PRÓLOGO

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"Los humanos son efímeros. Mueren en un instante. Sería doloroso volver a perder a alguien. Nuestras vidas avanzan muy lento como para compartirlas con los humanos, pero son largas como para vivirlas solos. Deseo... Que las cosas se mantengan así para siempre."

Y tal como lo había dicho, el tiempo había pasado volando.

7 años exactamente desde aquel deseo en aquella mañana de año nuevo, sin embargo ante los ojos de Kokkuri-san no había sido más que un parpadeo, a pesar de los obstáculos que se presentaron y del calvario que significa vivir con Inugami y Shigaraki, a pesar de eso... amaba su nueva vida.

El inclemente tiempo había pasado.

Y la única víctima como prueba de su paso era Kohina, la ahora no tan niña que acogió a su cuidado. Aparentemente los dioses habían decidido ignorar su petición de año nuevo y no era como si esperara algo diferente, Kohina era humana; así las cosas debían ser.

"Eso es lo natural" trataba de convencerse a sí mismo, los humanos llegan y se van en tan solo un suspiro, él mismo tendría que enfrentar la muerte en algún momento. La diferencia radicaba en que esa era su decisión, él podría decidir cuándo morir y si quería hacerlo, en cambio los humanos no tenían otra opción; ese era su triste destino.

Si tan solo hubiera un método para alargar la vida de ella tanto como la suya, haría lo que estuviese en sus manos con tal de lograrlo, sin embargo tal cosa no existía ¿sería capaz de resistir su partida? no lo sabía.

Por el momento, era demasiado pronto para pensar en ello, Kohina apenas estaba en el inicio de su juventud aún le quedaba tiempo a su lado y él lo aprovecharía al máximo.

Y tal vez...

Sólo tal vez, se permitiría  disfrutar un poco más de lo que debería.

Im Laufe der ZeitDonde viven las historias. Descúbrelo ahora