Veintitrés - Reunión

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Emma sostenía una taza de café entre sus manos temblorosas. Audrey, Rachel, Noah y Riley estaban de pie frente a ella en la cocina.

- Está volviendo a pasar.- Sentenció Emma inquieta viendo a través de la ventana.- ¿Quién es ese raro del auto?

- Es Eli. Se ha mudado al pueblo y es nuevo. No lo sé, solo es algo molesto.- Contestó Rachel.

Emma rodó los ojos en cuanto lo identificó, era aquel chico raro que se sentaba detrás de ella.

- Así que uno de nosotros ahora es el blanco de Ghostface.- Indicó Noah.

- Y adivinen quién va ganando... Tyler. La gente es macabra.- Gimió Audrey dando vueltas.

Riley se puso rápidamente de pie y fue directo hacia la puerta.

- ¿Qué haces?- Noah fue detrás de ella.

- Mi amigo está en peligro, tengo que avisarle. Ghostface no se anda con rodeos, y eso lo sabemos.

A Noah se le partió el corazón en pedazos, los ojos de súplica... Quédate, era lo único que quería decirle. Pero ella estaba girando el pomo de la puerta y abriéndola.

En cuanto lo hizo, alguien más se presentó a la puerta. Era el detective Graham. Había vuelto y esta vez con más severidad.

- Adentro todos. Hay algo que debo informarles.

Ya con todos dentro, la taza de Emma se hizo añicos al resbalarse de sus manos y estallar contra el suelo.

- Tu madre está en el hospital. Un auto intentó sacarla del camino. Está estable.

Ella no lo pensó dos veces: fue por sus cosas y corrió hacia una patrulla que estaba esperando fuera. El alguacil Carlson la llevaría hasta el hospital donde se encontraba su madre.

Los demás se quedaron en la acera viéndola alejarse.

- En cuánto a ustedes... Vendrán conmigo a la estación y veremos como solucionar esto sin que corra otra gota de sangre.

- Yo creo que eso es imposible.- Argumentó Audrey subiendo a la parte de atrás del coche negro de Graham.

El auto de Eli seguía en su lugar. Ellos luego volverían por sus vehículos, ahora tenían otros asuntos que resolver.

- Espero que Maggie esté bien.- Dijo Noah en la parte de atrás.

El vehículo se puso en marcha y luego el de Eli también. Pero otro vehículo más se sumó a lo lejos de ellos. Ghostface iba al volante.

- ¿Donde estuviste todo este tiempo?- Inquirió Audrey en el asiento del acompañante.

- De vacaciones. Pero tal parece que eso es imposible aquí. Ghostface ha vuelto al parecer.

Rachel se giró en la parte de atrás y notó que habían dos vehículos siguiéndolos hacía rato.

- ¿Que pasa?- Noah notó que Riley estaba apartada con su teléfono celular.

- Tyler no contesta mis mensajes, ya lo he llamado una docena de veces.- Se notaba su preocupación.

El detective Graham los miró a través del espejo retrovisor, un inevitable deja vu se le cruzó por la mente. Esos chicos no tenían un día de paz.

- Aunque no sabemos quién está detrás de todo esto ahora sé que no es ninguno de ustedes.- Les dijo y luego centró su mirada en Audrey.

Ella la apartó rápidamente.

- ¿Es normal que esos autos nos estén siguiendo desde que salimos de la casa de Emma?- Musitó Rachel volviendo a ver hacia atrás.

- No, ya los he visto. Por eso tomaremos un atajo.- Graham se desvió del camino y se metió dentro de un sendero bordeado de árboles.

Solo un auto los siguió, el otro parecía haberse desvanecido.

- Ay, es ese traumadito de Eli.- Lo reconoció Audrey a través del espejo retrovisor.

- ¿Lo conocen?

- Sí, es raro. Creo que está obsesionado con nosotros y nuestra historia.- Contestó Audrey sin quitarle la vista al auto.

Graham continuaba conduciendo despacio, viendo a los alrededores por si Ghostface los estaba siguiendo. Aún conservaba su revólver en la guantera. Estaba dispuesto a usarlo.

Entonces fue cuando el auto volvió a aparecer. Estaba justo delante de ellos e iba a toda prisa.

Todos se sujetaron en sus asientos, y Riley se aferró al brazo de Noah justo antes de que el auto de Graham retrocediera hasta apartarse del camino y volcar a un lado.

El otro auto se detuvo y de allí salió alguien. Ghostface sosteniendo el cuchillo. Lo primero que hizo fue ir hasta el asiento del conductor y arrastrar al detective que gemia de dolor hasta el exterior.

Audrey vió como el enmascarado estaba encima de él y sin piedad comenzaba a apuñalarlo. Una y otra y otra vez, hasta matarlo. El detective Graham intentaba defenderse con sus manos pero era en vano.

En la parte de atrás, los demás se quejaban del dolor pero Rachel parecía la más afectada puesto que estaba inconsciente y de su frente comenzaba a brotar la sangre.

- Cariño, ¿estás bien? Despierta.- Mientras sucedía todo eso, y entre sollozos, Audrey observó como Ghostface rodeaba el coche e iba por ella.

Comenzó a gritar y lo que parecía su fin llegando, Eli encendió el motor y arremetió contra Ghostface que estaba en medio de la calle.

Sin piedad intentó atropellarlo pero este escapó dejando su auto a unos metros de distancia.

- ¿Están todos bien? He llamado a la policía. Tranquilos.- Decía Eli agachado viendo el rostro de Audrey desvanecerse mientras sostenía la mano de Rachel.

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En el hospital, Emma corrió a toda prisa a la habitación de su madre pese a que una enfermera le decía que no era el horario de visitas.

Abrió la puerta y su madre estaba ahí, recostada y con múltiples golpes producto del choque.

Emma fue directo a abrazarla con cuidado.

- ¡¿Qué pasó?!

- Alguien quiso sacarme del camino. Cariño, está volviendo a pasar y temo que esta vez... Podrías ser peor.

- ¿Por qué lo dices, mamá?

- ¿Y si Brandon James sigue vivo? Con tu padre y Hudson lo sacamos del lago, pero luego... No supe nada más. Se lo llevaron y... No lo he vuelto a ver.

Emma se tapó la boca, podría juzgar a su madre por todas las mentiras que había dicho y por todas las verdades que había callado, pero no era el momento. Luego de aquel día en el lago su madre le había prometido no volver a mentir, le había pedido perdón y la había abrazado. Pero ahora estaban de nuevo envueltos en este lío.

- Espero que no. Pero si vuelve... Vamos a destruirlo.- Sentenció Emma fría.

- ¿Que hay de tu padre? ¿Has hablado con él? Lo vi irse sin más.

- Le dije que se fuera, que no lo quería volver a ver. Que todo el daño que nos hizo ya no se puede deshacer. Se fue a un motel.

Entonces, Emma recibió una llamada desde el teléfono de Audrey.

- ¿Hola?- Inquirió apartandose de la cama.

- Ghostface ha provocado un choque, estoy en la ambulancia con tus amigos. Creo que se dirigen al mismo hospital donde estas tú, Audrey me contó lo que le pasó a tu madre.- Era la voz de Eli hablando atropelladamente.

Ella no podía respirar, las palabras se le quedaban atoradas en la garganta y un nudo se había comenzado a formar.

- ¿Quién eres?- Fue lo único que pudo decir.

Para peor: la luz se cortó en todo el hospital.

Emma y Maggie intercambiaron miradas. Ghostface había ido por ellas. Esta vez era personal.

Scream: LakewoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora