Love in da storm (Harry & tu) *TERMINADA*

Capítulo 23:

Cuando terminamos, ella se incorporó con cuidado para luego descansar en mi pecho. No estaba seguro de que pudiéramos mantenernos de pie por mucho tiempo, pero aguantaría lo que fuera para sostenerla y tenerla así un rato más.

Pero creo que no fue suficiente, ella se separó para acomodarse su ropa y en un muy mal movimiento sus piernas flaquearon y cayó, pero alcancé a llegar a su lado ...

para amortiguar la caída, pero terminé cayendo junto a ella también. Sonreí y traté de mirarla, pero ella evitó mi mirada.

-Por favor _______, acabamos de hacer el amor. No hagas como si no hubiese sucedido nada –Levantó su cabeza y pude ver sus ojos. Estaban llenos de confusión, de temor y remordimiento. De pronto y sin aviso, una lágrima cayó por su mejilla, traté de limpiarla pero no me dejó.

-Toma eso como una despedida Harry, o como un error –su voz sonaba entrecortada dejándome ver el desastre que llevada dentro, el dolor que compartíamos, pero por diferentes razones.

-No me puedes pedir que lo olvide. Es imposible.

-Tú me hiciste olvidar muchas cosas Harry, aunque no quisiera…

-Pero… pero –no, ahora no podía fallar y quedarme sin palabras –pero te amo, te necesito… Escúchame! –pero ella se puso de pie e hice lo mismo. Tuve que alcanzarla y sostenerla entre mis brazos para hacer que se volteara y me escuchara –sé que fui una basura, un cretino… un monstruo, lo que tú quieras, pero no te imaginas cuán arrepentido estoy; no hay noche en la que no me odie por lo que te hice y porque te perdí. Perdóname ________, por favor, olvidemos todo.

Mientras hablaba, sus ojos se llenaban de lágrimas para dejarlas escapar rápidamente. Jamás la había visto llorar así, ni siquiera cuando su perrito se fue.

-No sé Harry… tal vez sí pueda perdonarte, porque desgraciadamente, también te sigo amando –mi corazón se detuvo y ahora olvidé como respirar -pero olvidar? No me pidas tanto

-Por favor –la tomé fuerte de sus hombros procurando no hacerle daño –no sé cómo seguir sin ti –en ese momento, mi vista se nubló por las agrias lágrimas que reflejaban mi desesperación. Corrían como un río caudaloso por mis mejillas, ninguno hablaba, sólo se escuchaban los sollozos.

En un momento inesperado, ella se soltó hábilmente de mis brazos para tratar de limpiar sus lágrimas, pero éstas ya habían dejado una marca en su piel, al igual que en mí. Me miró fijo a los ojos y me encogí por lo que en ellos veía.

Furia, dolor, decepción… no aguantaba. Ahora era conciente de toda la mierda por la que la hice pasar. Y era verdad… olvidar no sería fácil, pensándolo bien, ni siquiera merezco que me perdone

-No te merezco, lo sé –le dije en voz baja para luego tomar aire y tratar de aclarar mi garganta –Lo sé, metí la pata hasta el fondo, herí a la persona que más he amado en mi vida –un sollozo se escapó de su garganta –pero todos cometen errores, y de ellos se aprenden. Sé que nunca me perdonarás en serio… pero necesito que sepas que te amo

-YA BASTA! –su grito salió desesperado, como si hubiera estado ahí desde hace mucho esperando salir, y al parecer así era, porque luego de lanzarlo, un suspiro de alivio salió desde su pecho -Ya basta Harry, por favor –su voz estaba tan rota –deja de decir eso que sólo empeoras las cosas

-Pero es que es verdad–y me acerqué desperado a su lado, pero ella me detuvo con un simple gesto de su mano

-No… quédate ahí. No hagas esto más difícil –tomó aire –yo sólo quiero saber una cosa y nada más

Solo la miré, dándole a entender que podía continuar, que contestaría lo que fuera que ella quisiese saber, incluso le diría dónde estaba Hitler en ese preciso instante