Quince - Sangre derramada

110 12 8
                                    

Lluvia.

En el pueblo de Lakewood se batía una lluvia poco densa, pero que poco a poco tendía a intensificarse más.

Otra muerte había atacado a la pequeña población de Lakewood, y esta vez se trataba de Will Belmont.

Buen amigo, amado hijo, y amado novio.

Todo sus amigos estaban allí.

Emma no paraba de sollozar, y Riley se sentía ella cada vez que la miraba, cómo cuando había perdido a Jessica. Jake sentía lo mismo, pero esta muerte lo había terminado de sepultar: Will era su mejor amigo. Lo eran desde que eran muy pequeños.

Y Ghostface se lo había arrebatado, le había arrebatado todo.

Noah estaba ahí también, entre la gente que se aferraba a su paraguas mientras el Padre daba unas palabras de aliento.

- vuela alto, amado hijo.- Finalizó mientras todos se acercaban para dar su adiós.

Maggie y Kevin dejaron sola a Emma para que pudiera despedirse, pero Riley tomó la mano de su amiga y la acompañó en el dolor.

- Em, lo siento tanto, tanto.- Le dijo porque ya no sabía que palabras la ayudarían a sentirse mejor: no existía nada en el mundo que pudiera hacerla sentir mejor.

Mientras la lluvia parecía aligerar la carga, Em vió algo más allá de las lápidas.

Un Jeep se desplegaba en una distancia prudente y Ron Newly se metía al interior con velocidad.

- ¿Qué hace él aquí?- Inquirió Emma furiosa.

- No lo sé. Em. ¿Adónde vas?- Riley intentó alcanzar a su amiga pero esta ya iba a toda prisa hacia él.

Noah las vió alejarse y fue tras ellas, al llegar casi sin aliento y con la ropa húmeda, los tres presenciaron a Ron poner en marcha su Jeep.

- Hay que terminar con esto: él sabe algo. ¿Tienes las llaves?- Emma encaró a Riley y esta le lanzó las llaves.

Noah suspiró y miró al cielo nublado.

- Aquí vamos devuelta.

Ambos la siguieron hasta que quedaron incrustados dentro del vehículo. La gente ya se iba desvaneciendo del cementerio, y Jake vió como una vez más era excluido.

Emma introdujo las llaves en el coche y con una ira quemándole la piel, puso en marcha y arrancó.

Iban a seguirlo.

×××

El camino era apenas visible por culpa de la niebla, pero tal parecía que Ron quería que lo siguieran.

Pero Emma estaba cegada: había discutido con Will la misma noche que lo asesinaron y ahora se sentía terrible. Él no había sido un buen novio, pero sí un buen amigo e incluso estaba intentando ser mejor, pero su rencor pudo más que todo.

Y ahora estaba muerto.

Fue Piper quién hizo la llamada, pero era demasiado tarde. Y ahora ella estaba en un hospital y Will a tres metros bajo tierra. La policía aún estaba haciéndole un par de preguntas y Emma iría a visitarla pronto.

- Estás yendo demasiado rápido, Em.- Advirtió Riley en el asiento de atrás.

Pero ella no veía más que el cuerpo frío de su novio sobre la mesa de la morgue. Frío y apagado.

- No debimos haberla dejado conducir.- Susurró Noah mirándola con pena.- Emma, por favor. Sé que algo pasó con Audrey, y si quieres hablar...

- ¡No! ¡Audrey es una perra mentirosa! Tengo que acabar con esto. Ron sabe algo.- Insistía consumida por la ira y el nudo que comenzaba a gestarse en su garganta.

Audrey había abandonado la casa de Emma y ahora en cambio vivía con su mejor amigo, pero apenas hablaba y no quería hablar sobre el tema.

El camino era cada vez más común de lo que pensaban, y entonces cuando el Jeep se detuvo en una cabaña sinuosa y todo lo contrario a la del lago Wren, todos bajaron.

Él ya se había escabullido en el interior y había encendido todas las luces.

- Tengo miedo.- Se abrazó Riley.

Aquel lugar parecía salido de un cuento de hadas pero macabro.

- No hay nada que temer, es solo uno y nosotros somos tres.- Atenuó Emma acercándose con cautela.

Apenas llovía a esas alturas y los demás siguieron a Emma hacia la incertidumbre.

La puerta estaba medio abierta y dentro todo estaba a oscuras. Abandonado.

- ¿Hola?- Dijo Emma en un hilo de voz.

- Esta fue una mala idea.- Sentenció Riley.

De repente, algo se cayó y se rompió contra el suelo. Una sombra se posó justo detrás de ellos y alguien gritó.

- Me siguieron.- Ron apareció entonces como si nada.- Sabía que iban a hacerlo.

Emma fue hacia él y lo estampó contra la pared. Podía sentir su respiración justo delante de su cara.

- ¿Qué tienes para decirnos? ¡Habla ya!- Lo obligó Emma mientras sus amigos intentaban pararla.

- Déjalo ir.- Pidió Noah a Emma intentando apartarla.

Lo hizo, y Ron soltó una risita.

- Es momento. No puedes vivir oculto en las sombras.- Los tres se miraron, pero no era a ellos a quien le hablaba.

Alguien más apareció y todos dieron un salto. Sus ojos se abrieron como un amanecer.

Nadie podía creer lo que estaban viendo, y lo que parecía una búsqueda incierta ahora parecía una alucinación.

Tyler O'Neil estaba vivo y frente a ellos.

- Hola, chicos. Ha pasado un tiempo.

- ¿Ha pasado un tiempo? Ha ocurrido una matanza, todo está patas arriba. ¡¿Dónde estabas?!- Emma inquirió.

- Lo siento, de verdad. Yo... tuve que irme y Ron era el único que podía ayudarme. Voy a explicar todo.

Ron tragó saliva y se fue a otra habitación. Noah lo siguió y abandonó el escenario confuso.

- Todo este tiempo... estuviste aquí.- Emma estaba boquiabierta.

- Alguien me amenazó. Quería inculparme, quería hacerme daño.

- ¿Por qué debería creerte? No puedo hacerlo.

- Yo sí.- Riley dió un paso adelante con los ojos brillosos. Ella siempre había mantenido la esperanza de que Tyler estaría vivo y explicaría todo.- Le creo.

Tyler siempre había tenido buena relación con ella y viceversa, algo que ponía a Nina de los nervios. Pero nunca había pasado nada.

- Tenemos que irnos. ¡Ahora!- Ron regresó con la cara pálida y muy nervioso.- Alguien llegó.

Emma se asomó a la ventana y vió a su madre bajando de la patrulla del sheriff Hudson, junto a él.

- Esto no va a quedar así, tienes que volver.- Se volvió hacia ambos que iban a escabullirse por atrás.

- Volveré y contaré toda la verdad. Pero... Tienen que tener cuidado.

- ¿Qué sabes que nosotros no?- Quiso saber Noah apareciendo de golpe.

- Seth Branson. Solo eso puedo decir: no es quien dice ser.- Y con eso se marchó.

Los tres quedaron perplejos. Y ahora ellos también debían marcharse antes de verse implicados.

- Vamos, ya habrán visto el auto de Riley. Siganme la corriente.- Emma intentó parecer relajada.

Abrieron la puerta.

Scream: LakewoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora