Miradas

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Era una chica. Bonita chica. Tímida y callada.

Había aprendido a sonreír y a socializar más.

Había aprendido a entender a los demás a su alrededor.

También había cometido un gran pecado.

Se había enamorado.

El peor error de los errores.

El amor no deseado.

Ella no quería amar, no quería enamorarse.

El amor es bipolar, tanto te levanta del suelo como te empuja para que caigas.

Es hipócrita, se te muestra bonito y hace daño.

Se sentaba a mirar de lejos.

Los veía darse las miradas que ella quisiera poder estar recibiendo.

Los observaba sonreír de la mano, hablar tranquila mente mientras en ella su corazón solo soñaba con un mañana que nunca llegaría, un mañana que se quedaría enterrado en el día de ayer.

Dolía.

Pero ella seguía sonriendo.

Seguía siendo su amiga.

Quería ser más que su amiga, pero no podía.

Había hecho una promesa.

Sus imperfecciones no le permitía estar con nadie.

Ella tendría que corregirse a ella misma primero para ayudar a los demás.

Lloraba para olvidarlo pero era como un papel pegado en su mente.

"Cuánto daría..." Decía ella en lo secreto.

"Mi mundo entero solo para que me miraras una vez de esa forma"

Lo peor de todo, el la miraba a ella también, con otros ojos.

Preguntándole si estaba bien, que se vaciara con él y todo estaría bien.

Ella le contaba.

"Hay una persona que me está haciendo daño y no lo sabe. "

Él le contestaba que le dijera quién era. Que él lo detendría.

Pero ella no podía contarle.

Así que solo sonreía lo más que podía y le decía "puedo soportarlo"

Hasta un día.

Su corazón no podía aguantar más.

Y se lo dijo.

"¿Quieres saber el que me hace daño? ¿Tanto que lloro por las noches? Eres tú, pero no tienes la culpa. "

Se miraron, con esas miradas que decían "lo siento" esas miradas que dolían más que las palabras, esas que te rompían de adentro afuera.

Ella no quería esa mirada.

Se alejó de el.

Dejo de hablarle.

Su corazón dolido, pero no podía ser más herido.

Con el tiempo, dejo de doler.

Dejo de llorar.

Dejo de buscar su mirada en los pasillos.

Dejo que su corazón volara libre, a un lugar donde la hermosura de la libertad no lo dejara mirar atrás.

Sentimientos de una chicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora