Capitulo III

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Unas horas después...

-Hola chicas. -saludó Alice apoyándose en la puerta del baño- No he podido llegar antes, el de Literatura nos la tenía jugada.

-Jajaja -se rieron- tranquila.

-¡Uf... que calor! Y ahora a cambiarme otra vez.-suspiró cansada.

-¡Así es la vida Ali! -dijo Andrea.

-Venga, entremos. -dijo Hayley con prisa.

Esta misma abrió la puerta del baño en el que ponía "Chicas", y dejó entrar primero a sus amigas.

-Bueno va.-dijo al entrar.

-¡Sh! -susurraron sus amigas.- Calla.

-¿Qué pasa? -preguntó también en susurros.

-Alguien no ha tenido un buen día.-contestó Alice.

Pasearon entre los diferentes baños hasta encontrar el que estaba ocupado.

Oyeron como una chica lloraba.

-¡Es que eres gilipollas! Tienes a un montón de chicos detrás, y él... -se quejaba triste- Se fija en otra. Ojalá fuera al revés. Daría todo lo que tengo ahora por volver a la vida de antes. Cuando no era popular... ¿Porque no me di cuenta? -gritó entre sollozos.

De pronto oyó un ruido extraño.

-¿Hay alguien ahí? -preguntó preocupada.

-¡Es Marina, y nos ha pillado! -susurró Alice.

-Bah...-dijo Andrea poniendo los ojos en blanco y pasando del asunto.

-No seas así. Igual no es culpa suya... es porque su hermano le ha metido cosas en la cabeza... -le dijo Hayley a Andrea.- Sí, somos tres.-contestó más alto a la voz.

Marina dejó de llorar. Salió del baño, se lavó la cara y sonrió al espejo.

-¿Estás bien? -le preguntó Alice.

-Sí, ¿Por qué no lo iba a estar?

-¿Porque te hemos oído llorar, quizás? -dijo Andrea de mala gana.

A Marina se le pusieron los pelos de punta a oír a la chica.

-¿Andrea? -preguntó con lágrimas en los ojos.- ¡Vaya, pensé que no me volverías a hablar!

-Eso fue lo que tu me pediste. -replicó de mala gana.

-Respecto a eso... -parpadeó varias veces antes de seguir.- Andrea, yo... -empezó a disculparse.- Lo siento muchísimo, de veras. No sabes todas las veces que he soñado con nuestra despedida, y que me despertaba y todo era un sueño. Ojala hubiera sido un sueño, porque te necesito. Necesito tus bromas, tus abrazos, tus consejos...

¿Marina Campos llorando? Ninguna de las chicas se lo creyó, excepto Andrea.

-No me necesitas, pasó hace años. Tienes demasiadas amigas. Te sobran. Yo... no fui nadie.

-Fuiste mi Amiermana. -susurró entre lágrimas- Yo fui una tonta... Perdóname.

-La verdad es que sí. -respondió Andrea de brazos cruzados disfrutando del momento.

-Andrea... -le riñó Hayley dándole un codazo para que no fuera tan dura.

-Venga Andrea. -dijo Alice bajando la cabeza y uniéndose a las otras chicas.

-Todo el mundo merece una segunda oportunidad. -citó Hayley poniendo cara de niña buena.

-Ya... -dijo Andrea agachando la cabeza.

-¿Me perdonas? -dijo Marina con un brillo en los ojos.

-Solo si... -dice Andrea mientras finge que piensa- Si vuelvo a ser tu Amiermana.

-Hecho.-respondió la otra corriendo a abrazar fuertemente a su amiga.

-Que monas... -dijo Alice con voz de niña.

-¿Y no os vais a presentar ante una nueva amiga? -no hubo respuesta- Si queréis que sea vuestra amiga, claro...

-¿Marina Campos, la chica más popular del insti queriendo ser nuestra amiga?-dijeron a la vez- Lo borro de mi lista de cosas por cumplir antes de morir.

-Jajaja...-sonrió Marina secándose las lágrimas- Creo que nos llevaremos bien.

-¡Dios, hasta tiene una sonrisa perfecta! Tienes que tener a muchos chicos detrás.

Marina sonrío ante el cumplido

-Demasiados y solo me interesa uno, pero no tengo posibilidades.

-Marina... ¿Es quien yo creo que es?

-N... sí. -dijo agachando la cabeza.

-¿Y qué pasa? ¿Porque no tienes posibilidades? Pero si mirate. Eres...

-¿Perfecta? -preguntó sarcástica.

-Sí. -aceptó Alice.

-Me lo han dicho muchas veces, pero mira si soy perfecta que aquí estoy, llorando por un chico.

-¿Que ha pasado? -preguntó Andrea interesada.

-Annabeth, la niñata pija , ¿te acuerdas?

-¿La rubia de bote? -dijo Andrea riéndose.

-Sí. -miró hacia otro lado, triste.

-Pobre chica...

-Pues al parecer, no es tan tonta. -gruñó Marina.

-¿Y eso? -preguntó Hayley.

-Pues... He salido de clase, como siempre, y me han llamado al aula de el director para hablarme de una beca que pedí, y cuando he salido, los he visto.

-¿A quién?

-A Lucas y a Annabeth. -silencio. Todas sabían lo que Marina iba a decir.- Estaban liándose en mi cara.

-¿Qué? -preguntó Andrea sin poder creérselo.- Es... creí que era más listo.

-Y yo. -dijo Marina triste.

-Chicas, un momento, tengo una idea. -dijo Alice- ¿Y si quedamos mañana y... hacemos una fiesta? Estos temas no me gustan y creo que será lo mejor para todas.

-¡Si! -exclamó Hayley encantada.

-Por mi bien. -se unió Andrea.

-Pues si queréis la hacemos en mi casa. Mis padres no están y os podéis quedar a dormir.

-¡Sí! -gritó Hayley sonriendo- ¿En tu casa a las siete?

-Vale, luego Andrea os pasa la dirección por Whatsapp.

-Genial. -respondía Alice mientras llamaba a su padre.

-Andrea, ¿te vienes conmigo? -preguntó Marina.- Por los viejos tiempos.

-Por los viejos tiempos. -repitió cogiendo a su amiga por el brazo.

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