ALEZANDRA
Observo a Verónica regresar con una sonrisa forzada en los labios. Se acercó a nosotras, y me es difícil no preguntar.
—¿Qué sucedió con...?
—No quiero hablar de eso Alezandra, ahora es momento de poner en marcha el plan, ¡Cazar a un gigante pelirrojo! —esa sonrisa maquiavelica, no me gusta para nada.
—¿Qué estás tramando loca embarazada? —pregunté con una ceja arqueada. Verónica puede ser una de mis mejores amigas, pero no confío en ella ni un poco.
—Ya lo verás... Por el momento come un poco, te noto débil Aleza —responde guiñándome un ojo.
—Si es cierto Aleza, te vez más delgada ¡Vamos! —las dos me agarran de un brazo y me llevan hacia la mesa de bocadillos, me siento pésima. Alaric no se ha acercado porque a tenido a varios Lores encima de él, desde lejos se nota su cara de fastidio.
—¡Prueba esto Aleza! —Verónica pone de golpe un bocadillo en mi boca y de pura suerte no me atragantó con el.
—¡No... No quiero!.
—Prueba esta bebida, ¡Es muy deliciosa! —Nayra me acerca una copa de vino que no se de donde la sacó, pero la rechazo —¡Toma!
—¡No quiero! —la alejé de mí exasperada, son peores que Carmen cuando no quiero probar bocado.
—¡Que tomes! ¡Uhs! —todo el vino es derramado sobre mi vestido —¡Lo siento mucho Alezandra!
Lo pegajoso del vino se filtra en mi escote, mi vestido quedó todo manchado y absolutamente todos los invitados voltearon a mirarme, siento como mis mejillas se sonrojan.
—Tu "Lo siento", no me sirve para arreglar este desastre —replique furiosa.
—¡Perdón! —trato de mantener mi compostura, pero en serio estoy que mato a Nayra por hacerme pasar esta vergüenza. Y lo peor de todo, Lady Romina se esta acercando hacia nosotras.
—¡Oh, Lady Hilbert! Pobre de usted —dice con un tono comprensivo
—Por favor Milady, ¿La puede llevar a que se cambie? —pregunta Nayra. Siento las miradas de todos sobre mí, ¡Quiero llorar!. Ahora seré el hazme reír de estos Lores presumidos.
—Venga conmigo, Lady Hilbert —ofrece Lady Romina. En serio esta mujer es tan amable y comprensiva, aparte de ser aún muy hermosa para su edad.
— No, yo la llevo Milady —se ofrece Verónica.
—De acuerdo Lady McDonall, usted es como de la familia y sabe más de esta casa que yo misma —responde Lady Romina con una sonrisa. Por un segundo siento celos de Verónica, porque yo también quiero conocer mucho más que mi amiga sobre el hogar del hombre que amo.
—Ven conmigo Alezandra —ella me ofrece su mano y la acepto, llevándome lejos del salón escaleras arriba. Noto como todos se ríen a mis espaldas. ¡Quiero desaparecer para olvidar este incidente!.
—Esta vez Nayra se excedió, ahora todo el mundo esta hablando sobre la pobre e idiota lady que terminó manchada de vino —digo furiosa.
—Perdón amiga fue un descuido de parte de Nayra, te aseguro que no lo hizo a propósito, ven te llevaré a la habitación de Lady Romina para que te cambies el vestido.
—No me parece correcto, me da vergüenza con Lady...
—¡Calla Alezandra! Ella me adora, así que no se molestará —solo sigo a Veronica, la casa de Alaric es desconocida para mí. La segunda planta es muy amplia y hay varias habitaciones —Bien, es esta.
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©Libre Y Leal. Saga: Siempre Juntas 2
Ficción históricaLONDRES 1822. Soy todo un desastre. ¿Por qué? No puedo decirle al hombre que quiero, que me gusta y desearía que me secuestrara en su caballo blanco, con su brillante armadura de... Bien estoy exagerando un poco. Siempre miles de locuras pasan por m...