-Bueno chicas, creo que deberíamos cambiarnos y empezar a prepárarlo todo, ¿no?- propuso Marina. -¡Vale!- exclamó Alice.
-Supongo.- contestó Hayley por fin.
-Yo entraré ahora después. -habló Andrea.
-Chicas ir entrando, ahora vamos nosotras. -pidió Marina.
-Vale. -contestaron ya dentro de casa.
-¿Qué te pasa? -preguntó Marina de brazos cruzados.
-Nada...
-A mí no me engañas. Algo te pasa.
-Bueno, si...-aceptó Andrea, triste.
-Entonces, dime el porqué.
-No puedo.
-¿Cómo que no puedes? -exclamó Marina exasperada sin entender nada.
-Pues eso, que no puedo.
-Ya se por que no puedes. Ha sido mi hermano, ¿a que si?
-Pues... sí. -¡Es que es gilipollas! -gritó Marina histérica.- Espera... ¡No me digas
-¡Es gilipollas! -gritó Marina histérica.- Espera...¿¡No me digas que te gusta!?
-No lo sé.
-Andrea, si no lo sabes tú, ¿quien lo va a saber?
No contestó.
-Dios Andrea... -Marina estaba que mordía.- ¿Como te puede gustar... eso?
-Marina, que no lo sé.
-¿Que ves en él? Sí, ya lo se. ¡Su tableta!-calló para respirar.- Joder Andrea, sabes como es y nos trataba, a Ti y a MI.
-Ya...-respondió al fin.
-Pues ya está. Espero que pases de él igual que él pasa de ti.
Marina entró en casa, y ayudó a sus amigas. No le gustaba tener que hablar así a Andrea, pero ya había vivido aquella situación con sus otras amigas, y debía abrirle los ojos antes de que terminara como las otras: Llorando por el imbécil de su hermano.
-Chicas, ahora vengo. -dijo Hayley mientras se limpiaba las manos en los pantalones..
-Vale.-contestaron las otras mientras jugaban con la masa de las pizzas.
Hayley se asomó para ver como estaba Andrea, y encontró lo que ya suponía.
-Ey Andrea, ¿Por qué lloras?
-Por nada...
-Sabes que no me gusta que me mientan.
-Ya lo sé.
-Pues venga, sabes que puedes confiar en mí.
-Marina me ha gritado.
-¿Por qué?
-Por Daniel...
-¿¡Por Daniel!?
-Sí… Es que... no se si siento algo por él.
-¿Y Marina, porqué se ha enfadado?
-Dice que él pasa de mí; y es verdad. Nos trata fatal, tanto a ella como a mí.
-Entonces, ¿Porqué no lo olvidas?
-Por que no estoy segura de si siento algo por él.
-Mira Andrea, sabes que yo no soy la más indicada para hablar de relaciones, pero sí de amistad, y creo que deberías hacer caso a Marina.
-Sí, lo he estado pensando.
-Ey, ¡Pues ya está!
-No es tan fácil...
-Nosotras te ayudaremos a que lo sea.
-Gracias...
-Y… te mereces algo mejor.-terminó Hayley sonriendo.
Ambas entraron alegremente en casa.
-Marina.-llamó Andrea.
-Qué. -contestó de mala gana.
-Que tienes razón.
-¿Ah sí?
-Sí, y venía a pedirte perdón.
-Vaaaaaa perdónala.-Hayley y Alice la miraron con ojos de cachorrito.
-Esta bien...-se rindió Marina sin poder acabar la frase, ya que Andrea ya estaba en sus brazos.
-¡Gracias, gracias! -gritó casi llorando.
-Vamos a cambiarnos y a prepararlo todo hasta la hora de cenar.
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Inadaptadas
Teen FictionCuatro chicas que se conocen en el cuarto de baño del instituto, se convierten en mejores amigas. Ellas creen que no consiguen adaptarse al mundo, o que el mundo no consigue adaptarse a ellas, de ahí el nombre de su grupo “Inadaptadas”. Andrea, es...