Capitulo 17: Dificil

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-¿Así que mi hijo no te ha dicho donde iréis? -Thalia sonrió feliz.


-No -Ayla se sonrojo levemente.


-Bien, pues entonces querida, me temo que yo no debo hacerlo -le guiño un ojo.


-Y yo te lo agradezco madre -Mail se adentro en la sala, caminando con la mirada fija en su esposa, al llegar a su lado paso el brazo por su cintura y tiro de ella para abrazarla -¿Que tal has amanecido esposa?


-Bien -ella desvió la mirada sonrojándose.


-Bueno, iré a controlar a las niñas, antes de que ellas y mi esposo acaben con el Diablo -Thalia se marcho sonriendo.


-¿Has dormido bien, entonces? -le susurro al oído, rozando sus labios en la oreja y sintió como ella temblaba.


-Debería ir a ver si Niara necesita ayuda con la niña -nerviosa ella alejo su rostro.


-Ya tiene a Brodick vigilándola por si necesita algo -la apretó entre sus brazos -Y a Niaj molestando un poco -acerco los labios a su cuello y la beso suavemente.


-Mail -golpeo su hombro con la mano, aunque su voz salió en un gemido.


-¿Dime querida? -sonrió siguiendo concentrado en su cuello.


-Para, puede venir alguien -rio sin poder evitarlo.


-¿Y? No estoy haciendo nada que no deba hacer con mi esposa -su agarre se suavizo y la miro a los , sonriendo.


Por un momento se mantuvieron uno sumergido en el otro, hasta que el rostro de ella cambio, sus ojos se desviaron hacia la ventana y sonrió.


-Caballos -al oírla, Mail frunció el ceño sin comprender, hasta que el sonido del relinchar de los caballos llego hasta el. -¡¡Han llegado!! -y Ayla salió corriendo de la sala, atravesó la entrada y salió por la puerta principal, justo a tiempo de ver a su hermano desmontando su caballo, mientras el Laird Bukchaman y el Diablo junto con sus hijas se acercaban caminando.


Ayla se quedo parada en lo alto de las escaleras, observando a su hermano, el la miro y sonrió, entonces ella bajo los escalones rápidamente y se abrazo a él.


-¿Me has echado de menos, preciosa? -Eder sostuvo a su hermana entre sus brazos.


-Tanto como tú a mi -y ella le dio un beso en la mejilla.


Mail, observaba todo desde el umbral de la puerta, cuando sintió a Niara y a Thalia llegar y pararse junto a él, observando.


-¡Bienvenido de nuevo Laird MacPearson! -Angust se acerco a él, sosteniendo a una de sus nietas en un brazo y extendió el otro para estrecharle el suyo.

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