La Esposa

Capitulo 11: Bendiciones

La sucesión de guerreros se veía desde la ventana de su habitación. Allí parada ante aquel cristal que la separaba del exterior, los observaba.

Los Lairds, estaban allí, para presenciar la unión de ella y Mail, de sus clanes.

Observo como Angust Bukchaman daba la bienvenida a los Lairds, seguido por Mail y por Eder.

Su atención se centro en su hermano, en el distante saludo entre él y el Laird Alastair Fergusson.

-Thalia, cada día esta más hermosa -El Laird Dalias MacLairs tomo la mano de ella y la beso sonriendo.

-Y tu cada día más adulador -Ella le correspondió con una sonrisa cariñosa -Bienvenido a mi casa Dalias.

-Es un placer estar aquí -miro a Angust y sonrió -Y al fin por algo bueno, nada de guerras y de batallas. Una boda.

-¿Y donde está la novia? -Alastair Fergusson pregunto mirando a su alrededor.

-Mi hermana debe estar a punto de bajar -Eder dio un paso hacia el, mirándole fijamente.

-¿Cuanto hace que no ves a tu sobrina Alastair? -Thalia se acerco y le saludo asintiendo con la cabeza

-Diez años -Y fue Eder quien respondió, caminando hacia la pared para apoyarse en ella

-Vaya, es mucho tiempo ¿no? -Angust frunció el ceño.

-El Laird Fergusson es un hombre muy ocupado -Eder se cruzo de brazos.

Los presentes se miraron en silencio, notando la tensión que reinaba en el ambiente.

-Señores -Ayla se paro en la entrada a la sala, mirando a todos.

-Menos mal -Niaj hablo en voz baja a Mail -A ver si ella puede relajar un poco esto.

-¡Ah! ¡Querida Ayla! -Dalias camino hacia ella sonriendo -Te ves tan hermosa como recordaba -tomo la mano de ella y la beso, después guiándola al interior de la sala miro a Mail -Tu prometido es un hombre con suerte.

-Si, lo soy -Mail respondió mirándola a los ojos.

-Gracias Dalias -ella le sonrió con cariño -Me alegra volver a verte.

-Te pareces tanto a tu madre -el suspiro y miro a Alastair -¿No opinas Fergusson?

El se tenso, miro a Ayla durante unos segundos y finalmente dio un paso hacia ella. Para todos los presentes no paso desapercibido que Eder se aparto de la pared y avanzo hacia ellos, acercándose despacio y observándole desconfiado.