Capítulo 1: Enamorado

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La campana del primer receso sonó por toda la institución. Los chicos salían de sus cursos, como abejas de un panal, siendo atraídos por los aromas exquisitos del buffet y los perfumes costosos de las estudiantes.

Eren salió del salón de 4° año no sin antes darle una seña a su amigo Armin de que estaría en el patio. El rubio sonrió y negó con la cabeza, dando a entender que dejara de verla.
Armin era el único que sabía lo locamente enamorado que estaba Eren de Ivel. Se lo había dicho desde que la vió: en el primer día de clases saliendo de un auto de lujo junto a su hermana Ackerman. Ambas mujeres de una belleza incomparable, pero que sólo una de ellas, había captura toda la atención de Eren.

Bajó por las escaleras del segundo piso a toda velocidad, caminó por el pasillo que conducía al patio principal. Y entre los árboles y formando casi parte del paisaje, se encontraba Ivel, sentada bajo la copa de un cerezo floreciente junto a su hermana. Las hermanas charlaban de algo que Eren desconocía. Se fue acercando lentamente para no levantar sospechas y se sentó detrás de un árbol cerca de ellas; ahora podía oír palabras entrecortadas.

Mikasa era la que parecía que más hablaba, tratándole de sacar algún tema a Ivel, pero ella solo respondía con una mirada fría y cruzaba los brazos. Para Eren aquellas reacciones eran las más tiernas que podía haber visto, y estaba dispuesto a declararse esa misma tarde.

Ojalá alguien le hubiera advertido de lo que vendría.

Narra Levi

Mi maldita hermana no paraba de preguntarme sobre un tal Erwin, el rubiecito delegado que se me había declarado ayer y que esperaba una respuesta mía.

—Levi... ¿Lo vas a rechazar cierto? —Se acercaba invadiendo mi espacio personal— ¿Levi?

La muy desgraciada sabía que no me podía llamar así. Le lancé la mirada más fulminante que tenía para que se callara de una maldita vez.

Pero ella siguió:

—Deberías dejar de ser así, como sea. —Soltó un suspiro pesado—. Alguien nos está espiando. —Me señaló con la cabeza un árbol que estaba cerca de nosotros.

Bufé molesto.

Otro obsesionado conmigo.
Porque dudaba que sea por mi hermana.
Me cruce de brazos para ver la reacción del aquel tipo. El solo se asomó un poco y se sonrojó.

Já, lo sabía.

Maldito puberto, odio que me espien.
Le hice una seña a Mikasa para que vayamos al baño y ella me siguió.

—¿Quién crees que sea? —preguntó mi hermana ya dentro del baño, mirando cada tanto hacía afuera.

—No lo sé, y no me interesa —dije bruscamente mirando en el espejo para acomodarme algunos mechones sueltos—. Y no creo que algún día me llegue a interesar...

—No puedes saber eso Levi. —Me miró a los ojos por unos segundos. Tratando de saber que pensaba, quizás.

—¿Por lo menos se te ocurre alguien que me acepte tal como soy? —espeté molesto. Su vista se dirigió a sus pies—. No existe Mikasa, bajate de una vez de esa nube donde estas, por favor.

Y esas fueron mis últimas palabras antes de que todo cambiara por completo.

Un amor confuso『 ErenxLevi 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora