La Esposa

Capitulo 14: La partida

Estaba amaneciendo.

Los primeros rayos del día se adentraban en la habitación, iluminando la cama, en la cual, los dos cuerpos yacían entrelazados, unidos.

Se removió bajo la sabana, sintiendo el cuerpo de él, pegado al suyo. Suspiro, aun con los ojos cerrados y una leve sonrisa apareció en su rostro.

Esa noche no había habido ningún sueño, ninguna pesadilla la había perseguido.

Había encontrado la paz en los brazos de su marido.

Su marido.

-Estas despierta -Mail acerco su boca a su oído, susurrando las palabras, al tiempo que su brazo la apretaba mas contra su cuerpo.

-Tu también -y ella respondió divertida, refiriéndose al despertar de otra parte de su cuerpo.

-Tu me has despertado -Mail beso su cuello, despacio. Tiro de ella, girándola, dejándola tumbada sobre su espalda y miro su rostro. -¿Como te encuentras?

-Bien -ella le sonrió

-¿Solo bien? -alzo una ceja, trazando el contorno de su cuello, con un dedo.

-¿Esperabas otra cosa? -rio ante las cosquillas que le causaba -¿Una alabanza mayor?

-Al menos un, maravillosamente -sonrió y se coloco sobre ella, besándola -Tendré que poner más de mis fuerzas para conseguirlo por lo que veo.

-Mail -ella suspiro ante el mordisco de él en sus labios

-¿Uhm? -mordió su barbilla y alejo un poco su rostro para mirarla.

Se quedaron mirándose, el uno al otro.

Y entonces ella lo vio, vio el miedo pasar por sus ojos levemente y supo que no podía decirlo, que tendría que tragarse esas palabras, hasta que llegara el momento. Y rezaba porque llegara.

Varios golpes en la puerta sonaron y el frunció el ceño.

-¡Aun no solicite el desayuno! -giro el rostro hacia la puerta.

-¡Ni yo vengo a traértelo! -Niaj hablo al otro lado -¡sal un momento! ¡Es urgente!

-No te muevas de aquí -Mail la beso y se incorporo, tomo una de las mantas y cubrió su desnudez, después abrió la puerta -¿Que pasa?

-Tenemos problemas -Niaj miro a su primo preocupado.