Parte sin título 9

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Emma salió corriendo de la casa de la morena y llegó una hora más tarde de lo que su madre le había exigido.

«Te dije que vinieras derecha a casa» Mary estaba esperando a la muchacha en la sala

«Disculpa, mamá. Es que tuve que ayudar a Zelena a resolver algunas cosas...» Emma inventó una disculpa de última hora.

«Emma, Zelena ya no te da clase» la mujer dijo mientras se levantaba.

«Lo sé, pero mi profesora de literatura faltó y fue Zelena quien la sustituyó» la muchacha dijo revirando los ojos, en parte no era mentira.

«Entiendo. Bueno, voy a salir y quiero que te quedes en casa, ¿entendiste?» preguntó Mary a la chica y esta se tiró en el sofá.

«Está bien, de todas maneras tengo deberes que hacer» se encogió de hombros.

Mary salió y la muchacha comenzó a reírse mientras recordaba la fabulosa mañana que había tenido. Aún podía sentir las caricias de la morena en su piel y estaba extremadamente feliz.

Mientras, Regina estaba en plena crisis consigo misma, quería a la muchacha de todas las maneras posibles, pero estaría arriesgando toda su vida por un romance que posiblemente no saliera bien.

Emma tenía una vida por delante, entraría en la facultad, haría nuevos amigos y nuevos amores aparecerían. Sin contar con los padres de la rubia, que por lo que había visto, eran super protectores.

El día pasó rápidamente y Regina consiguió terminar su libro, al día siguiente lo llevaría a la editorial de su padre. En su cabeza ya había ideas sobre el libro que basaría en Emma, solo que al ponerse a escribir, las palabras no le salían.

Tomó un baño y cuando se miró en el espejo, vio las marcas rojas en su cuello, pasó los dedos por encima y sonrió al recordar cada detalle del cuerpo de la muchacha.

«Vas a acabar volviéndome loca, Emma» dijo Regina en voz alta, y para sí misma, mientras seguía sonriendo.

Se echó en la cama y se quedó unos minutos mirando su móvil, pensando en llamar a la rubia, pero seguro que crearía problemas por la exagerada protección de los padres de la muchacha.

Dejó el aparato de lado y acabó yéndose a dormir porque no podría ni quería faltar un día más al trabajo.

Los rayos de sol batían en la ventana y la morena se despertó antes de que el móvil la despertase, se aseó y se fue a trabajar. Nunca fue de las de desayunar y ese día no marcó una excepción.

Llegó a la escuela y se fue derecha a la sala de profesores donde sabía que el director iba a hacer una reunión sobre la excursión.

«Buenos días a todos» dijo Regina mientras se sentaba, y se extrañó ante la cara de espanto que puso Zelena «¿Algún problema?» susurró a la amiga

«¿Ayer fue un buen día?» respondió la pelirroja en el mismo tono y sonriendo

«No pasó nada ayer» la morena arqueó una de sus cejas

«Deberías haber escondido esas marcas antes de intentar mentirme» dijo señalando el cuello de la amiga.

«Mierda» la morena rezongó y forzó una sonrisa a la amiga «¡Sin chistes ni comentarios idiotas!» dijo revirando los ojos

«¡Está bien!» Zelena levantó las dos manos sonriendo

La reunión transcurrió con normalidad mientras los grupos ya estaban asistiendo a clase.

«¡Emma! ¡Estoy hablando contigo!» Killian tocó con el codo a la amiga

«¿Qué es lo que quieres? ¡Te escucho!» la rubia contestó con rabia

«He hecho una apuesta y te he metido a ti en medio» el chico se reía

«No voy a separar a nadie de una pelea» replicó Emma encogiéndose de hombros

«He apostado a que la señora Mills no va a venir hoy y si pierdo, voy a tener que besarte. Intenté impedir que los chicos apostaran eso por nuestra situación del año pasado y tal, pero no funcionó» dijo Killian riendo

«¡Te voy a matar, Killian! Sal de mi vista» dijo Emma con rabia y el chico se marchó

«¡Hasta luego, baby!» el amigo sonrió maliciosamente, y cerró los ojos rezando para que la morena no estuviera en la escuela.

Emma y Killian salieron juntos durante cinco meses el año pasado, y después de que hubieran terminado la relación, se hicieron amigos. La rubia perdió la virginidad con el chico y lo veía como algo normal, pero nunca más se había acostado con nadie hasta ese momento.

Las clases estaban transcurriendo con normalidad y escucharon el timbre del descanso al mismo tiempo que Regina pasó frente al aula de la rubia, y le sonrió a esta.

«Solo quería declarar para el bien de la humanidad que nuestra profesora Mills acaba de pasar» gritó Arthur desde el fondo del aula

Emma salió del aula lo más rápido que pudo, pero corrieron tras ella y formaron un círculo rodeando a Killian y a la rubia.

«Rubia...» Killian le agarró la mano

«Me vas a causar problemas, no puedo hacer esto» Emma miraba seria al muchacho.

«Sabes que si no cumplo esta mierda de promesa, se estarán metiendo conmigo el resto del curso, por favor...Hazlo por mí» Killian se fue acercando y agarró a la rubia por la cintura pegando sus cuerpos.

Killian rozó sus labios y por fin introdujo su lengua en la boca de la muchacha. Los alumnos que estaban en la rueda comenzaron a aplaudir y gritar llamando la atención de todos.

Regina y Zelena pasaron por el pasillo y fueron a comprobar lo que estaba pasando y la morena desorbitó los ojos al ver la escena.

«No me lo puedo creer» la morena balanceó la cabeza negativamente

«¡No sé lo que está pasando aquí, pero ya es hora de parar!» dijo Zelena en voz alta reprendiendo a los alumnos y asustando a la pareja que estaba en medio del círculo.

Emma miró asustada a Zelena y en seguida sus ojos se humedecieron al ver que Regina estaba presente. La morena salió de allí rápidamente y las otras personas también, el muchacho le dio un piquito a su amiga y se fue dejándola sola con Zelena.

«¿Qué tienes en la cabeza?» dijo la pelirroja a la muchacha

«¡No lo sé! Yo...» intentó argumentar, pero Zelena no la dejó

«Ve tras ella y ten paciencia porque no va a ser nada fácil» la profesora se giró y se marchó

Emma salió corriendo por la escuela detrás de Regina y la encontró en la biblioteca.

La morena estaba sentada mirando el libro Don Casmurro que estaba sobre el mostrador. Emma se fue acercando y apoyó su cabeza en el hombro de la morena.

«¡Sal!» dijo Regina seca

«Puedo explicarlo» dijo Emma dejando escapar algunas lágrimas

«No tiene nada que explicarme, Swan. No tenemos nada, solo amistad. ¿Recuerda?» la morena miró a la muchacha y en sus ojos se plasmaba la decepción.

«Regina...» Emma intentó abrazarla

«Señorita Swan, su horario de descanso va a finalizar» dijo Regina levantándose

«¿Volvemos a lo de señorita Swan?» preguntó Emma irritada «¡Sé que he sido una idiota, Regina!»

«Estamos de acuerdo en algo» la morena fue caminando hacia la salida.

«Habla conmigo, por favor...» la muchacha se apoyó en la pared

«No tenemos nada más que conversar, Swan. Su novio debe estar esperándola...» Regina siguió andando hasta la sala de profesores.

Love is weaknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora