Capitulo X

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-¡Marina, ya estoy en casa! -gritó fuertemente Daniel al cerrar la puerta.

-¿Esta tu hermana en casa?-preguntó Annabeth. Ella y Marina se odian a muerte.

-Creo que sí.

-¡Vale!-se oyó gritar a Marina.

-Voy a pasarme a saludar. -sugirió como si nada la chica que se encontraba al lado de Daniel.

-Haz lo que quieras- se encogió de hombros mientras invitaba a sus otros amigos a entrar.

-Toc-toc. ¿Se puede pasar? -preguntó Annabeth.

-¿Quien es...?-preguntó Marina.

-Yo...tu amiga. An...-la chica se paro en seco- ja ja ja. ¡No sabes lo ridícula que estás! ¿una foto de recuerdo?

Marina se levantó rápidamente a por el teléfono móvil, pero la chica ya había hecho la foto.

-Adiós. Y gracias por la foto -se despidió.

-¡La mato! -Marina estaba furiosa.- ¡Como la envíe...!

-Tranquila, no creo. Es mala, pero no tanto, ¿no?

Marina y Andrea intercambiaron miradas durante unos minutos y Alice fue la que habló;

-Mala no, lo siguiente. Marina, al twitter.-ordenó Andrea.

Esta hizo lo que su amiga le mandó. Su pestaña de menciones estaba azul.

-¿Que?-dijo extrañada.-¿Alguien a puesto un tweet?

-Marina... mira de quien es.

La chica obedeció y miró quien era la autora del mensaje.

-¡La mato!-gritó Marina-¡Le voy a arrancar esas extensiones! -bajó las escaleras a zancadas.

-¡Marina ven aquí! -le pidió Andrea- no hagas nada de lo que te puedas arrepentir.

-¡Pasa de ella!

-¡Chicas, sabéis que tengo razón -les gritó Marina a sus amigas- y no intentéis detenerme porque la pagaré con vosotras y eso no me lo perdonaría jamás!

-Pero...-se oyó a Hayley renegar, ya que ella no quería que su amiga se metiera en líos- Así no solucionas nada.

Marina siguió bajando las escaleras rapidísimo. Se paró a observar toda la gente que había en su propia casa, y su enfado aumentó.

-¡Daniel!-gritó mientras se abría paso entre la gente.-¡Daniel!.

Sus ojos recorrieron la casa en busca del idiota de su hermano, hasta que tropezó y cayó al suelo.

-Perdón...-oyó a alguien.- deja que te ayude,

-No, gracias.-se apresuró a decir levantándose del suelo.

-Vale, vale.-aceptó el chico.- estas muy mona con ese pijama y esos... ¿boxes en la cabeza?

-Yo...-Marina levantó la cabeza al tiempo que se quitaba la ropa interior de la cabeza. Al ver a su piropeador, empezó a sufrir un ataque de nervios y vergüenza.-tengo que irme.

Se despidió y casi al desaparecer entre la multitud, se volvió una última vez para verlo sonriendo.

-¡Daniel!-gritó de nuevo. Por fin lo encontró.-¿Qué coño crees que haces?

-Una fiesta, como tu. ¿Acaso no puedo?

-Los quiero a todos fuera ya. No te lo pienso repetir.

-Marina...-no llegó a terminar la frase ya que su hermana le había pegado una buena bofetada.

-¡Todos fuera! -gritó a grandes voces- ¡La fiesta se ha acabado!

-¡Vieja! -soltó alguien.

-¿Vieja? Y tu gilipollas.-le contestó.

Hayley, Andrea y Alice observaron el panorama y bajaron a ayudar a su amiga.

-¡Fuera chicos!-decía una.

-Se acabó.-gritaba otra.

-¡Ahogafiestas! -soltó otra voz.

Marina estaba empezando a perder los nervios. Daniel observó a su hermana, era cierto que no se llevaban bien pero verla empezar a temblar de rabia, colera y odio no le causó gracia.

-Venga, todos fuera.-dijo empujando a la gente.

Algunos empezaron a salir. Poco a poco la gente desaparecía, hasta que quedó el grupito.

-¿Y ellos?-preguntó Marina a su hermano.

-Ellos se quedan, al igual que tus amiguitas.

-M... vale.-aceptó Marina.-Pero ella fuera.-dijo señalando a Annabeth.

-Marina, ya sabes que ella...

-Daniel he dicho fuera. Si no la tiras tú, la tiro yo.

-Vale. Y devuélveme mis boxes.

-Toma, aquí los tienes.-dijo lanzándonoselos a la cara- La quiero fuera de aquí

Marina lo miró, y se acercó al grupito.

-Huy, si es Marina Campos, con su nuevo look. En el insti quizás crees una nueva tendencia.

-Quizás la tendencia la crees tu -dijo aguantando su puño con la mano.

-¡Marina no!-gritó Andrea a lo lejos.

-Annabeth, fuera.

-¿Por qué? Con lo enrollada que eras antes...

-Y lo sigo siendo, pero con quién merece la pena.

-Niñata, te la estas jugando.

-¿Quien es la niñata que tiene ganas de jugar?

-Seras...-Annabeth se dispuso a golpearla cuando alguien la paró.

-No pierdas el tiempo An. Nos vamos.

-Pero Lucas, la has oído...

-Sí, y muy bien. Ha dicho fuera, pues fuera.-dijo el chico moreno que no dejaba de mirar a Marina.

Annabeth se dio cuenta y comprobó que Marinasentía cosas por él, así que remató el momento.

-Está bien, pero tu te vienes conmigo. -la chica cogió la cara del chico entre las manos y le dio un buen morreo. Allí, en las narices de Marina.

Ella quiso pedirle que se quedara, pero no podía. No a él. Y allí los vio, alejarse de la mano como una pareja feliz.

-Por cierto Marina-Annabeth se giro al tiempo que le dedicaba una sonrisa perversa- lo lamentarás.

-Si tu lo dices -dijo Marina dándose la vuelta mientras empezaba a subir las escaleras- Menuda idio...

-¿Y si vamos a dormir? -propuso Hayley.

-Si, eso estará bien.-aceptó Alice.

-Antes Andrea tiene que hacer una cosa, ¿no?

-Joder... -susurró ella- se tenía que acordar. Avisar si viene -Andrea se dirigió con su sobre hacia la puerta de la habitación de Daniel, la abrió y desapareció durante 30 segundos. Apareció roja como un tomate- Ya esta, ¿ahora podemos ir a dormir?

-Ahora si -contestaron todas a la vez.

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