No vale la pena

2 0 0
                                    

Sentí como se empezaban a mover de lado a lado, recogiendo sus "sleeping mats" y "sleeping system" para lavarse la boca, arreglarse el pelo, usar los baños portátiles y prepararse para ponerse los rifles en el pecho y hacer lo que se nos mandará. Los días empezaban así para mi, me limpiaba la sangre que tenía en la nariz por el aire frío, dormía con calentadores de mano, uno en cada bolsillo para mantenerme un poco caliente, las botas puestas y gracias a mi esposo un extra abrigo que solo yo tenía.

Dependiendo de lo que tuviéramos que hacer era la hora de levantarnos, ese día tuvimos el privilegio de dormir hasta las 0600 aunque nos dejaron ir a dormir a las 0130. Por más tarde que nos levantáramos, siempre dormíamos menos de 8 horas, aveces solo dormíamos 3 horas. Nos reportábamos donde estaban los muchachos, hacíamos cuenta para asegurarnos que todos estuviéramos presentes y luego nos daban MRE's para desayunar. Eso era todo lo que comíamos , después de un tiempo me enfermé de ellos y deje de comer, no es como si a ellos les hubiera importado de todos modos.

Después de tomar clases por algunas dos horas, cargando encima un "flak" que pesaba alrededor de 20lb y el rifle que no podíamos dejar, solamente cuando íbamos a utilizar el baño podíamos dárselo a otra persona. Siempre me dolían las caderas por el peso del bulto con todo lo demás, caminábamos al menos 3 millas al "range" donde tendríamos que pasar una prueba con el rifle. Yo siempre era la última, el dolor era demasiado para ser rápida pero al final siempre llegaba hasta arriba a pesar de las colinas. Era una buena vista cuando llegabas arriba, lo más difícil era llegar.

Eran las 1500, las tres de la tarde cuando fallé la primera prueba y me dejaron intentar dos veces, no había comido nada hasta ese momento pero no podía comer hasta que no pasara la prueba. El espacio era tan pequeño que confiamos el riesgo de ser quemados por casquillos de los que estaban a nuestro alrededor, tengo 4 cicatrices de ellos. La última oportunidad que me dieron, dos de los casquillos de la persona a mi izquierda entraron en mi camisa pero no podía dejar de disparar para quitármelos, empecé a llorar y se me hizo difícil concentrarme en todo lo demás. Cuando llegue al final y me contaron que había fallado otra vez, no me importó. Yo solo quería que parara el dolor.

Camine hasta mi platoon y mi mejor amiga me pregunto como estaba, yo no podía contestarle. Ya lo tenía pensando mucho tiempo, ya no quería ser parte de este grupo de guerreros, era demasiado dolor para mi y aunque si podía terminarlo todo y hacer lo que tenía que hacer hasta el final, mi salud mental ya estaba en juego. Le dije que me había cansado, que me quería salir e ir a casa, quería tener una vida normal, pelearía como fuera que tuviera que pelear para que me sacaran y luego buscaría la forma de seguir viviendo sin la ayuda militar, yo estaba dando más de lo que ellos me daban a mi. Me estaba lastimando mas de lo dejaba enseñar.

Ese día mientras nos dejaron tomarnos un break, me senté en la orilla de la colina y miré hacia el cielo. Eran bonitos los atardeceres en ese lugar pero ese en específico estaba triste, lo podía sentir en el aire. No me había dado por vencida, estaba cansada. Mentalmente y físicamente cansada. Quería ir a casa.

Son cosas que no te dicen los reclutadores cuando te unes a una rama militar, no todo es dinero y diversión, te venden un sueño donde no tienes que sacrificar muchas cosas. La verdad es que pones mas en juego de lo que cuentan. No solo estas lejos de tu familia y del lugar donde naciste, estás lejos de ti mismo, te quitan la libertad. Te dicen cuando caminar, como caminar, cuando comer y como comer, cuando dormir y como dormir, te dejan respirar porque saben que si no lo haces te van a perder, no eres humano, eres una ficha en un juego que no pueden perder. Muchos de ellos están tan cansados como tú pero ellos pueden ir a casa y dormir mientras tú tienes que pararte derecho y esperar un milagro para que te dejen descansar. Es cierto que todos pasan por la misma experiencia pero cada cual la enfrenta de distintas maneras. Yo simplemente no podía seguir haciéndolo.

Decidí que terminaría esa curso, de todos modos no me faltaba mucho para terminar. La prueba más difícil fue la caminata de 9millas. Solo pasé gracias a dos personas que me ayudaron todo el camino. En los momentos más difíciles sólo podía escuchar que me decían " Respira. Eso es todo lo que tienes que hacer. Olvídate de todo lo demás, solo respira." Ya sabia dentro de mi que no tenia porque pasar todo ese dolor pero quería enfrentarme a él para probarme que si de verdad ponía mi mente en algo, podía lograrlo y lo hice. Me gradué del curso y tengo mi certificado. Me siento orgullosa de él. Pero no me llena, no me da felicidad y es lo que me lleva a pensar muchas cosas.

Cada uno de nosotros se enfrenta a cosas en la vida, todos estamos en un sitio no porque queremos estar ahi pero porque lo necesitamos. ¿Vale la pena? Te levantas todos los días y quieres estar en otro lugar, detestas tu vida, no es lo mismo que antes cuando querías ver que pasaría durante  el día, sales de la casa queriendo regresar y descansar, porque tu mente necesita más tiempo para curar. Miras a todos lados y ves a todos reírse y tener un buen tiempo pero tú no puedes, porque te falta algo o porque sientes que no perteneces a ese lugar. Tienes amigos o compañeros pero no le cuentas a nadie como te sientes y eso te hiere cada día más. Tenemos miedo de aceptar que perdimos el camino que queríamos caminar. Tenemos miedo aceptar que necesitamos ayuda. Porque todos a nuestro lado son fuertes nosotros creemos que tenemos que ser iguales.

La verdad es que todos lloramos en las noches, todos estamos rotos. La diferencia es que muchos deciden salir y sanar, deciden buscar el camino que deben estar con libertad mientras los otros pagan la deuda que deben primero antes de decidir buscar sus caminos. A muchos les gusta y no encuentran nada malo con este tipo de trabajo y esta bien, eso significa que nacieron para seguir este camino, muchos otros son forzados a caminarlo. Yo no puedo ver mi vida perdida en este mundo. No me veo a mi misma en una posición de las grandes como ellos.

Prefiero regresar a casa, Sanar mis heridas y seguir buscando el camino correcto para mi. No vale la pena, sentirme vacía todos los días. El dinero no me llena, los rangos no me llenan, la comida no me llena, estoy en un constante espiral de tristeza y depresión que me está matando. Recuerdo años atrás cuando si hacía lo que me gustaba, la felicidad que sentía, los días no se me hacían tan pesados. Ojalá pudiera explicar más pero no encuentro palabras para el dolor que siento ahora. Tampoco puedo explicar la felicidad que siento al pensar que puedo salir de este sitio. Quizás si, estoy dejando ir muchas oportunidades que otros morirían por tener, pero no voy a matar mi alma por ninguna de ellas.

No vale la pena, sacrificar mi alma por algo temporal que me está haciendo más daño que bien. Al final del día, trabajas para pagar deudas no trabajas para hacerte feliz y yo creo que eso está mal, yo creo que deberíamos ser capaces de decidir lo que queremos hacer con nuestras vidas basado en lo que nuestros corazones quieren aunque tengamos necesidades, muchas de ellas son solo gustos de todas formas.

No sacrifiques tu vida por algo que los demás quieren, ellos no te pueden devolver el tiempo. No te pueden devolver tu salud mental. No te pueden devolver tu alma si la pierdes. No te van a enseñar el camino que debes seguir cuando ya no les sirvas de nada, les entregas todo lo que tienes solo para recibir un trofeo o una medalla vacía. No vale la pena.

Si vale la pena levantarte todos los días y hacer lo que te gusta, quizás perder un poco de sueño porque estás tan excitado de empezar el día que te levantas demasiado temprano, es como empezar el día abriendo un nuevo regalo. Yo no sé cómo se siente todavía, pero no puedo esperar a levantarme un día sabiendo que tome la decisión correcta, cuando mis pensamientos ya no duelan, cuando mi mente no me pida a gritos que la deje ir y no regrese, cuando mi alma deje de sentirse como que esta perdida y necesita regresar. Algún día me encontrare conmigo misma. Entonces me daré cuenta que a pesar de todo lo que perdí, todavía tengo mucho que hacer.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 18, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Sentimientos de una chicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora