CAPÍTULO 11

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Ahora tienes miedo y estoy listo

mi enfermo existir grita por solución



Ahora lo entendía todo.

Posterior a la serie de eventos desencadenados hace semanas, comprendía que lo que suponía era odio, se trataba más bien de poca tolerancia y mero desinterés. Tras lo visto ahora sabía lo que era despreciar de verdad:

Odiaba a Kokkuri-san.

Y aunque era consciente de que parte de ese sentir debía compartirlo a Kohina no podía hacerlo; la amaba. Así de mezquino como sonaba trataba por todos los medios buscar una justificación al porque la exoneraba de su penitencia, siempre encontrando más razones para castigarla que para mantenerla tras una cortina alejada de su ira.

Algo podía otorgarle entre toda esa algarabía es que ella no lo había planeado de ninguna manera, él debió saber que desde el momento en que se había alejado de ella para satisfacer una necesidad primaria cometió un error, desprotegida como estaba era más fácil para ese par tratar de arrastrarla a las vulgares acciones que mas tarde los llevarían a la espiral que era su presente.

Recordaba con bastante claridad como tras obtener la bebida para la joven, el mapache se había acercado a él alegando una disculpa que sabía no era sincera, tras esto sintió los tentáculos del joven compañero que respondía al nombre de Yamamoto sostenerlo desde la espalda impidiéndole moverse. De pronto todo tenía lógica, había notado el desespero en los ojos esmeraldas, poco antes de siquiera pronunciar palabra Kohina lucía bastante paranoica y ensimismada; todo era parte de un elaborado plan para separarlo de ella y así el zorro obtuviera la oportunidad de reunirse con SU amada.

Sabiendo que no iba a conseguir nada luchando en ese instante, se dejó arrastrar acompañado de ambos varones a una sala que reconocía como la biblioteca. si bien Shigaraki de vez en cuando le veía con lastima no pudo evitar sentir repulsión, ese hipócrita se atrevía a lamentar su estado siendo que era uno de los principales culpables ¿Cómo se había atrevido a fingir agrado por él cuando inicio su relación con la joven? Si simplemente no le agradaba no debió fingir que lo hacía, quizá ese era el motivo por el que realmente estaba molesto; se sentía traicionado.

Vio al tanuki abrir una ventanilla asintiendo a quien estaba del otro lado, no le costó adivinar que esa era la señal que el zorro estaba esperando. No se movió cuando las piezas cobraron sentido en su cabeza, la parte mas retorcida de si mismo deseaba saber como actuaria Kohina ante las pretensiones de otro hombre ¿ella le seguiría siendo leal? ¿Pondría su amor por sobre los demás? Con eso decidió finalmente liberarse, no planeaba interrumpir lo que fuese que sucediera, la sensación mas obscena que reconoció como curiosidad fue el detonante para acercarse a mirar.

Primero se encargo del alienígena, trató de develar lo que dentro del joven gris existía y no tardo en fracturar su mente, una habilidad recién descubierta que sabia le seria de mucha utilidad. Ya de pie tomo por sorpresa a su compañero espíritu, a pesar de que le dio batalla tras varios golpes después ya lo tenia dominado y sobre el piso flanqueando el borde del sueño y la conciencia.

Sus pasos se dirigieron a donde el alma agitada del zorro estaba, abrió apenas un ápice la puerta del balcón para poder observar dentro. Ahí estaba su Kohina alegando con mala cara al zorro su deseo por ir en su búsqueda, no pudo evitar sentirse emocionado al ver la genuina necesidad por encontrarle que despertaba en ella, tan preciosa como se veía se giró dispuesta a darle caza y él dispuesto a ponerse de pie planeaba ir a su encuentro.

Im Laufe der ZeitDonde viven las historias. Descúbrelo ahora