Capitulo 11: En unos segundos

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-  Pues ¿qué te sucedió? – pregunté.

- Te lo contaré... Franco es quien me gusta. Su forma de ser, su rostro, todo en el me gusta, pero ya no importa...

- ¿No importa...? ¿Te hizo algo?

- No exactamente... Lo vi besarse con otra chica...- dijo conteniendo algunas lágrimas que estaban a punto de resbalar por sus mejillas.

- ¡Oh! Ya veo... - respondí sin saber que decirle para hacerla sentir mejor.

- Respecto a lo del beso, fue un acto involuntario... No quería que alguien me viera así, por lo que al salir por la puerta principal fuiste la primera persona que vi, no lo pensé dos veces y te tomé de la mano para disimular mi huida...

- Paula, eso no explica el beso...- respondí

- Me sentía vulnerable, y al ver que te preocupabas por mi decidí hacerlo, necesitaba desahogarme, y vi refugio en ti... - dijo apenada por lo que acabo de suceder.

- ...Está bien, te perdono...- dije

- Pues gracias... - dijo

- ¿Hay algo más que pueda hacer por ti?

- La verdad estaba pensando en algo, pero no sé si me quieras ayudar...

- Depende de la idea que tengas - respondí con curiosidad por lo que tenía que decir.

- ¿...Me ayudarías a darle celos a Franco...? - dijo entrelazando sus manos en forma de plegaria.

- ¿Provocarle celos? ¿No lo estas llevando muy lejos? - pregunté

- Él es quien esta con otra persona... ¿Cómo crees que me hizo sentir? - susurró evitando un llanto.

- Tú me besaste... Tú también estuviste con alguien más, aunque haya sido yo - dije

- ¡Oh! Creo que tienes razón... Pues muy pocos chicos han logrado besarme, deberías sentirte afortunado - dijo cambiando su actitud a una más orgullosa.

- Si, como sea tú me besaste a mí, pero ya no importa - cambie de tema - ¿ya le has dicho que te gusta?

- No... ¡Gracias por recordármelo Alex! - dijo cruzándose de brazos y apartando la mirada.

- perdón por preguntar, pero si quieres que te ayude debo saber un poco del tema ¿no lo crees?

- Supongo que si - dijo soltándose los brazos.

- Bien, ahora ¿Cómo planeas hacerlo? - pregunté.

- Aguarda...  ¿Significa que me ayudaras? - dijo ocultando una sonrisa, no era su estilo sonreír mucho.

- Pues... Creo que sí, los amigos se ayudan, y tú también me debes ayudar cuando lo necesite, ya sabes, favor se paga con favor... ¿Trato? - dije extendiendo mi mano para que la estrechara.

- ¡Trato hecho Alex! - estrechó mi mano

- Vamos a la cafetería, aquí no es un buen lugar para hablar - dije.

- Tienes razón, vamos - respondió

En la cafetería*

- Mira – comenzó a explicar - el plan es pasar junto a él tomados de la mano, y si es necesario tenemos que besarnos ¿sí? - dijo con seguridad en cada palabra que pronunciaba.

- Sí, lo entiendo - respondí

- Bien, a la hora de salida él siempre está en el campo de fútbol, el entrena así que pasaremos por ahí... Después de un rato nos vamos y termina todo, sencillo ¿no lo crees?

Aunque sea mentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora