CAPÍTULO 12 "Sorpréndeme"

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El rubio miraba sonriente al par que se encontraban en la mesa del comedor llenos de papeles. Lento, sin apartar la mirada tomó un trago de su humeante café amargo.

Por su parte, Sam intentaba hablar con Gabriel ignorando la penetrante mirada azulina de Lucifer quien se encontraba en la cocina. No era para menos su actitud, el hijo mayor de Chuck había dejado plantado a Sam por alguna razón que ni siquiera se tomo el tiempo de explicar.

—Se me acabaron las chocolatinas.— comentó el castaño de forma inocente, el ojiverde suspiró— voy a buscar más.— dijo levantándose para ir hacia su habitación dejando a su abogado solo, oportunidad perfecta que no perdió Lucifer.

—Hola Sam.— le saludó con una sonrisa ladina, mientras caminaba hasta tomar el lugar de su hermano.

—Hola.— respondió con sequedad el castaño pelilargo.

—Uy que serio ¿Estás enojado?— preguntó burlón. Sam lo miró con una ceja levantada ¿En serio le estaba preguntando eso? Era más que obvio que estaba enojado, cualquier persona se enoja si te dejan plantado.

—Supongo que esperas una disculpa.— el rubio se acercó peligroso, invadiendo su espacio personal. Sam lo observó y Lucifer sonrió.

—No es mi estilo pedir perdón— contestó alejándose del castaño, eso lo hizo enojar aún más.

Gabriel oculto a la vista escucho la conversación de su abogado y su hermano, ya había notado a Lucifer rondar al hermano de Dean, por ello no se sorprendió que le invitara a salir, lo que sí le tomó por sorpresa fue que lo dejara plantado. Eso sí que no era común más que nada por el interés que presentaba.

Suspiró, Gabriel también había notado la mirada de Sam hacia su hermano. Sintió pena porque seguro el Winchester se había interesado en el rubio que ahora lo descarta sin sentimiento. Tomo aire, y poniendo su mejor sonrisa.

—Ya tengo mis dulces.— anunció la risueña voz del castaño atrayendo la atención.

Lucifer asintió y se fue dejando a Sam con su hermano.

—¿Estás bien?—preguntó, sentándose al lado de su abogado.

—Tu hermano es un idiota.— murmuró sacando una sonrisa el come dulces.

—Sí, lo sé.— respondió, miró las hojas desparramadas en la gran mesa— emm Sam. Yo nunca me he metido en ninguna de las relaciones de Lucifer.

Inmediatamente el castaño enrojeció, Sam no sabía que su cliente se había dado cuenta.

—Pero esta vez es diferente, tú ahora además de ser mi abogado que me ayuda a salir de un gran problema, eres también mi amigo y como amigo te aconsejo que no salgas con Luci.

—¿Por qué no?— preguntó molesto.

—Porque estoy seguro que tú eres de las personas que sales con alguien porque quieres estar en una relación seria y mi hermano... Bueno, él solo quiere pasar el rato. Y terminaras lastimado por ello.

Los ojos verdes de Sam lo observaron buscando algún indicio de mentira, pero al igual que la primera vez, Gabriel fue sincero con él.

—Está bien.— contestó sorprendiéndolo. Sus miradas cruzaron y por fin, desde que había comenzado este martes el castaño sonrió, una sonrisa dedicada al hijo de Chuck.

Pero como todo buen momento, este es interrumpido por una llamada al teléfono de Sam.

_*_

—¿Cuánto nos falta? —preguntó Dean tomando un nuevo lienzo en blanco para colocarlo a instante sobre el caballete, mientras que Castiel dejaba su nueva obra apoyada en la pared para secarse.

—Es el viernes.— respondió refiriéndose a la presentación.

—¡Ow! Espera.—el rubio miro al pintor—¿Este viernes?

El ojiazul asintió y Dean abrió los ojos sorprendido.

—¡Estamos a martes! ¡Faltan solo tres días Cas!

—Lo sé.— el inmutable pelinegro camino hasta posicionarse en al lado del Winchester mayor. Eso lo ponía más nervioso, paz tranquila del pelinegro ¿acaso no está nervioso?

—Cas.

—Vamos bien Dean, solo me faltan tres cuadros.—aquello es una señal para que el rubio soltara el aire retenido en un suspiro.

—Uf... Pensé que nos faltaba tiempo.

Entonces sin más que decir y para no perder más tiempo, con una sonrisa se sentó en el sofá para volver al trabajo. Mientras Castiel sin comenzar a pintar, observaba embobado a Dean. Sin duda el rubio era una persona especial, ahora entendía porque su padre es amigo de él y es que nadie podía resistirse a ese carisma, a su personalidad y lo más especial, a esa eclipsante sonrisa.

Sin duda Dean aportó un mundo nuevo a Castiel, quien deseó poder sonreír algún día como lo hacía su amigo.

—¿Cas?— el hermano de Sam y Adam había dejado de tocar tras sentir la penetrante mirada azulina—¿sucede algo?— preguntó, tal vez quería hablar con él.

—No.— respondió un poco sorprendido de haberse quedado mirando a su amigo. Serio volvió a centrar su atención en crear un nuevo cuadro, mientras que desde el sillón Dean sonreía.

Dean también estaba perdido por Castiel, aquella persona que no llegaba expresar sentimientos le atraía demasiado. Esa semana y media con el pelinegro también lo había cambiado y esperaba que después de esto puedan seguir siendo amigos, hasta incluso algo más...

_*_

—Tu hermano no es de mucho hablar.—comentó con inocencia Adam a Samadriel, mientras buscaban un lugar en donde almorzar.

—Sí, siempre ha sido así.

—¡Oh vaya! Es extraño ver a mi hermano con tu hermano. No me lo tomes a mal, solo que es raro ver a mi hermano mayor hacer amigos.

—Y-yo pienso lo mismo del mío-respondió el ojiazul con una sonrisa.

—Oye no creerás que nuestros hermanos son...

El menor de los Shurley se paro y miro al Winchester sorprendido. Ambos se miraron, es posibilidad disparatada, aunque pensándolo detenidamente tal vez no lo es tanto. Tal vez sus hermanos mayores...

_*_

Cuando Dean y Castiel salieron del salón después de terminar el segundo cuadro del día, sin duda alguna el pelinegro estaba más inspirado de lo normal. Pero la burbuja en la que estaban sumergidos se rompió al ver un Gabriel muy asustado que daba vueltas sin parar ante la mirada de Sam

—¿Qué pasó?—preguntó el Winchester mayor.

—Adelantaron la audiencia.— le contestó su hermano.

—Gabriel.— lo nombró el pelinegro posando una mano en su hombro deteniendo su andar.

—Hay Cassy, estoy seguro que este adelanto es apropósito. Kali me quiere arruinar.— le expresó abrazándolo.

Castiel acostumbrado a los inesperados gestos expresivos de su hermano se dejó abrazar, suspiro lento. Y por primera vez el pelinegro lo envolvió con sus brazos, eso sorprendió al castaño.

—Me estas abrazando.— murmuró Gabriel sin soltarse, aprovechando el momento irrepetible.

—Sí.— contestó. Fugaz el gesto desapareció mientras los hermanos se separaban.

—Gracias hermanito.— le sonrío al menor, mientras el pelinegro asintió.

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N/A: 

Hola!! Ya es miércoles, lo que significa nuevo capítulo!!^^

Muchas gracias por leer, por los votos y sus comentarios!

Your song for me - Destiel #SA2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora