Al abrir la puerta, Regina tuvo una visión totalmente diferente de la Emma que conocía. La muchacha estaba con ojeras, el rostro hinchado por el llanto, cabello despeinado y lo que la intrigó mucho más era que aún llevaba la mochila de la escuela.
Emma apagó el móvil y corrió a los brazos de la morena estrechándola contra ella.
«Calma, mi amor, calma...» la profesora estrechó a la muchacha entre sus brazos «Te amo...» susurró y dejó que las lágrimas salieran
«¡Te quiero, Regina...Te necesito!» Emma reposó su cabeza en el hueco del cuello de la otra y también se rindió al llanto.
«No aguanto estar lejos de ti, no aguanto...» le dio un beso en la cabeza a su alumna y cerró la puerta con el pie.
Regina miró hacia el techo y suspiró profundamente para contener el dolor que sentía al ver a la muchacha sufriendo tanto.
«Ya no sé quién soy...» Emma levantó la cabeza y miró a los ojos a su profesora
«Claro que lo sabes, mi pequeña. Eres aquella Emma que conocí y me obnubiló...» dijo acariciando el rostro de la muchacha
«Hazme tuya, por favor...» Emma susurró «La última vez...» dijo y la morena cerró los ojos intentando controlar el llanto.
Regina cogió a Emma por la mano y la llevó hasta su cuarto mientras la iba desnudando, dejó vagar sus ojos por el cuerpo de la rubia intentando grabar todo en su mente, cada curva, la muchacha hizo lo mismo con Regina y se rodearon en una burbuja solo de ellas, olvidándose del mundo entero.
Los labios se tocaron y las manos exploraron ambos cuerpos, apretando, deslizándose, mirando. La morena recostó a Emma mientras la iba besando y esta dejó caer una lágrima que Regina enjugó distribuyendo besos por todo su rostro, cuello, cabello.
Emma metió sus manos en el cabello de su profesora apretando y trayendo los labios de Regina de vuelta a los suyos, mordiéndolos y tirando de ellos levemente.
La morena se deslizó por su cuerpo trillando un camino de mordiscos y lamidas hasta los pechos de la muchacha, que gimió al sentir los labios de ella en la zona. El cariño y el amor que sentían fue lo que cogió las riendas en ese momento.
Emma apretaba los brazos de Regina cuando esta intensificaba las mordidas en su cuerpo, con la intención de marcar, de no olvidar y no dejar que la muchacha olvidara.
Cuando alcanzó los muslos de Emma se sentó y le pidió a la rubia que se sentara de espaldas a ella, Emma lo hizo, su cuerpo se pegó al de Regina.
La morena colocó los cabellos de la muchacha hacia un lado y distribuyó lamidas en la nuca mientras las manos recorrían su cuerpo por delante hasta llegar a su intimidad.
«Acuérdate de esto» dijo Regina e introdujo dos dedos en Emma que gimió y arqueó el cuerpo hacia atrás chocando con el de ella.
Con una mano la morena iba y venía dentro de la muchacha, y con la otra rodeaba el cuerpo de Emma, quien la alcanzó y entrelazó sus dedos con los de la morena.
«Regina...» Emma ronroneó, con los movimientos de la morena la rubia se movía hacia atrás y hacia delante, provocando que la intimidad de la morena se mojara completamente.
La velocidad aumentó gradualmente, y no pasó mucho tiempo hasta que Regina sintió a Emma contraerse apretando sus dedos.
No aguantó pensar que no iba a volver a ver a su pequeña, las lágrimas cayeron por su rostro, pero Emma no podía verlas. Así que, la morena fue lo más adentro que pudo y sintió a Emma correrse apretando su mano.
«¡Te amo!» susurró al oído de la muchacha «Nunca te olvides de eso, eres solo mía...» mordió la nuca de la rubia.
Emma estaba sonriendo y con la respiración acelerada debido al orgasmo que había tenido, se giró hacia la morena y la fue recostando lentamente en la cama.
«¡Yo también te amo, mi amor!» descansó su cuerpo sobre el de Regina y esta la estrechó entre sus brazos.
«¿Por qué fuiste a beber? No hagas eso, mi pequeña...Por favor...» dijo la morena mientras acariciaba su pelo, Emma la miró y deslizó su cuerpo hacia un lado, descansando su cabeza en el pecho de Regina.
«Es la única manera que tengo para aguantar estar lejos de ti...» susurró mientras las lágrimas volvían a salir «Después de que Zelena me entregara la carta, no pude quedarme en la escuela y salí»
En ese momento, la morena arqueó la ceja
«O sea, deja que adivine el resto...¿Te saltaste las clases, fuiste al bar de tu prima, te pusiste hasta arriba y viniste para acá?» dijo y se quedó mirando a la muchacha.
«Casi...Solo te has equivocado en la parte del bar de mi prima, no fui allí» se sentó en la cama «Fui a un bar que nadie conoce y todos deben estar buscándome»
«No sé si enfadarme contigo por haber hecho eso o secuestrarte aquí y así no estar nunca más lejos de ti...Estos tres meses han sido un infierno, no consigo hacer nada...Solo llorar» dijo y la rubia entrelazo sus dedos
«Siempre seré tuya y no importa lo que mi madre haga, ¡soy tuya!» la morena sonrió al escuchar aquellas palabras, su corazón se henchía de felicidad cuando estaba con Emma
En aquel momento nada más importaba, la promesa sería cumplida y en menos de dos años volverían a estar juntas.
«Yo soy tuya, mi pequeña...» besó la mano de la rubia que estaba enlazada a la suya «Y siempre lo seré...»
«¿Lo prometes? ¿Me prometes que no vas a estar con nadie durante este tiempo?» las lágrimas resbalaban por ambos rostros, queriendo o no esa era la verdadera despedida.
«Sí, lo prometo...¡Soy tuya, Emma!» la morena cerró los ojos para intentar controlar el llanto «No quiero que salgas por esa puerta y me dejes en la oscuridad de nuevo...»
«No quiero marcharme, pero si no me voy, vendrán aquí y será peor...» la muchacha respiró hondo y soltó las manos «Volveré, en menos de dos años estaremos en esta cama de nuevo...»
«¿Sabes este corazón?» Regina señalo hacia su propio corazón «Es solo tuyo. ¿Y sabes esta cabeza? Los únicos pensamientos son sobre ti y vamos a estar conectadas siempre. Una conexión de cuerpos, mentes y almas...» Regina se sentó en la cama y besó a la muchacha.
Emma juntó todas las fuerzas que tenía y comenzó a vestirse.
«No me acompañes a la puerta, por favor...No quiero que me veas saliendo de aquí...» dijo con los ojos llorosos nuevamente «¡Te amo!» camino hacia la puerta de espaldas y mirando a la morena «¡Te amo!» repitió
«Te amo, mi pequeña» dijo la morena en mitad de las lágrimas. Emma salió corriendo de ahí y de la casa.
Regina estaba llorando copiosamente y escuchó la puerta cerrándose. Su deseo era correr tras Emma y huir con la muchacha, pero solo complicaría más las cosas.
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Love is weakness
FanfictionTraducción del fic portugués del mismo título escrito por LoveParrilla Regina Mills se enamora de su alumna, Emma Swan y tendrá que enfrentarse a muchos problemas para poder estar juntas. A veces los padres piensan que están protegiendo a sus hijos...