Final:

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Un zumbido me despertó, abrí mis ojos y reconocía perfectamente donde estaba. Los últimos dos meses no me había despegado de ahí. Estaba un poco mareada, y la luz me cegó al principio, pero de pronto… lo sucedido hace unos momentos –creo- golpeó mi mente. Mis manos apretaron las sábanas, y las lágrimas comenzaron a caer silenciosas. Sentí que alguien se movía, pero no me molesté en ver quién
-¿Cómo estás? –era la voz de Sol
-Muerta… -respondí fría
-Te necesitamos viva –y esa era Lizzie
-¿Para qué? –mi hostilidad era evidente
-Porque Harry quiere verte –mis nervios se crisparon, mi corazón dio un vuelvo extraño y la máquina que me despertó hizo un sonido agudo
-Te dijeron que lo hicieras con más calma –reprendió Sol a Andy, y Lizzie rió
-___ no entiende con palabras suaves. Mejor que lo sepa de una vez –respondió la ahora novia de Niall
-¿De qué *beep* están hablando? –Me incorporé y vi a las tres con una sonrisa enorme en su rostro. No llevaban la misma ropa de hoy… esperen -¿Hace cuánto no despertaba?
-Ayer te desmayaste, y era como si tu cuerpo no quisiera despertar –me dijo Sol con una sonrisa en su rostro que me descolocaba un poco
-Porque así era –respondí en un susurro –Harry no está, ¿Por qué debería querer seguir con mi cuerpo? –pregunté amargada y con un nudo en mi garganta
-¿Y a ti quién te dijo que Harry no está? –me dijo con una sonrisa pícara Lizzie. Mis ojos se abrieron como huevo frito… no podía ser posible. O era la broma más cruel de la vida, o Lizzie me decía la verdad y todo mi dolor había sido en vano, pero no me importaba… me hubiera enterrado mil dagas con tal de volver a ver a Harry
-Está en la sala de tratamientos intensivos… pero ya está conciente, por eso lo cambiaron de habitación, y la desocuparon justo para que tú la utilizaras –me dijo Andy con un deje de broma en su voz.
De la nada... todo volvió a encajar. Estaba vivo… ¡estaba vivo!
Me desconecté como pude los cables –que no eran muchos- y me puse de pie
-Te dije que haría una escena dramática –dijo Sol a Lizzie
-Ahora los doctores nos van a regañar –pero no había ni un toque de culpa en su voz
Las miré ansiosas…
-En la 825 –salí corriendo de la habitación oyendo las risas de mis amigas, pero cuando llegué a la puerta, me di media vuelta y las miré aterrorizadas
-Me tengo que ver bonita para cuando se despierte –las tres me regalaron una sonrisa de comprensión y apuntaron a un bolso que descansaba en el sofá que había sido prácticamente mi cama por dos meses que ya se habían ido.
Unos shorts de jeans con calzas abajo, una polera gastada… la preferida de Harry. Arreglé rápido mi cabello y lo até en una coleta.
-Creo que el hospital te hace brillar –comentó a Andy
-Yo creo que es el hecho de saber que tu novio revivió
No les presté mucha atención a mis amigas y salí disparada hacia las escaleras, salté como un mono cada escalón, corrí por los pasillos hasta llegar a su habitación. La puerta estaba cerrada… ni siquiera me molesté en tocar y la abrí de un solo golpe.
Pero seguía igual que todo este tiempo, solo que ahora su cabello estaba más desordenado… que digo, totalmente abultado. Sonreí, su carita era como la que recordaba, brillante, feliz. Sólo estaba durmiendo.
Me acerqué lentamente a él, y comencé a cantar

Kiss me
Down By the broken tree house
Upon it's hanging tire
Bring Bring
Bring your flowered hat
We'll take the trail marked on your father's map

-Que hermosa canción, siento que hace mucho no la escuchaba- Su voz era débil… pero era suya, salía de su boca, de sus labios que volvían a tener ese color tan tentador; mis ojos se llenaron de lágrimas, pero ésta vez no dolía… si no que era algo agradable
-¿Y ahora por qué lloras? –me preguntó mientras se esforzaba en abrir sus ojos. Parecía un gatito recién despertando
-Porque eres un im.bécil y te extrañaba –le dije mirando por primera vez, luego de tanto tiempo, sus ojos verdes como la naturaleza, como la libertad… verdes como el amor que sentía por él.
-Te amo –dijo de pronto mientras una lágrima se acercaba a sus ojos también
-Y yo a ti –me acerqué lento a él, saboreando cada momento… no teníamos prisa, ahora el tiempo estaba por delante nuestro, en un solo camino. Mis labios rozaron los suyos, haciendo que sus ojos se cerraran. Él gruñó y yo cerré los míos al tiempo en que un suspiro se escapaba de mi garganta.
-Por cierto… feliz cumpleaños –me dijo luego de que nos separáramos, y una sonrisa se dibujó en mi rostro y en el de él, y esperaba que no se fuera en mucho tiempo más. Lo miré una vez más directo a sus ojos, y me recosté en su pecho. Su respiración era acompasada, tranquila… al igual que la mía.
Acarició mi cabello como yo lo hice tantas veces con el de él; tuve unas enormes ganas de llorar, pero no… no lo hice, ya no era tiempo para lágrimas, era tiempo de reír
-¡PERMISO! –un coro de muchas voces irrumpió en la habitación, haciendo que tanto Harry como yo nos sobresaltáramos.
-Rápido, rápido… que si nos pillan, nos vetan de por vida la entrada –dijo Zayn mientras hacía que otras siete personas entraran en cunclillas a la habitación; el moreno cerró la puerta tras su espalda.
Harry miraba maravillado a cada uno de sus amigos, y una sonrisa aún más grande se poso en su suave y hermoso rostro. Sol llevaba un pastel enorme en sus manos que se parecía mucho al que mamá había horneado
-¿Y mi pastel? –de repente, todas las miradas se posaron en Niall, y el rubio se sonrojó y bajó la cabeza
-Es que Niall come mucho cuando está nervioso, y ayer no aguantaba a ver despierto a Harry… a demás, a ti se te ocurre perder la conciencia –todos rieron ante el comentario de defensa de Andy. Luego comenzaron a conversar animadamente, pero Harry me apretó la mano
-¿Que tú qué? –me dijo con el ceño fruncido en una clara mueca de preocupación… pero quise ahorrarme recordar todo lo sucedido ayer, aún habían restos de ese dolor que había sentido cuando pensé que Hazza ya no estaba, así que negué con la cabeza
-Nada grave, sólo una baja de azúcar cuando vi que no estabas en tu habitación –eso fue suficiente para que Harry me regalara otra sonrisa, y me di cuenta que nunca me cansaría de verlo sonreír, de sus ojos, de sus mejillas, de su cabello desordenado.
-____, te cantaríamos feliz cumpleaños… pero con lo locos que están éstos de seguro incendian el edificio –Liam apuntó a los otros tres chicos que estaban de pie recorriendo toda la habitación y tocando cada cosa que había en ella. Me di cuenta que sujetaba a Sol de su mano, por lo que le dirigí una cómplice mirada a mi amiga y ésta se ruborizó para luego esconder su rostro en los brazos del castaño; jamás la había visto así, y me pareció la cosa más tierna que había visto.
-Pero sí tú estás igual de loco que nosotros… sólo que lo sabes disimular –se defendió Louis.
-¡EPA! –todos nos dirigimos hacia Harry con expresión preocupada, por lo que mi chico abrió grandes sus ojos ante nuestros rostros y comenzó a reírse, lo que hizo que mi corazón comenzara a doler… pero porque ya no podía más de felicidad.
-Paranoicos… ¿acaso ya no me puedo asombrar por ver Nialler besando a Andy? No sé ustedes, pero es algo nuevo para mí
-Ya actualízate Harry –le dijo Louis mientras agitaba su mano. Ambos se regalaron una significativa mirada, y un silencio inundó la habitación, pero era un silencio hermoso… donde todos nos detuvimos a observarnos uno por uno. Estábamos todos juntos otra vez, la pandilla de siempre, con Lizzie y Zayn peleando pero amándose a más no poder, con Sol que al fin le regalaba su locura a alguien como Liam, un Niall que por fin era feliz junto ala Andyque siempre había amado, con Louis quien no paraba de hablar por teléfono con Pat y preguntar por su bebé, y con Harry… que estaba vivo, que estaba a mi lado, y que era sólo mío, para siempre, hasta que la próxima tormenta nos alcanzara.
Miré una vez más a mi Styles, directo a sus ojos, me acerqué a su oído y le susurré
-te perdono con solo una condición…
-¿Cuál? –me preguntó con su débil y ronca voz
-Que me prometas que nunca más vas a arriesgar la vida por mí
-Pide otra cosa –lo pensé unos momentos
-Que me ames para siempre
-¡____ me perdono! –yo reí y le di un pequeño golpe, pero luego besé su frente, su mejilla… sus labios.
Ahora estaba segura que podría amarlo hasta en el mismísimo ojo del Huracán

Love in da storm (Harry & tu) *TERMINADA*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora