Scream: Lakewood

Veinticuatro - El visitante

Tina Hudson estaba en su casa, observando el desastre de la fiesta que su hijo había organizado sin su autorización. Se sirvió una copa de vino y observó a través de la ventana. Esperándolo.

La noche era oscura y fría, nadie la escucharía si llegara a pasarle algo. Las casas allí estaban bastante alejadas, pero eran lo más barato que podían alquilar. Su llegada allí no sería permanente, tenían muchas cosas que hacer y muchos papeles que llenar. La muerte del alguacil Hudson, su hermano, había dejado mucho desastre.

Eli estacionó el coche en la entrada, coche que pertenecía a Tina. Ella pudo ver algunos rasguños en el frente. El auto estaba bastante derruido.

Cuando bajó se dió cuenta de que su madre estaba viéndolo.

Ya sabía la que le esperaba.

Entró a la casa con las manos en los bolsillos e intentó esquivar a Tina, pero fue en vano.

- ¿Adónde vas? Creí haber sido muy clara cuando te dije que cuidaras la casa. Las plantas están marchitas y esto es un desastre.- Dijo sin girarse a verlo.- Además destruiste el auto.

Eli se quedó helado, su madre no era de actuar así ante una de sus metidas de pata.

- Dime como vamos a arreglar esto.- Lo enfrentó.

- Ya hice tu trabajo sucio, está todo en el bolso.- Señaló Eli a la bolsa que se encontraba en los pies de la escalera.

Tina medio sonrió.

- No olvides que llegamos hasta aquí porque yo me las ingenie para hacerlo, si fuera por tu padre los dos estaríamos bajo tierra con él.

- Y tú no te olvides que fuiste la responsable de su muerte.

A Tina se le elevó la sangre y lanzó la copa contra la pared, justo al lado de él.

- Tú sigue haciendo tu trabajo y yo seguiré haciendo lo mío. Vete.

Eli subió a su habitación y se lanzó a la cama. Había sido un larguísimo día.

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- Bueno te he comprado todo lo que me has pedido, espero que sea suficiente.- Ron Newly dejó un par de cómics sobre la mesa de luz de su amigo Tyler.

Este asintió sentado en su cama y luego miró a su alrededor.

- Así que esto es todo lo que tengo ahora, ¿no? No bastó con perder a mí novia que ahora ni siquiera puedo poner un pie en mí patio trasero.

- Lo siento. No te mereces todo esto. A veces las cosas son así.- Él se sentó a su lado aunque demasiado cerca.

- No es justo, no me cierra eso de que Kieran haya matado a Nina y la policía aún sospeche de mí.

Entonces, Ron dió un paso más, creyendo que Tyler comprendía todo lo que él había hecho para su bienestar. Pero Tyler no lo veía de la misma forma.

Se levantó rápidamente y lo miró con asco. A Ron lo lastimó la forma en la que lo estaba mirando. Nunca antes se había sentido tan vulnerable.

- Ron... Tienes que irte.

- Tyler, yo...- Iba a lamentarse pero no serviria de nada. Tomó sus cosas y se marchó.

Tyler se quedó a solas y pateó una silla. La furia contenida.

Ghostface vió a Ron marcharse hecho una bala, las lágrimas pedían salir pero él se negaba. Todo había salido mal.

Se infiltró en la casa y subió con cuidado las escaleras.