Scream: Lakewood

Capítulo especial: Érase una vez en Lakewood

1995

Se acercaba el fin de curso y también el baile de graduación, la preparatoria Lakewood estaba atestada de estudiantes que andaban de un lado a otro.

Daisy rejuvenecida, buscaba las cosas en su casillero y volvía a cerrarlo, para encontrarse cara a cara con su amiga íntima. Tara Meyers.

- Estoy segura de que ya tienes tu vestido comprado e invitaste a alguien o alguien te invitó.- Decía esta mientras ambas caminaban al unísono.

Daisy dobló en una esquina y se ruborizó al ver al chico que la había invitado al baile: Kevin Duval. Era tan apuesto y tenía una mandíbula predominante.

- ¿Es él?- La codeó y una sonrisita pícara se dibujó en su rostro.

- ¿Y qué hay de ti? Estás muy entusiasmada.- Daisy intentó esquivar miradas con Kevin y siguieron de largo.

Tara intentó evadir el tema a toda costa y no dijo nada hasta que llegaron al salón de clases.

Clark Hudson estaba sentado justo detrás de ellas y las saludó con la mano.

- Voy a hacerlo.

- ¡No!- Gritó Tara.

Pero Daisy lo hizo, se dió la vuelta y le preguntó a Clark si quería ir al baile de graduación con ella. Obviamente él aceptó, llevaba meses detrás de ella intentando ligarla, pero Tara al parecer tenía ojos para alguien más, sino no podía explicarse cómo podía rechazar a alguien tan atractivo como Clark.

Tara le enseñó los dientes al momento que la clase comenzaba.

...

Al finalizar el día, Daisy se desviaba un poco del camino a casa para verlo.

Ni Kevin ni Tara lo sabían. Nadie podía saberlo.

Quizás el hecho de que la gente se burlara de él o lo tachara como un bicho raro, o quizás porque se contaban demasiadas cosas. Pero Daisy le tenía aprecio.

Siempre le llevaba comida o lo acompañaba hasta su casa. Era una granja rara alejada un poco de las calles de Lakewood.

- ¿Estás bien con eso?- Daisy le había contado con quién iría al baile de graduación, pero es que no podían verlos juntos.

Él asintió. Su rostro estaba destruido y la belleza que había en él ya casi no podía verse. Algo le había deformado la cara.

Brandon James vivía con su hermano y su padre en una granja pobre y alejada del resto de la gente. Todo el mundo se preguntaba por qué iba al instituto si vivía así.

- Sabes... Me gustaría que vayamos juntos al baile. Pero es que...

- No quieres que nos vean juntos. Eso es.- Dijo este con la voz carrasposa.

Daisy abrió la boca para decir algo pero los gritos de su hermano mayor que estaba a unos metros la detuvo.

Él ni siquiera se despidió y solo salió corriendo como cuando llaman a un perro.

Daisy se quedó sola en mitad del camino viendo cómo Brandon agachaba la cabeza mientras Troy lo regañaba.

De repente, algo se movió justo detrás de ella. Había alguien más ahí.

Sintió escalofríos y tomó el mango de su bicicleta para ponerse en marcha y volver a casa.

Podía jurar ver la figura de un hombre entre los árboles. Pero no se quedó mucho tiempo viendo.

...

El día había llegado antes de lo esperado.

Daisy y Tara se estaban probando los vestidos en casa de esta última.