Dos - El asesinato de Nina Patterson

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Nina Patterson no había sido una buena chica. Había sembrado un odio eterno en los pasillos de la escuela secundaria de Lakewood.

Su muerte no había sido otra cosa más que algo que tarde o temprano iba a pasar.

Emma cerró su casillero y se encontró con sus amigas: Riley y Jessica. Las tres habían perdido el hilo de la habitual charla de chicas, Nina siempre era la que más hablaba y siempre sobre ella. Ahora ellas retenían las miradas de los demás.

- ¿Cómo están?- Preguntó Jessica mientras las tres caminaban en conjuntos hasta sus clases.

- Sin poder creerlo, todavía.- Dijo Emma corriendose un mechón de cabello castaño claro detrás de la oreja.- ¿Quién haría algo así?

- ¿Quién no?- Murmuró Riley al momento que todos se detenían a ver algo perturbador.

Justo en el casillero que alguna vez había pertenecido a su amiga; Nina Patterson, había escrito con pintura: La zorra por fin recibe lo que merece.

Las tres se miraron atónitas y a Riley se le escapó una lágrima. Fue la única que salió corriendo hacia el baño.

- Yo me encargo de ella.- Jess acarició el brazo de Emma y salió corriendo detrás de su amiga.

Emma se dió la vuelta y se chocó con un chico de cabello largo y castaño, y unos ojos penetrantes.

- Ah, lo siento.- Se disculpó él y un mechón de cabello le cayó sobre los ojos. Él se acomodó y la miró un momento.

Emma pareció reconocerlo y enseguida abrió la boca para decir algo pero se quedó callada.

- Estabas en la fiesta, ¿no?- Recordó un segundo después.

Él asintió y apretó los labios.

- Vaya final.- Dijo él pero a ella no le hizo gracia y solo se encogió de hombros.- Qué lástima que aquí todos sean unos idiotas, ojalá esa chica pueda descansar en paz.

- Era amiga mía.- Ambos caminaban hacia la misma dirección.

- Lo siento.

Ella asintió y buscó con la mirada a su novio, pero las cosas aún seguían tensas.

- ¿Eres nuevo aquí?

- Así es, me mudé con mi padre hace una semana. Nunca me imaginé que las historias que envuelven a Lakewood fueran tan tétricas.

Ambos llegaron al salón de Seth Branson, el profesor de Literatura y Arte.

- Soy Kieran Wilcox, por cierto.- Él le ofreció su mano antes de entrar.

- Emma Duval.- Atisbo ella ofreciéndole la suya y sonriendo.

En el fondo de la clase, Will observaba la situación incómodo en su asiento.

×××

- Tyler O'Neil sigue desaparecido, la policía lo busca para interrogarlo sobre la muerte de su novia, Nina Patterson. Aún parece que queda un largo camino hasta que se descubra la verdad. Soy Piper Shaw y estamos sintonizando a través de La voz oculta.- Una reportera posaba junto al monumento que los maestros y directivos habían hecho para Niña Patterson en el patio.

Audrey estaba observando el mural con un gusto agrio en la boca. ¿Estaba bien sentirse bien o no sentir nada por Nina?

- Bu.- Noah apareció justo por detrás, tomándola por sorpresa.- ¿Estás bien?

- No lo sé, han pasado tres días y aún sigo... Sorprendida.

- Es raro. Nina fue una perra con todos y aún así su muerte se siente... Rara.- Dijo Noah jugueteando con sus manos.

Aún la policía y los forenses no habían llegado a una conclusión clara de lo que le había pasado a Nina esa noche. A pesar de que todos fueron interrogados hasta el cansancio, aún quedaba determinar la causa de muerte y si se trataba de un accidente.

- ¿De qué hablas?- Audrey caminaba con prisa, no quería pasar junto a Emma y su grupito de amigos.

Antes, hace mucho, ella y Emma habían sido muy amigas. Al principio de la secundaria solían sentarse juntas en el patio y almorzar juntas. Todo eso hasta que Emma la abandonó para unirse a Nina.

- Es como en Perdida, como cuando la protagonista desaparece sin dejar rastro y luego vuelve a aparecer ilesa. Salvo que aquí hay un cuerpo y bueno...

- Noah, esto es serio. ¿Crees que a Nina la mataron o...?

- ¿Se cayó sola al agua y murió asfixiada sin que nadie la oyera?- Completó él mirándola perturbado.

- Tienes razón: la otra historia suena mejor.- Ella y Noah entraron a la cafetería.

Audrey sintió los ojos de Emma clavándose en su nuca, pero no se giró a verla.

×××

Cuando regresó a su casa, tarde por la noche, Emma se encontró a su mamá de pie en el recibidor con una taza de café y la mirada perdida.

- ¿Está todo bien?- Le preguntó su hija mientras caminaba hasta ella.

- Supongo que no viste las noticias.- Sentenció ella abrumada.

Emma negó y ambas entraron a la casa. Maggie cerró los ojos y subió el volumen de la televisión.

- ...al parecer había marcas de asfixia en su cuello. Además se encontraron fibras debajo de sus cutículas, lo que indica que se resistió y peleó con alguien. Esto no fue un simple accidente, a Nina Patterson la asesinaron y fue alguien que participó en esa fiesta aquella noche. Se volverán a hacer requisas e interrogatorios.

Emma se tapó la boca y miró a su madre.

En ese momento, sonó el timbre y luego de un intercambio de miradas, Maggie le preguntó a su hija:

- ¿Esperabas a alguien?

Emma negó.

Su madre fue a abrir pero no había nadie, solo el aire fresco que se había levantado amenazante y violento.

Pero a sus pies había algo. Se trataba de una caja pequeña que aguardaba algo en su interior.

Maggie la tomó y la metió dentro. Fue hasta la mesa de la cocina y la colocó sobre ella.

- ¿Qué es eso?- Emma se acercó lentamente hacia ella.

Su madre se puso guantes (siempre los tenía a mano porque trabajaba de forense y se había acostumbrado a ellos). Deslizó los hilos de la caja y esta se abrió.

Un olor fétido invadió sus fosas nasales y la obligó a echarse hacia atrás cuando vió el interior.

Era un corazón. No sabía si humano o de animal.

Sobre este había una nota: Daisy.

- ¿Quién es Daisy?- Preguntó Emma con cara de asco.

Pero Maggie se limitó a mirarla y sentir un escalofrío recorrerle todo el cuerpo.

Scream: LakewoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora