Regina siempre había sido una persona reservada, nunca le había gustado salir mucho con los amigos y generalmente se quedaba en casa escribiendo.
La noche finalmente llegó y la morena estaba exhausta. Tomó un baño para relajarse, se sirvió una copa de vino y se sentó en su escritorio para continuar con su libro, pero fue en vano, lo único en que pensaba era en su nueva alumna.
Para la morena, Emma solo era una muchacha que estaba comenzando a vivir, pero tenía algo diferente a las otras chicas. La muchacha cargaba con cierto misterio dentro de ella, sus ojos eran una invitación para el alma, como si quisieran ser descifrados, amor...La rubia necesitaba ser amada.
La profesora desistió de escribir y se fue a echar, al día siguiente tendría tiempo suficiente para escribir, a fin de cuentas sería sábado y no tenía que ir a trabajar.
Se despertó con la claridad del sol reflejándose en su ventana, si había algo que Regina adoraba era un hermoso día soleado, su inspiración estaba emanando por sus poros y presentía que ese día sería altamente productivo.
Se aseó, desayunó y se vistió para ir a dar una vuelta, aclararse las ideas y pensar en lo que iría a escribir.
Regina caminaba tranquilamente por una plaza cerca de su casa cuando vio a Emma sentada sola en el césped.
La muchacha parecía triste, como si necesitara a alguien a su lado en aquel momento. La morena se fue acercando lentamente sin que la rubia se diera cuenta.
«¿Señorita Swan?» Regina colocó su mano en su hombro llamando su atención
«¿Profesora Mills? ¿Qué hace aquí a esta hora de la mañana?» Emma sonrió a su profesora e hizo un gesto para que Regina se sentara a su lado.
«Caminando, me ayuda a pensar antes de ponerme a escribir» Regina sonrió y un silencio se apoderó del ambiente, pero un silencio que traía paz y seguridad «¿Y usted? ¿Qué está haciendo aquí? Que yo sepa a los jóvenes les gusta dormir bastante...» la morena rompió el silencio haciendo sonreír a la rubia.
«No soy una joven común, profesora Mills» Emma miró a Regina fijamente a los ojos y esta sintió que un escalofrío se apoderaba de su cuerpo.
«Formalidades solo en la escuela, señorita Swan. Puede llamarme Regina» la morena miró a su alumna y sonrió
«Si usted me llama Emma» la rubia cruzó los brazos y puso morritos como si fuera una niña pequeña.
«¡Pareces una niña teniendo una pataleta!» Regina se echó a reír «Está bien, Emma» la morena pronunció el nombre de la alumna pausadamente «Pero aún no me has dicho lo que estás haciendo aquí sola tan temprano»
«Me he peleado con mis padres, tomé un baño y he venido a pensar un poco en la vida» Emma sonrió y bajó la cabeza
«¿Quieres conversar? Sé que me conoces de ayer y no de una manera muy agradable, pero te puedo ayudar si quieres» Regina alzó el rostro de la rubia con el dedo índice y recolocó un mechón de su cabellos tras la oreja
No sabía explicar qué estaba pasando, pero sentía unas inmensas ganas de cuidar de la muchacha.
«No hay mucho que contar, ellos creen que soy una niña que tiene que estar con ellos todo el día...» Emma sonrió sin emoción «No entienden que he crecido, tengo mis opiniones formadas y estoy descubriendo la vida» al escuchar eso, Regina arqueó una de sus cejas y sonrió
«¿Opiniones formadas, eh? Todo depende de lo que signifique ese "tu descubrimiento de la vida"» la morena dijo acercándose un poco más a la rubia
«No en el sentido de noviazgo y esas cosas, ya soy lo suficientemente grande para comprender eso. Ya me he equivocado mucho en ese sentido...» Emma se echó a reír «Podemos decir que en ese sentido ya soy una mujer bastante adulta» la rubia puso una cara extraña y Regina se reía ante la manera en como hablaba la muchacha.
«¿En qué sentido entonces, señorita adulta?» dijo Regina, acariciando una de las manos de la chica
«Ellos tienen miedo de que me relacione con gente equivocada y todo esas tonterías, pero yo tengo algo que se llama cerebro, que no me deja hacer eso. Si tuviese valor, incluso lo haría, pero no lo tengo» dijo Emma sacando un cigarrillo del bolsillo «¿Quieres uno?»
«No, gracias. No fumo» dijo Regina seria y miró hacia el cigarro «Dices que tienes cerebro y que no te deja hacer cosas equivocadas, pero estás haciendo esto...» la morena señaló el cigarro en la mano de la muchacha.
«¿Esto? Es solo un cigarro, Regina» Emma rio «Nada leve...»
«Todo comienza por algo leve, Swan» la profesora dijo reprendiéndola
«Prometiste llamarme Emma» la muchacha miró seria a la morena
«Acostúmbrate, suelo llamar a las personas por su apellido cuando estoy irritada» dijo Regina mirando hacia un campo de futbol que había frente a donde estaban.
«¿Por qué te he irritado, Regina?» susurró Emma cerca del oído de la morena, vio cómo esta se estremecía y sonrió
«Porque sabes que estás cometiendo una tontería y aún así insistes en ello» dijo Regina y se levantó
«Ah, Regina...¡Por el amor de Dios! ¡Siéntate! ¿Te marchas por causa de un cigarro?» Emma reviró los ojos
«No, Swan. Me marcho porque no quiero ver a una niña de dieciséis años acabando con sus pulmones» la morena comenzó a caminar
«¡No soy una niña!» Emma se levantó y corrió hasta agarrar una de las manos de la morena «Ya no soy una niña» dijo la rubia jadeando por haber corrido un poco para alcanzar a Regina
«Pero estás actuando como una» la profesora dijo enfadada y mirando a la chica
Regina se dio cuenta de que Emma estaba alternando su mirada entre sus ojos y sus labios. Automáticamente la morena desvió su mirada hacia los labios de la rubia.
«Tengo que irme, Emma» dijo Regina saliendo del trance.
«Está bien, ha estado bien verte» dijo Emma y respiró profundamente volviendo a mirar a la morena a los ojos.
«También ha estado bien verte. Hasta el lunes» dijo Regina soltándose de las manos de la chica y caminando hacia su casa.
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Love is weakness
FanfictionTraducción del fic portugués del mismo título escrito por LoveParrilla Regina Mills se enamora de su alumna, Emma Swan y tendrá que enfrentarse a muchos problemas para poder estar juntas. A veces los padres piensan que están protegiendo a sus hijos...