CITRUS - Que comience El Juego.

CITRUS - Que Comience El Juego. Cap21 Explicaciones

Mei y Yuzu estaban sentadas en el sofá agarradas de la mano pero distantes entre sí y no solo por la separación física que había entre ellas. Demasiados problemas e indecisiones en una relación tan inestable, confusa y que ninguna de las dos entendía.

Mei: Verás Yuzu, me atrae Taniguchi – dijo con una mirada fría.

Nota de autor: Mei sigue tan directa como siempre… No aprende Xd

Yuzu: Pero qué narices estás diciendo Mei? – respondió sorprendida dejando de agarrar a Mei de la mano bruscamente y dejando ver su sorpresa.

Mei: No sé lo que digo la verdad. Ni yo lo entiendo – contestó intentando recuperar la mano de Yuzu sin éxito.

Yuzu: Desde cuándo? Joder, es mi mejor amiga! -gritó nerviosa.

Mei: Desde la fiesta. Cuando te confundí con ella y nos liamos.

Yuzu: Y todo este tiempo… tú… has estado ocultándomelo? Hemos hecho un montón de cosas juntas desde entonces Mei! No significó nada para ti o qué?

Mei: Claro que sí…y lo sabes Yuzu.

Yuzu: No, Mei. No lo sé! Nunca dices nada, no te abres, no me dices lo que sientes ni lo que te pasa y mucho menos que me quieres… - levantándose del sofá.

Mei: Pues lo hago… Te quiero, Yuzu.

Yuzu: Y cómo quieres que lo sepa yo? Eh? Dímelo porque es que vamos, por no hacer no me haces ni una caricia. Nos pasamos la vida discutiendo. Es lo único que hacemos. Y sabes por qué es?

Mei: No…

Yuzu: Porque no hay comunicación entres nosotras! – diciendo esto último muy enfadada.

Mei: Tampoco es solo mi culpa eh  -saltó encendida también – la que no ha querido decirme ni una palabra sobre Kise has sido tú, la que te estabas haciendo ideas raras sobre Momoi has sido tú y la que ni siquiera me ha explicado cómo te sentías has sido TÚ!

Yuzu: Pero a mi no me pone nadie más excepto TÚ! – respondió saltándosele una lágrima de la rabia y la impotencia que sentía.

En ese momento otra grieta volvió a romperse en el frío corazón de Mei. La rubia era su debilidad y lo sabía. Ella y solo ella había logrado hacerla sentir cosas que nadie había conseguido, le había cambiado su forma de ver las cosas y le había demostrado cómo es que alguien se preocupe por una persona más que por ella misma.

No podía perder a alguien así. No podía perderla a ella.

Se levantó del sofá y abrazó a Yuzu como nunca antes lo había hecho. No quería dejarla escapar. Quería retenerla como fuera y de momento era la única manera que se le ocurría. Le destrozaba verla mal y como por arte de magia las palabras surgieron de lo más profundo de ella.

Mei: Yuzu yo te amo. Desde el primer momento en que te vi supe que eras para mi y cuando te conocí supe que eres la persona con la que quería compartir el resto de mi vida.  La persona que quiero tener a mi lado al despertarme y a la que quiero ver sonreír antes de acostarme.

Eres totalmente diferente a mi y a pesar de ello, me gusta todo de ti. Me encanta tu alegría, lo bien que te llevas con todo el mundo, tu energía, tus ganas de cambiarlo todo y a todos... Eres increíble y lo único que quiero es que seas feliz. Que seas feliz a mi lado…

Lo siento… Lo siento mucho por hacerte daño todo este tiempo.

Yuzu: Yo también lo siento Mei. Pero me lo dices ahora? Justo después de que me digas que te gusta Harumin? No tiene sentido ya… - respondió dolida. Definitivamente su tono sonaba a despedida.