*Amor Propio

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En uno de esos viernes que párese sábado, cuando sabes que tienes todo el fin de semana disponible para hacer nada estaba sentada la psicóloga esperando su ultima paciente. Había enviando temprano a su secretaria, ella podía cerrar todo antes de irse y asegurarse que todo estuviera en lugar para el martes. Este fin de semana sería uno largo, el lunes estaban de fiesta y no se abriría ningún lugar privado. Estaba terminando de recoger sus papeles cuando entró la chica. Completamente segura de sí misma, sonriente, moviendo su cabellera roja y asegurándose de no arrugar más de lo debido su camisa.

-No me parece que necesites mucho de mi chica.- le dijo en forma de burla la psicóloga.

-No lo hago- contestó la chica poniendo su teléfono a vibrar.

-Entonces, ¿por qué estás aquí? -

-Quiero asegurarme de algo.-

La psicóloga se quedo sorprendida, era la primera vez en todos sus años de trabajo cuando una persona venía para asegurarse de algo y no por alguna situación.

-Permíteme hacer mi trabajo entonces, dime tu nombre y edad y que vienes asegurar.-

-Me llamo Lizbet y tengo 21 años-

-Okay Lizbet, háblame -

-Déjame contarte la historia desde el principio para que puedas entender. Cuando tenía 17 años, no antes... mucho antes de eso. Siempre he estado alrededor de Daniel, el nieto de las personas que me dieron hospedaje a los 17 años. Cuando tenía 15, el comenzó a estudiar en la misma escuela que estaba yo y como nos conocíamos desde siempre rumores se esparcieron en la escuela sobre si éramos novios o no. Llego el punto donde yo me canse y dije que si, le comenté a el que jugara igual y dijera lo mismo. Así que de esta manera empezó nuestro "noviazgo". Éramos solamente amigos de en un principio, luego lo llegue a querer mucho pero como un hermano y el me veía de la misma manera. Sin embargo, soy una chica claro que en el algún momento del camino los sentimientos cambiaron y me llego a gustar, por lo que terminé enamorada de el. En cambio, Daniel es dos años menor que yo y es muy muy inocente. Es demasiado inocente para ser realistas, yo puedo muy bien ser un pecado andante a su lado pero estaba bien, hacíamos una buena pareja aunque el nunca se dio cuenta. El punto es que, llegó esta chica de la nada enamorada de él y comenzaron a hablar. Yo estaba tranquila porque conocía demasiado bien a Daniel hasta que llegó el punto en el que me di cuenta que había cambiado algo.

A los 17 años, cuando sus abuelos me hospedaron, siempre estaba con el. Sus padres trabajaban y el se quedaba en casa con sus abuelos hasta tarde por lo que siempre estábamos juntos. La chica no sabía nada de esto hasta un punto en el que de alguna forma se entero y comenzó a celarme. Fue entonces cuando empecé a darme cuenta del cambio. La chica y el tenían un amor correspondido. Pero Daniel es religioso y ella también así que decidieron esperar por la contestación de Dios para poder ser novios.

Maniobre mis cosas y mis hilos por todas partes, hice y comente cosas solo por hacerla enojar a ella. Estaba en una fase donde cualquier cosa que me brindara entretenimiento eso usaría hasta que me cansara de ello. Ella era todo lo que yo podía usar, se enojaba y me miraba como si quisiera hablarme pero nunca lo hizo. Honestamente sé porque, mis ojos dicen mucho de mi. Puedo estar callada pero mis facciones de la cara dicen mucho de mi y más cuando sonrío.

Lo que sucedió fue lo siguiente, estábamos en la playa, Daniel, mis amigos y yo cuando ella misteriosamente apareció y al verme junto al el se enojo. Entonces tomo el valor de hablarme y pedirme que camináramos un rato mientras charlábamos. Me pregunto muchas cosas de Daniel, yo sabía por dónde venía claro, pero jugar con ella nunca me fue aburrido así que le seguí el juego. Recuerdo que ella me dijo "por favor aléjate de él, estábamos esperando la contestación de Dios y tú estás en el medio, como si de alguna manera la contestación no llegará por qué tú estás con el" a lo que yo le contesté "Si la contestación fuera Si bonita, por más que este en el medio, ya la hubieran tenido"

Sentimientos de una chicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora