Epílogo.

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El grito de Verónica se escuchó por toda la mansión McDonall, Alaric abrazaba a su preocupada esposa. Lady Alezandra se sentía preocupada por su mejor amiga, los meses de embarazo de Verónica fueron un martirio casi un infierno, el bebé era demasiado grande para el pequeño cuerpo de la morena. Que ahora luchaba en esa habitación por traerlo al mundo, El lord Heronimo McDonall se movía de un lado a otro.

—McDonall, cálmate por favor. No arreglarás nada en ese estado —le dijo con voz serena el pelirrojo —Verónica y el bebé estarán bien.

—¡Ya han pasado cuatro miserables horas en las que he escuchado los gritos de dolor de mi esposa! ¡No me pidas que me calme porque eso es imposible!—gruño el imponente pelinegro.

—Por favor, Milord —suplicó Alezandra, harta de la disputa de poder entre los dos hombres —Verónica es fuerte y ella...

 
Sus palabras se vieron interrumpidas por un fuerte llanto.

 
—¡Verónica! —gritó Heronimo, para subir corriendo las escaleras y se dirigió al cuarto en donde se encontraba su esposa. Al entrar  vio a su esposa rendida sobre la cama con la sangre manchando las sabanas.

Se acerco a ella, su frente estaba sudada y su piel pálida.

—Hero, míralo al fin nació...—susurró sin aliento la morena.

 
Heronimo miró al doctor, quien sostenía en sus brazos el pequeño cuerpo del bebé cubierto por una sabana blanca..

—Es un niño fuerte y sano, Milord —el hombre acerco al niño a los brazos de su padre. Heronimo lo sostuvo con mucho temor a hacerle daño al pequeño.

— Kaidan —dijo Verónica, haciendo que su esposo la mirara —Estuve investigando un poco y  quiero que se llame Kaidan, tiene origen inglés, significa rebelde con espíritu de lucha, un nombre único y no ordinario como la mayoría.

 
Él sonrió.

—Si eso deseas, yo no tengo objeciones.

 
Alezandra regreso a la residencia Wistol de la mano de su amado esposo.

 
—Me alegro por Verónica,  su hijo nació sin dificultades inesperadas —dijo Alezandra feliz por su amiga.

—En un futuro nuestro primogénito será igual.

 
—Si en un futuro te refieres dentro de ocho meses y medio, sí tal vez sea así —Alaric la miró sorprendido y después estalló en felicidad,  abrazando a su esposa, cargándola y dando vueltas con ella en sus brazos.

 
—Te tardaste demasiado en darme esta fantástica noticia Alezandra, ¡Voy hacer padre! —Aleza sonrió, hace un mes se había enterado que estaba embarazada pero no hallaba el momento de decírselo al pelirrojo.  

—Esperaba el momento indicado —Alaric la beso tiernamente y después llevo su mano hacia su vientre.

—Aquí esta creciendo nuestro hijo.

—Hija... En mis sueños yo la veo como una niña.

—¿Cómo es ella? —Alezandra acaricia la mejilla de su esposo.

—Es pelirroja como tú con grandes ojos marrones como los míos,  juguetona y tímida, mis mejores sueños son cuando la veo correr por el bosque, conmigo a su lado mientras reímos... Es muy hermosa.

—Entonces será igual a su madre —dice con cariño y besa la frente de Aleza —Nuestra pequeña Sabina.

—Sabina... Me agrada ese nombre Lady Sabina Berfor Hilbert, Catha será como una hermana para ella —dijo con una gran sonrisa.

—Te adoro, ¿lo sabías?.

—Y yo a tí mi celoso pelirrojo, pero te amo más que a nadie —Dijo Alezandra sellando esas palabras con un beso en los labios del hombre que tanto tiempo añoro sentir suyo y ahora era su esposo.

 FIN

©Libre Y Leal. Saga: Siempre Juntas 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora