Love in da storm (Harry & tu) *TERMINADA*

Capítulo 10:

Maratón 2/14

-Harry me increpó en la cocina y me preguntó si estaba enamorado de ti

Qué?! Yo y Liam?! Solté una carcajada enorme que inundó toda la casa, y recibí varias miradas sorprendidas de quienes estaban en la habitación. Bueno, hasta yo me sorprendí por el tamaño de mi risa....

La cara de Liam se iluminó al regalarme una de sus sonrisas encantadoras –Nunca te había escuchado reír así.

-Es que nunca había escuchado algo tan ilógico

-Oye… yo podría haberle dicho que sí

Nos miramos serios un instante y luego ambos soltamos una carcajada más fuerte que la anterior. Me causaba una gracia enorme el imaginarme a mí y a Liam juntos… no entendía cómo Harry había pensado tal cosa.

-Ya… ya –le dije mientras me calmaba y tomaba un poco de aire –tú que le dijiste

-Que no se preocupara, que tú eras como una hermana pequeña para mí.

Al decirme eso me acomodé en el sofá para abrazarlo cariñosamente con la intención de quedarme en su regazo un largo rato; pero la irrupción de Harry en la habitación con su vista fija en nosotros arruinó mis planes.

-Debemos ir a buscar más habitaciones que estén abiertas. No podemos quedarnos todos acá, el lugar es demasiado pequeño para diez personas.

Y tenía razón, desde que todos habían llegado nunca habíamos estado los diez cerca de la chimenea, todos salían y entraban –mientras Liam y yo conversábamos en el sofá-; pero ahora estábamos todos reunidos para escuchar lo que Styles estaba diciendo; el ambiente se tornaba realmente asfixiante, si bien el techo era alto, las dimensiones de las paredes no lo eran lo suficiente, y menos si todos nos recostábamos en el piso, era matemáticamente imposible que todos cupiéramos ahí.

-A demás, la tormenta aún no alcanza su peor punto; así que debemos asegurarnos de alguna forma de que la casa resistirá.

Nos quedamos en un sonoro silencio que sólo era interrumpido por el caer de las gotas, que había llegado a ahogar el chispeante crujir de la madera y el rugir del pequeño fuego. Creo que había olvidado qué hacíamos ahí; nos refugiábamos de una tormenta que de no ser por ésta casa, podría habernos quitado la vida. Supongo que todos nos asustamos, si bien la casa se veía grande y omnipotente, ninguno podía asegurar de que resistiría la tormenta; tal vez había aguantado mucho, y ésta sería la última que la viera en pie. Sacudí mi cabeza para sacar esa idea de ella.

Liam se puso inmediatamente de pie y fue con los demás a inspeccionar la casa. Me quedé un momento sentada en el sofá hasta que me di cuenta que las demás también estaban ahí, conversando de quién sabe qué. Podía sentir que a ratos me regalaban una mirada, pero nunca recibieron una de vuelta. Pero ya no aguantaba más, así que me puse de pie y fui a la cocina para buscar algo de comer.

En el camino me percaté de que había una habitación que parecía abierta; y en efecto, lo estaba. Abrí cuidadosamente la puerta y me encontré con una empolvada cama matrimonial, sus barrotes parecían ser de un oro viejo y desgastado, pero tenían todo el aspecto de haber pertenecido a una niña o a alguna adolescente de la realeza o algo por el estilo. Seguí recorriendo la pieza y en un rincón me encontré con un viejo mueble que en sus años mozos debió ser utilizado como tocador de alguna dama importante, o hija de la realeza. Tenía unas terminaciones muy delicadas y clásicas, supuse que su color tuvo que haber sido algo parecido a un rosa, porque aún le quedaban algunos restos de pintura, aunque leves. No como al papel mural, que era blanco como la cal por todos los años transcurridos. La habitación no estaba en tan buen estado como la de la chimenea, pero tampoco estaba cayéndose a pedazos como aquella otra que encontró Niall.

Seguí avanzando y choqué con una especie de brasero, esos donde se ponían las brasas aún ardiendo para darle calor a la cama. Mientras lo inspeccionaba, topé con otra puerta al interior de la pieza, la abrí cuidadosamente con algo de temor al pensar qué había al otro lado; guardaba el mismo aspecto que el resto de la casa: su piso de madera estaba cubierto por una gruesa capa de polvo, pero a diferencia de las demás, ésta no tenía ninguna ventana en sus paredes, por lo que el frío ahí no era tan intenso.

En su interior sólo había una vieja tina en el centro, con delicadas terminaciones de lo que parecía ser mármol. A su costado había una especie de cajón que sostenía un recipiente. Supongo que había encontrado el baño.

-Mira Harry, un tocador para que puedas cuidar tus hermosos rulos.

Pegué un salto al mismo tiempo que me volteaba ante el susto que la voz de Niall me había causado. Su comentario fue seguido por unas risas de parte de los chicos. Luego se pusieron a recorrer la habitación de la misma manera en que lo había hecho yo.

-Con ésta, tenemos dos camas grandes, otras dos más pequeñas y el sofá de la chime...nea. Creo que no tendremos problemas para repartirlas.

Al parecer, aún no se daban cuenta de que yo también estaba ahí, por lo que me quede en silencio oyendo lo que decían. Sí, sé que está mal, pero no quería salir para encontrarme con todos ellos allá afuera provocando otro ambiente tenso que soportar durante el día, créanme, ya tenía bastante con los otros.

Me di cuenta de que Liam no estaba, de seguro andaba en la cocina o revoloteando cerca de Sol de seguro.

Traté de no hacer ruido y me acerqué a la puerta; los oía perfectamente mientras dividían las habitaciones

-Supongo que en la pieza con dos camas pueden quedarse las tres, Lizzie, Andy y Sol

-Pat también puede irse con ellas –el último comentario salió de Louis, pero los chicos no respondieron nada, supongo que seguían acostumbrándose a la idea de que a Louis le interesara en serio una chica.

-Bueno… también –respondió algo confundido Zayn

-Pero chicos… y ____? –Niall, tierno irish boy al rescate como siempre. Una sonrisa se dibujó en mi rostro al oírlo –no creo que quiera quedarse con alguna de las chicas, o con nosotros. Si ni siquiera nos mira –lo último lo dijo con un tono de voz más bajo, triste, melancólico, no sé… pero no me gustaba oírlo así. Niall me pidió perdón una vez, y yo no fui capaz de hacerlo.

-Puede quedarse con Liam –sugirió Louis

-NO –la voz de Harry me hizo temblar, sonaba tan decidido y furioso, como si la idea le repugnara o algo por el estilo. Su voz, su grave y sexy voz me hizo temblar otra vez, que tuve que cerrar mis ojos para calmarme. Ellos siguieron hablando

-Harry… no creo que quiera quedarse con alguien más que no sea su… amigo –la voz de Zayn también mostraba un rastro de dolor que me hizo querer golpearme, pero no. Respiré hondo y abrí la puerta

-Por mí no se preocupen –todos se voltearon hacia donde salí y se me quedaron viendo con sus bocas abiertas por la sorpresa –yo puedo acomodarme donde sea… no me molesta compartir habitación con Pat, con Liam o… con Niall –al decir lo último, el rostro del rubio se iluminó y me regaló una de sus enormes sonrisa de “yeah budy” que no pude evitar devolvérsela. Tal vez ya era tiempo de comenzar a perdonar, pero sin presiones y uno a la vez.

Los ojos de Harry iban de uno a otro, supongo que al igual que todos, se sorprendió al oír mi respuesta.

-Entonces aquí se queda ____, Niall y Pat.

-Por mí bien –dije tratando de volver a mi postura seria

-Por mí perfecto, hoy tendré una pijamada –y Niall me regalo otra sonrisa, la cual trate de no responder, pero era imposible. Éste chico emanaba ternura por donde fuese, era como su súper poder.

-Las chicas pueden compartir la otra cama grande –sugirió Zayn

-Sí, y nosotros cuatro nos dividimos las otras dos camas y el sofá por turnos en pareja… para mantener el fuego caliente y que así la casa no convierta en un cubo de hielo –Dijo Harry aún mirándome.

Cuando la conversación terminó, agaché mi cabeza y salí sin mirar a nadie hacia el pasillo. Necesitaba encontrar a Liam...

Pero lo único que encontré fue un grito desgarrador que provenía de algún lejano lugar de la casa, me erizó los pelos; era una de las chicas, y pude oír cómo todos los pasos se dirigían corriendo hacia esa dirección. Mis pies se movieron automáticamente y comenzaron a correr también.