Veintidós - Eli

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Era una noche fría y el viento agitaba las ramas que azotaban las ventanas.

Una pareja recién mudada a Lakewood comenzaba a arrepentirse de su decisión, una patrulla pasó por el vecindario y La Mujer espiaba a través de las cortinas.

El Hombre veía televisión, Rebeca Patterson estaba siendo procesada mientras su marido se derrumbaba en el juicio.

- Este pueblo está maldito, elegimos el peor lugar para pasar nuestras vacaciones.- Explicó el hombre cambiando de canal.

Mientras la pareja se preparaba para ir a dormir alguien se metía a la casa y se los quedaba viendo. Sujetaba un cuchillo en la mano y llevaba una capucha.

La mujer se despertó en mitad de la noche y creyó ver algo en el pasillo, pero un segundo después ya no estaba.

...

En cuanto los vió supo que eran ellos. De los que tanto hablaban, los cuatro de Lakewood. Y en ese momento la vió aunque ella no lo estaba viendo: Audrey Jensen. La asesina de su primo.

Eli Hudson había llegado al pueblo para quedarse ya que su madre había comprado una casa allí a un par de manzanas del lago Wren. Tina Hudson era hermana del alguacil Hudson y su muerte fue devastadora.

- Friki.- Haley Myers miró con cara de asco a Eli que parecía un maniático en la forma en la que los miraba.

Eli cerró su casillero y fue a su clase.

En eso, su teléfono celular sonó. Era su madre.

-Esta noche no estaré en casa, así que sal y diviértete o quédate y riega las plantas. Cómo sea, cuídate.-

Apagó su celular y lo guardó. Tomó asiento antes de que llegue el nuevo profesor de literatura y comenzó a jugar con su lápiz.

Y ahí llegó ella: Emma Duval. El centro de atención, la última chica, la superviviente.

Ella ya había aprendido a lidiar con las miradas pero ese día estaba incómoda.

Se sentó justo delante de él y en el trayecto se le cayó su celular al suelo. Eli tuvo un gesto amable y se lo alcanzó.

- Ten, es tuyo.

- Ah, gracias.- Dijo ella viendolo a la cara y sonriendo. Se corrió el cabello hacia atrás y se acomodó en su asiento.

Ella era hermosa y las cosas que su madre decía no eran para nada ciertas. Emma no era Brandon James.

Emma no era su padre.

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El inicio de curso y casi cuatro meses de los asesinatos de Lakewood, alguien había inaugurado una fiesta, cómo de costumbre. Y ese alguien era Eli. Hizo correr la voz y con ayuda de Haley logró su propósito.

Los cuatro de Lakewood estaban allí, o más bien tres de ellos. Emma no estaba.

Había algo más con lo que estaba lidiando.

Audrey Jensen estaba sentada sobre la barra de la cocina y bebiendo cerveza, su novia estaba junto a ella acariciando su pierna. Ambas estaban ebrias.

- Bueno, al parecer aquí el alcohol parece agua. Tendré que esconder el alcohol etílico.- Apareció Eli tomándolas por sorpresa.

- ¿Y tú eres?- Quiso saber Audrey reincorporandose.

- El dueño de esta casa. Bueno, el hijo de la dueña. ¿Donde está el resto de ustedes?

- Noah y Riley están discutiendo, cómo de costumbre. Y bueno Tyler está en su casa, y Ron está por ahí haciendo de las suyas.- Intervinó Rachel.

Aunque solo le importaban los cuatro de Lakewood, ese tal Ron también daba mucho de qué hablar por allí. Necesitaba saberlo todo.

Scream: LakewoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora