Parte sin título 11

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«Zelena, cuídala por mí» dijo Mary al dejar a la muchacha en la puerta de la escuela para subirse al autobús que llevaría a los alumnos.

«Puedes estar tranquila, prometo que no voy a despegarme de ella» Zelena revolvió el cabello de la rubia y esta reviró los ojos

«Como si fuera una niña pequeña...» refunfuñó Emma haciendo que todos riesen.

«Zelena, yo voy con mi coche un poco después que ustedes, tengo que resolver algunas cosas» Regina llegó y le dijo a la pelirroja sin notar la presencia de los padres de Emma, e ignorando a la muchacha.

La rubia se quedó estática al mirar a su profesora. Regina llevaba un short vaquero y una camiseta negra que marcaba todas sus curvas.

«Está bien. Deja que te presente a los padres de Emma...» Zelena sonrió a su amiga «Estos son Mary y David»

«Hola, yo soy Regina Mills. Profesora de Literatura» la morena los saludó sonriendo y después se marchó «Hasta más tarde, Zelena» dijo Regina sonriendo y moviendo la mano.

«Bueno, nos marchamos. Que tengáis un buen viaje» los padres abrazaron a la muchacha y se despidieron de la pelirroja.

Zelena comenzó a andar y cogió a la rubia de la mano.

«Límpiate la baba que aún te chorrea por la boca» rio y abrazó a Emma

«No tengo culpa de que sea extremadamente guapa y se...» Zelena desorbitó los ojos al escuchar lo que la rubia iba a decir.

«Es gracioso escucharte decir esas cosas lejos de ella y casi trabándosete la lengua»

Se quedaron conversando algunos minutos hasta que llegaron todos los alumnos que irían a la salida.

«¡Bueno, a ver gente! Bebidas alcohólicas prohibidas. ¡Sois menores de edad y la escuela es responsable de vosotros!» dijo Zelena al entrar en el autobús con el grupo.

«La escuela no. ¡Usted y la profesora Mills!» gritó Arthur y sonrió maliciosamente.

«Sí, solo que allí seremos únicamente Zelena y Regina. Vamos a hacer lo mismo que ustedes. Divertirnos. Somos mayores de edad y vacunadas, nosotras vamos a beber y punto» dijo la pelirroja haciendo una mueca, pero bien sabía ella que ellos llevaban bebidas escondidas.

Mientras, Regina fue a llevar una copia de su libro a la editorial de su padre, sus cosas ya estaban preparadas y no tenía que volver a pasar por su casa.

«Sidney, querido...» Regina abrazo a su agente

«Veo que ya tenemos tu opera prima» el hombre sonrió y cogió el libro de sus manos.

«Sí, ahora quedará en vuestras manos» la morena le devolvió la sonrisa.

«¿Y el nuevo libro? ¿Ya lo empezaste?» Regina se puso seria al escuchar la pregunta

«No he empezado nada. Sidney, no voy a entrar en detalle porque estoy con retraso. Dile a mi padre que después hablo con él» se despidió del hombre y entró en su coche para dirigirse al tan esperado destino.

Emma se junto al grupito de Arthur y fueron cantando todo el camino.

«¡Diviértanse y tengan cabeza!» Zelena liberó a los adolescentes y fueron a ver las habitaciones para dejar sus cosas.

La pelirroja cogió un cuarto para ella y para la morena con dos camas de matrimonio y un baño.

Algunas horas después, Regina llegó y los encontró a todos en la piscina, pero sus ojos se enfocaron directamente en Emma.

La muchacha estaba sentada en el borde de la piscina con una bebida en las manos.

«¡Profesora Mills! ¡Ven también a la piscina!» gritó Killian sonriendo

«¡Más tarde! Tengo que hablar antes con Zelena» Regina sonrió forzadamente y fue en busca de su amiga.

«¡Y la flor ha aparecido!» rio Zelena

«¿Has visto que están bebiendo, no? Y debe ser algo fuerte...» la morena reviró los ojos «No quiero que me detengan por dejar beber a adolescentes de dieciséis años »

«¡Tranquilízate, solo estamos nosotras aquí! ¡Y también he traído para nosotras? Zelena sonrió «¿Ya has encontrado a tu amor?» preguntó irónica y revirando los ojos

«No sé de quién estás hablando» dijo Regina mientras se ponía unos shorts blancos encima del biquini «Si acaso es de Swan, estaba ya bien sueltita cuando llegué» se levantó y se encaminó a la salida «Ven, quiero ver su reacción al verme en la piscina con sus amigos»

Regina y Zelena salieron de la casa y los alumnos se quedaron alucinados al ver a las dos en biquini y entrando en la piscina.

«¡Wow!» dejó escapar Emma al ver a Regina zambulléndose y se fue a beber con la gente que estaba fuera del agua.

Regina se dio cuenta de que Emma había salido y entonces tuvo una idea para pasar por delante de la muchacha.

«¿Queréis música? Mi coche tiene potentes altavoces» dijo riendo

«¡Claro, profesora Mills! Yo he traído un pen drive con canciones...» dijo Arthur mientras se encaminaba ya a buscar el dispositivo.

«Aquí soy solo Regina» la morena dijo sonriendo y caminando hacia el coche.

Pasó por el lado de la rubia y sintió los ojos de esta quemando sobre su cuerpo. Miró a su alumna y la vio tomándose otra dosis de tequila.

El día transcurrió con diversas provocaciones, fueron a cocinar y otras cosas. Parecían de verdad una familia, el ambiente solo estaba pesado entre Regina y Emma.

La noche llegó y ya estaban todos ebrios, la morena era la más sobria de todos.

Estaba preocupada por Emma, la muchacha estaba bebiendo demasiado y no podía mantenerse de pie correctamente.

«Emma, ya basta» Regina se acercó a ella y le puso una mano en el hombro.

«¡Sal de mi lado!» la muchacha retrocedió

«Ven conmigo...» abrazó a la rubia por detrás y fueron caminando hacia el baño de su habitación.

Emma se enfadó mucho, cerró la puerta y comenzó a remedar a la morena.

«Emma, solo amistad. Emma, estoy celosa. Emma, voy a hacer sentirte la mejor sensación del mundo. Emma, eres idiota...» fue diciendo y con cada palabra una lágrima salía «¿Qué quieres hacer con la mierda de tu vida? ¿Te vas a decidir?» gritó y la morena ni prestaba atención.

«No voy a discutir contigo mientras estés ebria. Vete a tomar un baño y después conversamos...» Regina dijo calmadamente a la muchacha.

«¿Me ayudas a quitarme la ropa?» Emma bajó la cabeza mirando automáticamente al suelo.

Regina desanudó el biquini de la muchacha y le dio un beso en su hombro.

«¿Por qué? Explícame por qué hiciste aquello...» decía mientras repartía húmedos besos en el cuello de su alumna

«Fue una apuesta...» la rubia susurro «Solo ayudé a Killian para que no fuera motivo de chistes por el resto del año»




Lo sé. Dos tontas muy tontas las dos. Y ya quisiera yo haber tenido dos profes tan enrolladas como Regina y Zelena. Yo nunca tuve una salida de estas. Sí es verdad que en un viaje de fin de curso, hoy los chicos se las ingenian para saltarse un poco las normas, pero que las profes (aunque sean veinteañeras) se junten a ellos, ya es más raro. 

Love is weaknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora