La noche anterior, Yuzu estuvo esperando en la cama a que su hermana menor volviera pero el sueño pudo con ella y al final cayó derrotada. Tanto, que ni siquiera se dio cuenta de cuando ésta se fue primero a la escuela.
---CLASE A---
La presidenta Aihara estaba hablando en la pizarra con las chicas del consejo sobre la organización de los festivales deportivos que se aproximaban mientras que las gyraus de la parte trasera estaban armando barullo como siempre. Esta vez estaban leyendo a escondidas las novedades de moda en el móvil de la castaña. Eran tan cantosas que Mei se dio cuenta de lo que hacían. Sin embargo, estaba de buen humor y no se molestó en volver a recordarles las prohibiciones escolares.
Nota de autor: Ya las daba por perdidas jaja
De repente se abrió la puerta de clase y todo el mundo se sentó rápidamente en sus pupitres fingiendo que siempre había sido así. Mientras tanto, Yuzu se apresuró a guardar el móvil en el escote de Harumin mientras Mei le dedicaba una mirada de desaprobación a lo que acababa de hacer la rubia.
El que entraba por la puerta no era el profesor sino Matsuri que se había quedado un poco traspuesta y llegaba tarde.
Matsuri: Hooola encantos! - saludó mirando a su team y guiñando el ojo a las dos revoltosas del fondo. - Hooola siesas! - saludando al club del consejo. Ella era así, buscando guerra incluso a primera hora del día.
Fue a su pupitre, soltó la mochila de cualquier manera y se sentó mientras sacaba un chupa chups del bolsillo pequeño. Lo abrió, y se lo metió en la boca sensualmente. Cogió el estuche de su mochila y sacó los libros de su cajonera. Al sacarlos, un paquete rectangular cayó al suelo. Matsuri se extrañó porque no usaba mucho esa parte del escritorio. Ella no estudiaba ni leía libros por lo que nunca dejaba cosas ahí. Era tan inteligente que no le hacía falta todo eso. Es por eso que está en la clase A aún siendo 2 años más pequeña que el resto. Su coeficiente intelectual sobrepasaba la media y tuvieron que adelantarla 2 cursos.
Abrió el paquete y se encontró unos cascos nuevos para escuchar música. Por si no os acordáis se rompieron sin querer la noche de la fiesta y desde entonces no llevaba.
Matsuri: Oneeeechaaaan!! Muchas gracias - gritaba por toda la clase mientras se abalanzaba sobre ella para abrazarla y agradecerla por el regalo. No tenías por qué! Yo solo cuidé de ti porque me importas oneechan.
Matsuri a veces se comporta como una niña pequeña. De verdad, cuando lo hace es adorable.
Yuzu: Mat-Matsuri! Agg-agg n-no puedo respirar - mientras le separaba. La pequeña ya había aprovechado y tenía la cabeza sobre las tetas de la rubia - No sé de qué me hablas... pero yo... no... - dijo mientras algo se le venía a la mente.
Matsuri: Entonces has sido tú no? Castaña de cuerpo sexy sempai? - gritó de nuevo mientras se abalanzaba para meter su cabeza esta vez en las tetas de la otra gyrau.
Harumin: Y yo por qué voy a regalarte algo a ti!!!!!??? - exclamó nerviosa sujetándole la cabeza por la frente antes de que la pequeña de pelo rosa llegara a su destino: Sus tetas.
Matsuri: Entonces...? - dijo viniéndosele a la mente la persona de la que menos quería recibir un regalo.
Yuzu y Harumi estaban partiéndose de risa de la pequeña mientras señalaban sin parar a la presidenta del consejo estudiantil.
Matsuri: Pues yo no le veo la gracia - mientras intentaba taparles la boca para que se callaran.
La del pelo rosa se acercó resignada y de mala gana al grupito que estaba en la pizarra dibujando un calendario. No quería rebajarse ante Mei y menos darle las gracias por un regalo que ni siquiera había pedido.
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CITRUS - Que comience El Juego.
FanfictionAmor, desenfreno, locuras, traiciones, sexo y mucho más en este fanfic del manga Citrus.