa, pero era lo menos importante en ese momento. Salí del auto y lo que sentí fue una tranquilidad, había mucha naturaleza alrededor, los vecinos no estaban muy lejos pero lo suficiente como para tener privacidad. Mi hermana entró a la casa corriendo y gritando:  "yo elijo mi cuarto". Me daba igual el cuarto que me tocase, pero me encanto la alegría de la que gozaba al llegar a la nueva casa. Solté una leve sonrisa y entré. 

Era más espaciosa de lo que aparentaba. Observe a mi mamá que estaba con el mismo entusiasmo que Sofía.

-Aquí va a ir el comedor- Dijo mamá señalando a un cuarto vacío de la casa
-Aquí la cocina y aquí mi cuarto! ayyy!! creo que todo va mejorando no lo crees?-me preguntó.

-s..s..sí, creo que todo va a mejorar- titubee con sorpresa frente a su pregunta.

-Mira - respondió- yo sé que tuviste que dejar todas las cosas buenas atrás, pero todo va a mejorar, ya verás!! - dijo en un intento de subirme el ánimo.
-El lunes te vas a integrar a un nuevo colegio, vas a hacer nuevos amigos y talvez. Consigas una novia - dijo, con el único fin de molestarme.

-Mamá- la tome de los hombros y con una sonrisa le dije -Todo va a mejorar!

Ella se limitó a devolverme la sonrisa mientras asentía con la cabeza, entonces se fue con dirección al camión de mudanzas, pasaron unos 20 segundos cuando entro de nuevo en la casa, traía consigo el equipo de sonido que le regalaron el día de su boda, que sorprendentemente aun funcionaba, conecto su celular y empezó a sonar en alto volumen la canción thats what i like - bruno mars. Subí al segundo piso con el sonido de la canción que iba disminuyendo poco a poco a medida que subía de piso. Observe todo el segundo piso y en un cuarto encontré a mi hermana con sus audífonos dando vueltas en el cuarto que ella había escogido para ella. Paró solo por un segundo para señalarme mi nuevo dormitorio. Me di vuelta y vi un cuarto vacío con una ventana que daba justo a la calle, podía ver la gente pasar sin preocupaciones, pasaban pocos autos, se podía apreciar el silencio, silencio que era interrumpido por mi mamá y su equipo de sonido. ¿Qué podía salir mal? era un lugar perfecto para vivir en paz y tranquilidad. Después de observar la casa cuarto por cuarto decidimos bajar las cosas del camión de mudanzas y nos dispusimos a arreglar lo que más pudiésemos por ese día. Sofía se preocupó por arreglar su cuarto, yo la ayude con la instalación de su cama y su peinador, después la deje a su suerte, quería probar que tan independiente podía llegar a ser. Después arregle mi cama porque la noche se acercaba y note que mi mamá había estado arreglando todo el primer piso, aún quedaba mucho por hacer pero había avanzado bastante. El cansancio era presente en su rostro, decidí ayudarla lo más que podía antes de que la noche cayera, pero se nos terminó el tiempo. Cuando por fin terminamos un poco más de la mitad del primer piso decidimos dejarlo para mañana, todos estábamos exhaustos por el trabajo, solo queríamos descansar cada uno en nuestros cuartos, pero mi mamá no había arreglado ni si quiera su cama, estaba tan concentrada en arreglar la casa que se olvidó de su cuarto. Notaba el cansancio en ella, así que tome una almohada y una cobija, y me dirigí al cuarto de ella.

-Descansa en mi cama, que duermas bien - le dije viéndola de reojo sin parar de caminar. Sentí su sonrisa al pasar. Creo que eso fue lo mejor que me paso en todo el día.

Aunque sea mentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora