Me enamoré de él con solo verlo, sus ojos verdes me encantaban, a un recuerdo la primera vez que nos vimos. Me encontraba en la casa de mi mejor amiga, Verónica Blaze, fue a su habitación dejándome sola en la biblioteca, en ese momento escuché alguien entrar.
-Verónica, tengo que hablar contigo sobre...
Sus palabras quedaron suspendidas en el aire, me quedé paralizada y a la vez embobada, era el primer hombre guapo que me había dejado sin aliento por lo intimidante que se veía. Era un hombre demasiado alto,cabellos rojos, y unos felinos ojos verdes con una figura musculosa, casi gigantesca.
-Disculpeme señorita, no sabía que...
-Tranquilo -le respondí con mi mejor sonrisa.
-¿Qué haces aquí anciano? -preguntó Verónica, entrando a la biblioteca.
-Lo bueno de ser un gigante, es que puedo aplastar fácilmente a los duendes como tú -me rio por el apodo, pero Verónica se molesta.
-¡Callate gigante! -él solo se ríe.
-Solo venía avisarte sobre el baile que dará mi madre la próxima semana, tanto tú y tus padres, estan cordialmente invitados -le hago señas a Verónica, para que me presente con el dios vikingo pelirrojo que tengo al frente.
-¡Alaric a donde se han ido tus modales! Ofendes a mi amiga al no saludarla, parece pintada en la pared -Él voltea a verme, otra vez.
-Perdone mi falta de modales señorita, me presento, Alaric Berfor -sujeta mi mano con delicadeza, para después besarla.
Siento como mi cara arde y una corriente me recorre todo el cuerpo.
-Un placer Lord Berfor, Alezandra Hilbert -me mira a los ojos.
-Alezandra... -repite mi nombre, y creo que si alguien se atreve a interrumpir este momento, lo golpeare.
Alaric Berfor un hombre por fuera intimidante, fuerte, rudo, astuto y peligroso. Como enemigo, es toda una amenaza, es lo que cualquier madre querría lejos de ti, Alaric es el reto de cualquier mujer y yo estoy dispuesta aceptar ese reto, soy Alezandra Hilbert y ahora esta es mi historia.
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©Libre Y Leal. Saga: Siempre Juntas 2
Historical FictionLONDRES 1822. Soy todo un desastre. ¿Por qué? No puedo decirle al hombre que quiero, que me gusta y desearía que me secuestrara en su caballo blanco, con su brillante armadura de... Bien estoy exagerando un poco. Siempre miles de locuras pasan por m...