Scream: Lakewood

Trece - Inocencia

Los tres estaban apretujados en la parte de atrás de la camioneta de Kieran. Este había conducido hasta una estación de servicio donde iba a llamar al alguacil Hudson.

La mentira no podía seguir manteniéndose.

- ¿Qué fue eso?- Inquirió Emma dirigiéndose a su amiga.

Ella frunció el ceño y luego se encogió: sabía a qué se refería.

- Te escuché hablando con Kieran, como si cada uno supiera algo del otro. ¿De que se trata?

Noah se interesó por la conversación y le clavó la mirada a su amiga.

- Basta. No podemos confiar en Kieran, no... no me cierra.

- ¿Y en ti podemos confiar?- Remató Emma bajándose de la camioneta y dirigiéndose a un Kieran perturbado.

Él parecía perdido, observando un punto fijo más allá de la carretera. La noche era oscura y fría, con un poco de niebla.

- ¿Estás bien? Lamento que te hayamos involucrado en esto.

- No te preocupes, yo solo quise involucrarme.- Él acaricio su brazo y le dedicó una media sonrisa.- No debí haberlos dejado.

Emma iba a abrazarlo pero no parecía lo correcto en el momento. Kieran era todo lo que ella había deseado.

- ¿Qué va a pasar ahora?- Quiso saber ella abrazándose por el frío. (Su chaqueta había quedado en el fuego y solo llevaba una musculosa).

- Todo va a estar bien, mi papá lo entenderá.- Kieran se quitó su chaqueta de cuero y la abrigó del frío.

A lo lejos se veían dos patrullas acercándose a toda prisa hacia la gasolinera.

Audrey y Noah se bajaron de la camioneta y se quedaron de pie, sin saber qué hacer.

Las patrullas frenaron cerca de ellos y varias figuras salieron disparadas de sus asientos: Magui y Kevin corrieron al encuentro de su hija, pero fue Magui quién envolvió en brazos a su hija. Noah recibió un cálido abrazo por parte de sus padres, y el alguacil Hudson apretó el hombro de su hijo y lo miró con firmeza.

Audrey permaneció ahí, sintiéndose tan sola y abrumada por todo. Sus padres no estaban ahí pero eso no importaba, nada importaba realmente. Solo quería ir a casa.

×××

Los bomberos habían cesado el fuego y todos habían vuelto a Lakewood.

Estaban los cuatro sentados en la estación de Lakewood. Miradas intuitivas y asomos de cabeza en un cuarto oscuro, uno por uno fueron interrogados por el detective Jim.

Noah, Audrey y Emma dieron el mismo testimonio, pero Kieran dijo que solo estaba ahí para ayudarlos y que vió al enmascarado provocar el accidente que acabó con la vida de un oficial.

El alguacil Hudson iba a creerle; por supuesto es su padre.

- ¿Hay algo más que tengas para decir?- Le había preguntado Jim a Audrey que era la última en ser interrogada.

Ella dudó un momento y no sabía si era correcto contarle sobre eso, algo que tenía guardado desde hace un tiempo y que no sabía cuánto más podía mantenerlo oculto.

- Nada más.- Audrey se puso de pie y se marchó con la mirada baja.- Lamento la muerte del agente Graham.- Se volvió pero temió al encontrarse con la mirada de Jim.

Este interpretaba bien su papel de detective serio y duro, incluso hacía temblar a Audrey.

Cuando ella salió, se encontró a su padre esperándola y de reojo vió a Emma y Noah junto a sus padres.

Bastó la mirada de su padre para que siguiera el trayecto al auto en silencio.

×××

Emma regresó a su casa luego de ser cuestionada sobre su huida y luego de esquivar la prisión.

- ¿Qué es eso de que Brandon James es ahora el sospechoso principal?- Encaró a su madre con los brazos cruzados.

Magui y Kevin se miraron, una mentira que los unía.

- Ya basta de miradas y secretos.- Sentenció Emma harta.

- Está bien.- Magui pidió calma y se preparó para hablar:- Yo nunca tenía pensado decir esto, creía que Brandon no era capaz de algo así, pero esta nota me lo confirma.- Ella le entregó el papel que había encontrado en el árbol del jardín.

"Se parece tanto a ti cuando tenías su edad. Es una lástima que no sea una superviviente cómo su madre, pero seguro es una zorra como tú."

Emma no podía creerlo y no entendía a que se refería.

- Nosostros... tu padre, Hudson y yo volvimos al lago más tarde esa noche, luego de que... la policía lo abatiera. Lo encontramos a unos kilómetros del lago. Estaba vivo.

Todo comenzó a girar y un torbellino emocional invadió a Emma obligándola a golpearse con la pared a su espalda.

- ¿Y ahora?

- Lo sacamos de allí, lo llevamos a una cabaña de un amigo y luego... un día simplemente no estaba más.- Kevin se sumó a la charla demoledora.

- ¿Por qué mantuvieron este secreto tanto tiempo? Casi morimos por esto.- Emma se enfureció.

Antes de que sus padres pudieran defenderse, golpearon a la puerta.

Magui fue a abrir y se encontró con una débil y sometida Audrey.

- ¿Puedo quedarme aquí? Solo unos días.- Suplicó.

Los padres de Emma conocían a Audrey tan bien, desde hacía mucho tiempo ella solía quedarse a dormir, siempre se quedaba a comer e incluso salían juntos a pasear. Un día Audrey no volvió a ir a su casa hasta ese momento.

Y así fue como todo volvió a ser como antes.

×××

Kieran recibió un gran reproche de su padre al llegar a casa, y este no fue para nada ligero.

- No puedo creer que te hayas involucrado en esto. Casi arriesgas mi trabajo por esa chica.

- ¡Solamente quería ayudar! ¿Que esperabas que siguiera de largo? Y no... ¡no empieces otra vez con eso!

- Mira Kieran, no quiero que se vuelva a repetir lo de Boston. ¡Tienes que parar!- Le gritó su padre y luego se agarró la cabeza en medio de la sala.- En un par de semanas vendrán tu tía y tu primo a Lakewood, será mejor que te prepares.

La noticia había sido como si le hubieran echado un balde de agua fría encima y luego lo hubieran empujado.

- ¿De que hablas?

- Sí, y acostúmbrate.

El alguacil Hudson subió las escaleras hasta su habitación y dio un portazo. Kieran permaneció sentado en el sofá agarrándose la cabeza.

En la ventana justo frente a él pasó una sombra y él pudo verla.

Abrió la puerta y salió a la oscuridad: apenas habían los murmullos de los grillos.

Pero Ghostface estaba ahí, siempre estaba ahí. Acechando, acosando, planeando.

Volvió adentro y se fue a dormir, o a intentarlo.