Capitulo 10:
Llegue por segunda vez consecutiva temprano a casa, me dolía la cabeza y tenía unas incompresibles ganas de llorar, entre lentamente a la sala y me senté a ver televisión por un tiempo, después de unos 10 minutos tratando de mirar un estúpido programa de farándula mi madre se sentó a mi lado y comenzó a mirar la televisión también, iba a pararme del sillón cuando me tomo por el brazo para que siguiera sentada, rodee los ojos y mire para otro lado, seguramente quería pedirme perdón por millonésima vez, ¿qué quieres madre?
Madre: hija, que sucede has estado extraña últimamente.
Yo: por favor de cuando te interesa que pase conmigo, de cuando te interesa lo que le pase a alguien más que no seas tú misma.
Madre: Esmeralda, hijita, sé que no lo crees así pero yo siempre he estado preocupada por ti, siempre me importaras, puedes confiar en mi si te pasa algo, yo siempre estaré para ti. Yo: claro mama como digas, ahora por favor suéltame tengo cosas más importantes que hacer.
Y ahí estaba yo de nuevo con los ojos inundados en lágrimas y con los recuerdos golpeando cada vez más fuerte. Yo solo tenía once años, es una edad muy temprana para que una niña inocente pierda su infancia, mi colegio quedaba cerca lo suficiente como para que yo fuera y volviera caminando hasta el, yo iba saltando feliz mientras recogía algunas flores para mi madre del camino, había tenido un gran día, llevaba un trabajo en las manos para llegar y mostrárselo a mami, subí corriendo las escaleras y abrí de un golpe la puerta de su habitación, y así en menos de 10 segundos mi sonrisa se destruyó, con ella mi infancia, mis fantasías y mi inocencia.
Mi madre estaba con un tipo desconocido en su cama, ambos estaban desnudos tocándose como animales, corrí a mi habitación llorando y abrase a mi oso de peluche muy fuerte tratando de que las imágenes horribles desaparecieran de mi mente, minutos después llego mi madre tratando de hacerme estúpida, ¿cómo se atrevía a mirarme a la cara?
Dijo que lo que había visto no era nada, que él era un gran amigo suyo y que si la quería no podía decirle nada a mi padre.
Yo la mire con todo el odio posible y le dije que yo no le debía nada y que ya no la quería así que le diría todo a mi padre, me dejo ahí solo en la habitación llorando y salió de la casa.
A las 9 de la noche cuando mi padre llego mi padre y corrí a abrazarlo y comencé a llorar en sus brazos, él no sabía nada de lo que había ocurrido, cuando me calme me senté a su lado y con toda la seriedad que podía lograr tener una niña de once años lo mire a los ojos y le dije lentamente todo lo que había visto.
El me abrazo suavemente y sentí como las lágrimas se deslizaban por su rostro, me dio las gracias por ser tan sincera con él y me preparo chocolate caliente.
Mis padres estuvieron sin hablar un largo tiempo, luego un día decidieron volver a intentarlo y mi padre perdono a su mujer, pero yo nunca pude, jamás podría perdonar un traición así al ser que más amo.
Un sonido me libero de mis pensamiento y detuvo mi llanto, saque el celular de mi bolsillo y conteste desanimada, era Gabriel, hasta ahora no había tenido tiempo para pensar en él y volvió a mi todo el enojo por haberme ignorado todo el fin de semana.
Gabriel: hola Esmeralda ¿Cómo estás?
Yo: ahm hola Gabriel. Gabriel: esmeralda entiendo que estés enojada, perdón por no contestar a tus llamadas, pero estuve muy enfermo todo el fin de semana.
Yo: ok, lo entiendo.
Gabriel: mm, si eeh bueno soy nuevo en el colegio y ya sabes, no quiero atrasarme mas con las materias, ¿podrías venir a mi casa hoy?
Yo: claro, mándame la dirección y estaré ahí en menos de una hora.
Algo en mi interior me decía que no debía aceptar su invitación, pero necesitaba escapar del ambiente que se había generado en mi casa, me vestí lo más rápido que pude y me apresure a salir de mi casa, me hubiera gustado despedirme de mi padre y decirle lo mucho que lo amaba y también me hubiera gustado despedirme de mi madre, tener tiempo para decirle que la perdonaba, pero era demasiado tarde para mí, el destino ya había elegido que hacer conmigo y la puerta estaba cerrada detrás de mí.
Tome un taxi hasta la casa de Gabriel, estaba en un sector alejado dentro de la ciudad, toque la puerta y espera afuera por algunos segundos, Gabriel abrió la puerta con una sonrisa en el rostro, la casa era de un solo piso las paredes estaban empapeladas de un color verde sucio, la sala estaba decorada con una mesa pequeña y una silla, también había una puerta que parecía llevar a una sala más pequeña, enseguida el aspecto de la casa hizo que quisiera salir corriendo,
Gabriel me abrazo por la espalda y me susurro al oído, que pena Esme enserio eres bonita, pero ya sabes, trabajo es trabajo.
Tres hombre adultos y grandes salieron de la habitación más pequeña acercándose a mí, intente gritar y salir corriendo, pero Gabriel me estaba tapando la boca y afirmando con sus fuertes brazos, lo próximo que sentí fue como caía al suelo producto de un fuerte golpe en la cabeza y después, la nada.
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Mi amiga la muerte
Teen FictionEsmeralda es una joven normal, asiste a una escuela junto a sus amigas y nunca ha tenido problemas de ningun tipo, todo esto hasta que conocio a Gabriel desde ese entonces su vida cambio drasticamente y nada volvio a ser como era. amor, romance, dra...