Epílogo:

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-¡____! –un golpe en la puerta -¡___! –otros dos golpes más, pero yo no me podía mover. No entendía aún muy bien por qué había cerrado la puerta del baño con llave, se supone que el resultado de esto me afectaría tanto a mí como a Harry, pero tenía que hacerlo sola… era una costumbre que me gustaba conservar
-¡Abre por favor! –me mordí las uñas mientras sostenía la prueba en mis manos, me puse de pie lentamente, y sin despegar mi vista de ella, abrí la puerta. Harry entró como un loco y comenzó a regañarme porque lo había dejado afuera
-Sh... Sh, algo está saliendo… -me puse nerviosa, algo extraño me invadió. Ganas de correr, de gritar, incluso por un momento pensé que me pondría a bailar –toma… toma, no puedo verla
Le grité a Harry mientras extendía mi mano y le dejaba la prueba a él, luego salí del baño y comencé a caminar por todo el pasillo.
Un hijo… un hijo de Harry Styles y ____ _____, eso sería una de las cosas más hermosas que me podría pasar. Pero sería tan difícil… una prueba que no estaba segura de superar, por lo menos no todavía
-Pero… ¡cómo leo esto!
-Es fácil Tarzán, si salen dos rayitas bueno… es porque, tu sabes Styles –le dije nerviosa desde afuera de la puerta. De pronto, su rostro se quedó sin color, y un torrente de emociones comenzó a navegar por mi sangre.
-Dime, no, mejor no me digas… sí, dime –iba de un lado para el otro y Harry me seguía con la mirada
-Sólo se ha asomado una –su voz era ronca, como si no hubiera hablado en varias horas.
-Eso significa que no –le respondí en un susurro. Nos miramos directo a los ojos; debo admitirlo, todos éstos días una pequeña esperanza, un pequeño sueño se había alojado en mí. Aparecía un pequeño con rulos al viento, con los ojos perfectos… de la mano del hombre al que amo como si fuera el primer día. Era una ilusión que me había gustado tener, pero sólo había sido eso… una ilusión; pero por otro lado, respiré tranquila, como si todo este tiempo hubiera cargado con un peso invisible… y pude ver en sus ojos que sentía exactamente lo mismo que yo.
No supe en qué momento una lágrima llegó a mis ojos, y Harry se alarmó acercándose a mí con sus brazos abiertos. Me cubrió con su cuerpo para luego comenzar a acariciar mi espalda con pequeños círculos.
-Ni siquiera sé por qué estoy llorando –le dije contra su pecho
-Porque no tendrás la dicha de ver a un pequeño Styles… por el momento –soltó una pequeña risita que recorrió mi espina dorsal hasta llegar a cada terminación nerviosa. Tal vez y esa ilusión aún no se iba.
Lo apreté con fuerzas, suspiré fuerte cerca de su oído y lo sentí temblar junto a mi cuerpo
-Ahora no, por favor –me dijo con una voz no muy convincente, lo que me hizo reír aún más cerca de su oído. Esta vez se estremeció y buscó desesperadamente mi boca.
Me encantaban… sus besos era una droga hecha a la medida para mí, de la cual no había terapia, no había cura alguna para dejarla.
Sus manos no tardaron en comenzar a recorrer mi cuerpo, y las mías se aferraron fuerte a su cabello. Mis labios chocaron con su cuello… comencé a desabotonar su camisa lentamente mientras él bajaba sus manos a zonas peligrosas.
Pero el sonido del timbre nos separó. Ambos miramos hacia la escalera y dijimos al unísono
-Zayn… -había olvidado por completo que pasarían por nosotros. Iríamos en su auto hasta el cumpleaños número dos de la pequeña Valentina, esa criatura de ojos azules y pelo castaño… tan parecida a su padre, pero con la misma tranquilidad y encanto de su madre.
El timbre sonó otra vez
-¡Vístanse! –reí ante el comentario de Lizzie.
Harry aún no me soltaba
-¿Y si hacemos que no estamos aquí? –su idea me tentó… pero habíamos hecho un compromiso. A demás, no me gustaba desperdiciar ninguna oportunidad en la que pudiera ver a todos los chicos reunidos otra vez.
-Tenemos toda la vida para intentar hacer un pequeño Styles –su sonrisa iluminó mi mundo como cada día lo hacía
-Te amo… te amo desde el momento en que no te reíste de mí por hacerme pis en mis pantalones –sólo reí y le di un corto beso. Me separé de él y bajé las escaleras.
Me encontré con una cabellera rizada más despeinada de lo normal. Éstos dos no se aguantaban ni en público.
-Ustedes no desperdician ningún momento. ¡Por Dios! Tenemos vecinos
-No fastidies… tus vecinos nuevos ni siquiera saben cómo te llamas –me hice la ofendida ante su comentario y los hice entrar
-Los esperamos afuera… pero apresúrense, Niall ya se está quejando porque sin los padrinos no pueden cortar el pastel.

En menos de media hora ya estábamos en la casa de Louis y Pat. Había un montón de niños corriendo-
-Hey Louis, ¿de dónde salieron todos éstos pequeños? –preguntó Liam cuando nos encontrábamos todos juntos
-Lo mismo le pregunté a Pat, pero me dice que tampoco sabe –todos reímos, y al rato después se acercó Valentina con algo entre sus manos
-Tío Niall… ¡pastel! –el rubio se agachó y recibió en sus manos un desarmado trozo de algo que parecía ser un pastel, pero que estaba todo esparcido en las pequeñas manos de la niña.
-Valentina Paz… de dónde sacaste ese trozo, aún no apagas tus velas –dijo con un tono severo Louis, algo que me pareció la cosa más extraña del planeta
-Tío Niall tenía hambe… Y Harry ayudó a mí –la silueta de Styles se acercó a nosotros, al percatarse que todos los observamos, levantó sus manos
-No me culpen… la mirada de ésta pequeña es irresistible –y dicho esto, levantó a Valentina entre sus brazos, quedando con su rostro llenó de chocolate por las caricias de la niña.
-Tía ___, ¡limpia Harry! –dijo con una risita para luego bajar de los brazos de su padrino y comenzar a correr por el patio. Louis fue tras de ella, pero se le hacía imposible alcanzarla.
-¡Tus manos están sucias! ¡Deja que papi te las limpie! –Todos nos quedamos observando divertidamente la escena. Quién diría que Louis sería tan buen padre.
-Son igual de locos –dijo con fascinación Pat, para luego ir a jugar a quién atrapaba primero a Vale
-Que rico pastel… ¿cuándo apagan las velitas? –Niall… como siempre
-Te quedó chocolate… -Andy apuntó una comisura de los labios de Niall. El rubio bajó sus ojos tratando de verse, haciendo que todos riéramos –Déjame –luego, la chica besó dulcemente los labios, dejando completamente inmóvil al rubio.
La conversación comenzó a fluir cálidamente entre todos, Niall por fin tuvo su pastel y los chicos se fueron todos juntos por unas cervezas.
Nosotras, por nuestra parte… nos quedamos charlando sobre cómo la vida había cambiado tan drásticamente desde que Harry salió del hospital.

Estábamos de lo mejor, cuando unos brazos rodearon mi cintura desde atrás
-Las piezas de arriba están vacías –me dijo Harry en un coqueto susurro
-Por Dios Harry… hay niños –lo reprendió Liam a modo de broma, logrando que nuestras mejillas tomaran un notorio color carmesí
-Pero Liam, yo ya había reservado una –dijo en un puchero Sol. Yo estallé en risas al ver cómo mi mejor amigo no sabía donde esconderse. Luego de aquello… la conversación volvió a ser desordenada.
Tenía a mis amigos cerca, felices… disfrutando como debe ser de la vida. Apoyándonos a ojos cerrados, enamorados todos. Y todo era aún más perfecto sabiendo que tenía a Harry lo más cerca posible de mí… incluso más allá de los límites posibles. Era mío de todas las maneras posibles, y yo pertenecía en cuerpo y alma a él.
Ya habían pasado tres inviernos… y ninguna tormenta había logrado separarnos otra vez; no me importaba más lo que sucediera de ahora en adelante, éramos jóvenes… tratábamos de aprovechar lo más posible la vida que se nos dio. No estoy segura si Harry será el hombre con el que esté toda la vida… pero no me importaba mucho en estos momentos, lo único que me importaba era el presente, luego me preocuparía de mi futuro. Y mi presente ahora era todo estilo Harry Styles, con sus risas, con sus locuras, con su voz tan sexy.
Lo amaba como una idiota, lo amaba cada día más… y no estaba muy segura cómo era eso posible, pero había decidido no guiarme por la lógica desde ahora en adelante, y cegarme por la locura que él me regalaba cada día, compartiendo nuestras vidas. Lo amaba cuando me hacía reír, cuando mis labios chocaban con su cuello, cuando me hacía enojar, incluso cuando me dio el golpe más doloroso de mi vida, lo seguí amando, pensándolo bien… nunca dejé de hacerlo, incluso cuando quiero que se largue por la puerta sigo amándolo.
Porque eso todo lo que importa, porque incluso en la peor tormenta, todo lo que siento por él… nunca se va.
-Te amo -me dijo de repente 
-Te espero arriba -le dije haciendo que sus ojos brillaran. 

Love in da storm (Harry & tu) *TERMINADA*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora