La Esposa

Capitulo 18: La cabaña

-Podría montar en mi propio caballo -Ayla giro el rostro para mirar a su esposo.

-Pero así viajamos mejor -Mail sonrió apretando el agarre en su cintura, pegándola aun mas a su pecho.

-¿Mejor? -Ayla negó con la cabeza sonriendo.

-Yo viajo así mejor -le hablo al oído, y aprovecho para besar su cuello, ante lo que ella se mordió el labio -Estoy deseando llegar.

-¿Llegar a...? -miro hacia abajo, al brazo de el enroscado en su cintura. -Aun no me has dicho a donde vamos.

-Llegamos -y el tiro de las riendas del caballo, disminuyendo el trote por el camino que se adentraba en el bosque. Pronto, una cabaña apareció ante ellos, un preciosa cabaña rodeada de flores.

-Es... -Ayla observo el lugar maravillada -¿Una cabaña?

-La cabaña de mis padres -Mail desmonto y alzo los brazos tomándola por la cintura y bajándola del caballo -Mi padre la mando construir y estuvieron aquí las primeras semanas de su matrimonio. Solos.

-¿Solos? -y ella se sonrojo -¿Estaremos solos?

-Totalmente solos -acerco su rostro al de ella y beso sus labios despacio -Sin mis padres, sin Niaj, sin las gemelas, sin Niara, sin tu hermano. -volvió a besarla, esta vez deleitándose en el beso -Solos tu y yo. -sonrió y la sorprendió cargándola en sus brazos -Y ahora señora Bukchaman, entremos a nuestra casa por los próximos días.

-Estas loco -Ayla rio sujetándose a su cuello.

El la llevo hasta la pequeña cabaña y abrió empujando la puerta y entrando con ella entre sus brazos.

-La acondicionaron para que no nos falte nada -la dejo despacio en el suelo, sin liberarla de su brazo en torno a la cintura -Aunque tendremos que salir a pescar y cazar. ¿Sabes pescar?

-Solía ir con mi hermano -alzo el rostro para mirarle -Gracias.

-Solo quiero hacerte feliz -acaricio su mejilla.

-Y lo haces -y esta vez fue ella quien alzándose de puntillas, acerco el rostro al de él y beso sus labios. -¡Ah! -grito sorprendiéndose cuando el volvió a cargarla en sus brazos.

-Creo que es momento de que te muestre mi lugar favorito de esta casa - y atravesó la cabaña hasta entrar a la habitación.

-¿Este es tu lugar favorito? -Ayla le miro alzando una ceja

-Lo será por los próximos días -y avanzo saltando sobre la cama con ella -Y espero que también sea el tuyo -y apreso sus labios.

La leve brisa acaricio su piel y sentirla la obligo a abrir los ojos. Por un instante se sintió confusa, sin reconocer el lugar en el que se encontraba y entonces sonrió. Miro a su lado, al lugar vacio en la cama, se estiro bajo las sabanas y suspiro.