Parte sin título 24

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«Estás guapísima, Emma...» Regina acariciaba el rostro de la amada «Te he echado tanto de menos...» dejo caer una lágrima

«Shhh...¡Estoy aquí, mi amor! ¡Nada nos va a separar ahora!» la rubia atrajo a Regina hacia ella y la besó apasionadamente «¿Por qué no fuiste a hablar conmigo cuando me viste en el centro comercial?» Emma miró tristemente a la amada.

«No sabía cómo hacerlo, mi pequeña...Tu padre estaba junto a ti, en ese momento Granny se paró a preguntarme si estaba bien...» abrazó a la muchacha «¡Te amo!»

«¡Yo también, mi reina!» Emma dijo sonriendo y estrechando a la morena entre sus brazos

«¿Vienes a vivir conmigo?» Regina preguntó con miedo de la respuesta

Emma ya no era la niña mimosa que conoció, ya no llevaba dentro aquella inocencia y podría perfectamente haber cambiado de idea y solo querer jugar con ella.

Sí, la muchacha le había demostrado su amor. Pero, ¿estaría dispuesta a enfrentarse a una relación seria y e irse a vivir con ella?

Con dieciocho años nos hacemos mayores de edad, pero ¿tendría la madurez suficiente y sentido común para vivir con otra persona?

No envuelve solo el amor. Envuelve gastos, empleo, otras mil barreras que tienen que ser derrumbadas y por encima de todo...el deseo y la capacidad de entender y aceptar los defectos del otro.

Regina se quedó asustada ante el silencio de la muchacha, Emma se fue acercando a la morena y puso su boca cerca del oído de esta.

«Por supuesto que sí...quiero vivir para siempre a tu lado» susurró entre lágrimas «Solo tenemos un problema...» miró a Regina

«Tus padres...» completó

«Exactamente. No sé si va a ser fácil, Regina...¡Son irreductibles!» dijo Emma pegando sus cabezas

«Si el problema es ese, ahora mismo lo vamos a resolver...¡Ven!» arrastró a la rubia a la sala donde los padres de la muchacha estaban hablando con Henry «¿Papá?» Regina llamó a la puerta y abrió

«¡Entra, hija!» respondió Henry y los padres de Emma se levantaron al momento

«No quiero discutir, no quiero que monten un escándalo. Pero...» la morena hablaba mirando a la pareja, pero fue interrumpida por Emma

«Me voy a vivir con Regina» dijo de un tirón y Mary se quedó pálida «No quiero saber si lo aprobáis o no, soy mayor de edad y ahora hago lo que quiero» respiró profundamente «Señor Henry...» se acercó al padre de la morena «Es un placer conocerlo» sonrió

«¡El placer es todo mío, Emma! Y no me llames de señor, por favor...» sonrió y le guiñó un ojo «Tienes mi aprobación para salir con mi hija y casarte con ella» cogió una de las manos de la rubia y una de las manos de Regina y les dio un beso a cada una «¡Estoy completamente a favor de este amor!» limpió las lágrimas que corrían por el rostro de su hija

«¡Pero nosotros no!» protestó Mary

«Tú no lo apruebas...» dijo David mirando a la esposa y después se acercó a las dos enamoradas «Creo que habéis demostrado durante todo este tiempo cuánto os amáis, al principio me asusté y enfadé porque creí que Emma no tenía la madurez para enfrentar todos los problemas que vuestra relación acarrearía, pero estaba equivocado» agarró las mano de Regina y la miró a los ojos «Le debo disculpas, Regina...Y quiero que me perdone por haber desconfiado de sus intenciones con mi hija...» los tres ya estaban llorando «Quiero que me perdone por casi haber acabado con su carrera y principalmente le pido disculpas por haber hecho que las dos sufrierais» limpió las lágrimas de su propio rostro y atrajo a la rubia hacia sus brazos «Hoy le estoy entregando mi oro, lo más importante de mi vida...a Emma» le dio un beso en la cabeza a la hija «Por favor, cuide de ellas y no deje que nada malo le suceda» se acercó un poco más a Regina y también le dio un beso en la cabeza.

«¡David, le perdono por todo! Y le agradezco por entregarme lo más valioso de su vida. De verdad amo a su hija, no sé explicar cómo o cuándo sucedió...Pero estoy segura de que puedo hacerla feliz» abrazó al suegro «Gracias por haber entendido nuestro amor»

Emma abrió los brazos y abrazó al padre y a su amada al mismo tiempo, aquel momento era el mejor de su vida y nada lo estropearía.

La muchacha se acercó a su madre con los ojos llorosos y la abrazó.

«¡Lo siento mucho! De verdad que lo siento, eres mi madre y siempre te querré...Pero no puedo dejar de ser feliz para satisfacer tu sueño de tener una hija hetero» dijo entre lágrimas «¡Lo siento mucho! Pero voy a ser feliz con la persona que amo» se separó y corrió a los brazos de la morena.

«¡Todo va a estar bien, mi pequeña!» Regina susurró en el oído de su amada y ambas salieron de aquella sala.

«¡Ve! Termina esa sesión de autógrafos cuanto antes, porque quiero recuperar este tiempo que he estado lejos de ti» sonrió maliciosamente

El evento terminó después de unas horas y Zelena las detuvo cuando ya se estaban marchando.

«¡Y finalmente al amor venció!» dijo la pelirroja sonriendo y corriendo para abrazar a su ex alumna y a su amiga.

«¡Y tú fuiste la persona que más ayudó! ¡Muchas gracias! ¡De verdad, hermana mía!» dijo Regina sonriendo, siempre consideró a Zelena como una hermana.

«Gracias, Zel...» dijo Emma agarrada al cuello de su ex profesora

«¡Sed felices, mis amores!» dijo la pelirroja emocionada

La pareja se marchó y entraron besando a la casa de la morena

«¡Mañana mismo vamos a buscar tus cosas, mi pequeña!» dijo mientras cerraba la puerta.

«¡Vamos cuando tú quieras, mi reina!» dijo Emma prendiendo a la morena contra la puerta «Me acuerdo de la primera vez que vine y te dije que te harías famosa» sonrió distribuyendo besos por el rostro de Regina

«Y tenías razón...» susurró «Pero tenías más razón cuando me besaste ahí...» señaló para el sofá «Te amo, Emma Swan...» sonrió

«¡Te amo, Regina Mills!» cogió de las manos a la morena y la arrastró hacia la habitación.


Love is weaknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora