---FIESTA---
La chica del vestido negro, esta vez rubia, salía desconsolada de la fiesta con lágrimas en los ojos mientras que una morena corría sin parar detrás de ella.
Mei: Yuzu!! Espera - gritaba como si le fuera la vida en ello.
La despechada hacía caso omiso a las palabras de su hermana. Estaba dolida. No comprendía nada. Su corazón sufría y lo peor de todo es que no podía sacar de su cabeza la imagen de las dos chicas besándose y tocándose. Una imagen que definitivamente, le hubiera gustado protagonizar.
Caminaba mientras se secaba las lágrimas con las manos. No dejaban de caer por sus mejillas. No podía evitarlo. Estaba enamorada de alguien a quien no comprendía. De alguien que no sabía querer. De alguien que le hacía daño.
Por fin unos brazos la alcanzaron y la abrazaron fuertemente para que no se escapara.
Mei: Por favor, escúchame Yuzu.
Yuzu: No quiero!!! - dijo más que enfadada, dolida.
Mei: No llores - dijo cuando se dio cuenta de que su hermana lloraba por ella - Lo siento, de verdad. Perdóname.
Yuzu: suéltame y lo haré.Mei se resignó y tuvo que dejarla ir. Quería retenerla pero prefería su perdón. Ahora una pequeña distancia las separaba pero para sorpresa de la menor, Yuzu no había salido corriendo. Seguía ahí parada, frente a frente, mirándola a los ojos como si necesitara escuchar algo de los labios de su hermana.
Mei: Yuzu...y-yo...Te-te... Te necesito - concluyó.
Yuzu: Eso ya no me vale Mei Aihara.
Volvieron a salir lágrimas de sus ojos. No era eso lo que necesitaba escuchar y Mei lo sabía.
En ese momento apareció Matsuri en su coche descapotable. Aparentemente le iba muy bien con su 'trabajo' y vivía bastante bien. Divisó a la rubia llorando y detuvo el coche en seco dando un fuerte frenazo. Apagó el motor y bajó del coche.
Matsuri: Oneechan!!! Qué te pasa? - dijo acercándose a ella y abrazándola.
A Mei se la llevaron los demonios. No soportaba a la pequeña del pelo rosa. Su odio hacia ella venía de antes pero verla cerca de su rubia era algo que no podía soportar.
Se acercó a ella y le agarró del cuello tirándole los cascos al suelo del empujón que le acababa de dar.
Mei: Has sido tú no? Lo tenías todo preparado. Has hecho que me confundiera a posta!!
Matsuri: Te crees más que yo porque eres más alta? Jaja. Pueeede y solo puede que te haya dado un empujoncito presi. No deberías beber tanto Mei - dijo sonriendo y sacando la petaca de su bolsillo.
Se zafó de ella, recogió sus cascos, cogió la mano de Yuzu y le preguntó amablemente si quería irse de allí. La rubia asintió. No podía estar cerca de su hermana. No por ahora.
Matsuri: Sin embargo Mei... Yo no te he obligado a liarte con Taniguchi. Eso lo has hecho tú solita - dijo guiñándole un ojo - Nos vemos presi!
---CASA MATSURI---
La rubia estaba sentada en el sofá con un pijama que le había prestado la pequeña diablillo.
Matsuri: Ya está listo el té - le dijo mientras se sentaba con ella en el sofá y se lo ofrecía. - Ya estás mejor Yuzu Oneechan?
Yuzu: Matsu..tú por qué te preocupas por mi?
Matsuri: Porque estás muy buena y quiero meterte mano - dijo consiguiendo sacar una sonrisa a la rubia.
Yuzu: Siempre igual jaja. Gracias por lo de hoy.
Matsuri: No es nada. Tú me importas. Has sido la primera persona que me ha cuidado y ha sabido entenderme. Sin embargo - decía mientras ponía una sonrisa malvada - lo que te he dicho antes también es cierto.
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CITRUS - Que comience El Juego.
FanficAmor, desenfreno, locuras, traiciones, sexo y mucho más en este fanfic del manga Citrus.