El desayuno ya había terminado y la mayoría ya se habían marchado. Gabriel, Balthazar y Samadriel se fueron a set ya que hoy empezaban a filmar juntos, mientras que Rafael por su parte se iba a la editorial, los únicos que se quedan en casa por ahora son Miguel, Chuck, Lucifer y Castiel, que como rutina el pelinegro estaba en su habitación mirando el lienzo en blanco de nuevo.
—Mucha suerte hermanito.—el ojiazul miró a su hermano que estaba parado de la misma manera que en mañana en el marco de su puerta.
—¿Por qué?—pregunto sin entender.
—Pues...— sin pedir permiso como siempre invadió el cuarto del pelinegro para sentarse en la cama del menor— porque tus oídos no están acostumbrados a otra música que no sea Beethoven, Chopin y Liszt. Y papá va a tocar Rock sino me equivoco.
Un suspiro abandonó sus labios ¿en qué se había metido? Su hermano tenía razón, él no soportaba otra música que no fueran los clásicos de piano, el rock y otros estilos musicales le parecían ruido de bárbaros.
¿Aún tenía tiempo de arrepentirse? Tal vez podría crear alguna excusa como sus hermanos para no ir.
—Sabes, me tomó por sorpresa que aceptaras.— volvió a hablar Lucy captando su atención— espero que tú y papá vuelvan a llevarse bien y estar juntos como antes.
Las palabras del rubio lo habían tomado desprevenido, no podía negar que esta era una muy buena oportunidad para hacer las paces. Mientras Castiel estaba hundido en sus pensamientos el mayor recorría con la mirada la habitación de su hermano.
Castiel y Rafael eran los únicos que tenían una habitación muy sobria y sosa para su gusto, mientras que sus demás hermanos y él tenía algún que otro posters, cuadros, un raro tocadiscos en su caso. El cuarto de su hermano tenía las paredes pintadas de un azul simple, la cama de dos plazas junto con dos mesas de luz, un amplio ropero, una cómoda llena de potes de pinturas y pinceles, pero lo que sí destacaba de la habitación de la de su otro hermano era el trípode que estaba en frente del pelinegro con el lienzo.
Pero algo imperceptible captó su atención, el primer cuadro de Castiel colgaba justo detrás de él. El pequeño cuadro era un paraíso que simulaba el Edén hecho con acuarelas y brillantina. Apenas el pelinegro se lo mostró a su padre con orgullo el peligris no tardó ni un segundo y fue rápidamente a que lo encuadran.
—Lo intentare.— murmuró Castiel luego de un rato mirando el cuadro al igual que Lucifer.
—¡Bien! ¿Quieres que te lleve?— preguntó con una sonrisa, inmediatamente el pelinegro asintió.
—Papá me dará la dirección.
_*_
El bar "Las puertas del Purgatorio" no era en sí muy concurrido, principalmente porque se encontraba al límite entre los barrios de clase media y baja. Por la noche eran pocas las personas que se animaban a entrar a pesar de que en el interior era de lo más tranquilo comparados con otros bares de la zona.
La barra de tragos era lo primero que captaba la atención seguido, de las mesas que estaba en la entrada hasta la mitad del local, al lado izquierdo estaba una gran mesa de billar y a su vez al lado dos puertas que indican los baños, por último, al final se encontraba un escenario.
Todo estaba tranquilo, eran apenas las once de la noche y la radio ambientaba el lugar habitado por unos pocos.
—Estoy nervioso. — confesó Chuck atrayendo las miradas de sus dos nuevos amigos, Crowley y Dean.
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Your song for me - Destiel #SA2018
FanfictionPocos días le quedaban a Castiel para entregar los cuadros de su próxima exposición, la mejor de todas había asegurado. Pero el pelinegro no contó con que la inspiración lo abandonara de forma tan cruelmente que no podía pintar nada. Un lienzo blanc...