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«...Estaba en un campo abierto. Todo era de color amarillo y verde, a lo lejos se podía apreciar el atardecer que tenia un cielo despejado de color anaranjado , excepto por unas nubes que decoraban aún más el paisaje. Era muy tranquilizante. A lo lejos podía ver la silueta de una chica, a medida que me acercaba pude identificar de quien se trataba...
- ¡Isa! - grité esperando una respuesta, la cual nunca llegó.
Parecía que le preocupaba algo. No se veía como siempre con su aura alegre y su perfecta sonrisa. Algo andaba mal. De pronto salió alguien de la nada, se puso detrás de ella y la tomó de la mano. Isa se limitó a seguirlo con algo de disgusto por hacerlo. Noté que algunas lágrimas resbalaban por sus mejillas. No podía verla así...
Corrí lo más rápido que pude hacia ella, pero mientras más rápido lo hacía, más se alejaban de mí...
- ... Alex... Necesito tu ayuda... - escuche una voz en mi cabeza la voz de Isa...
- ¡ISA! No te preocupes, ¡iré a ayudarte! - dije desesperadamente tratando de encontrar su ubicación, pues ya habían desaparecido de mi vista...
- ¿¡Isa!? ¡¡ISA!! - grité lo más que pude para que lograse escucharme...»
***
- ¡Nooo! - me levanté de golpe en un cuarto de hospital. Estaba confundido, no sabía lo que ocurría. Una enfermera de unos 50 años que se encontraba en mi cuarto me vio aterrorizada por mi grito, así que salió del cuarto en busca del Doctor.
Unos segundos después entró un señor de 30 años con una bata de laboratorio. Sonreía de oreja a oreja al verme.
- Hola, ¿Alex, cierto? - preguntó.
- Si - respondí - ¿Dónde estoy? ¿Porque tengo estas agujas en los brazos? ¿Qué está pasando? - pregunte, cada vez más ansioso por saber que ocurría. La máquina que detecta los latidos del corazón empezó a registrar un ritmo cardiaco más acelerado.
- Tranquilo hijo, Déjame explicarte - dijo el Doctor. La máquina había reducido la aceleración en la que registraba mis latidos - mira, yo soy Doctor Rafael, mucho gusto Alex.
- ¿Puede explicarme todo?
- Claro... Para empezar, ¿Recuerdas que te sucedió? - preguntó sentándose en un mueble acomodado junto a la cama en la que me encontraba.
- Tengo algunos recuerdos - dije tratando de recordar aún más - recuerdo que un ladrón subió al autobús en el que me encontraba, después solo recuerdo como una señora de mayor edad gritaba horrorizada y un señor que vestía un traje costoso me arrancaba la camiseta... después de eso todo fue blanco.
- Es bueno escuchar que recuerdas lo sucedido - dijo el doctor - y ¿Cuánto tiempo crees que estuviste aquí? - preguntó, no sabía a qué venia esa pregunta así que dije la respuesta mas lógica en ese momento.
- No lo sé, ¿talvez uno o dos días?
- Estuviste aquí 1 mes entero...
- ¿Un mes...? - dije aun sin procesar lo que me decía.
- En realidad fue un buen tiempo para despertar, puesto que la mayoría no despierta hasta después de unos meses o incluso años. Tienes suerte Alex.
- Supongo que sí...- dije
- ¿Sabes porque sigues vivo? - dijo, sin importarle si esa pregunta me causaría un impacto emocional, pero ya que estamos hablando, sería mejor que todo saliera en ese momento.
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Aunque sea mentira
Teen Fiction¿Alguna vez has deseado algo que no esta a tu alcance? Sabes que no lo vas a tener y aun así ¿decides quedarte? ¿Has tenido esa sensación?...