Capítulo 4: Confusión

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Narra Eren

Después de lo ocurrido con Levi todo estaba yendo normal, o bueno casi todo.
Armin no paraba de preguntarme porque de la noche a la mañana había dejado de gustar de Levi, siempre le respondía "No lo sé Armin"

Y era la verdad...

El hecho de que era un chico me molestaba mucho, no entendía como podía mentir por algo tan grave.
Pobre de los que estaban tras de Ivel.

¿Acaso era el único que sabía el secreto de Levi?

Cada vez me sentía más distante a mi mismo, era raro.
Me preguntaba día y noche si haber dejado de ver a Levi, era buena idea.
Sabía que el tenia algo grave, ninguna persona "normal" se pone a temblar de la nada.

Podía haberle preguntado que tenía, podía haberle ayudado, podía haber probado otra vez sus labios de cereza.

Pero no lo hice.

Y quizás estaba arrepentido.
Pero no me atrevía verle la cara a Levi. Simplemente no podía. Estaba entre enojado, confundido y arrepentido... ¿Raro no?

Pero era lo que sentía.

Ya había pasado un mes sin ver a Levi, ya no salía en ningún receso, y en la hora de la salida evitaba estar cerca de su curso. Pero había algo que me haría verlo de nuevo; el festival cultural. Día festivo donde cada uno de los cursos, o en grupos, tenía que armar una atracción para los padres y algunos curiosos que pasaban cerca de ahí.

—Bueno chicos, alisten sus cosas para irnos al aula de 3° —decía eufórica la profe de Teatro. Estaba de más decir que le gustaba su trabajo. Armaba los festivales ella misma, haciéndolos únicos y divertidos cada uno.

Era una de mis materias favoritas.
Algunos de mis compañeros estaban emocionados por ir, solo porque podían ver a "Ivel". Y si, era tipo una celebridad en el colegio. Yo no estaba para nada contento. Así que se me ocurrió la brillante idea de hacerme el enfermo. Bien pensando Eren, lo que no tenias en cuenta es que tu profesora de Teatro era una muy buena actriz y sabía cuándo alguien fingía.

—Profe me siento mal —dije agarrándome la panza y poniendo una cara de dolor.

Armin me miró desconcertado. Uy, me había olvidado decirle mi plan.
Con unos rápidos gestos traté de decirle a Armin de que me siguiera la corriente.

—A-ah, sisi profe. Eren se siente mal desde la mañana —exclamó Armin tratandome de cubrirme.

La profesora se paró de su pupitre y se dirigió hacia nosotros mientras se acomoda los lentes.
Cuando llegó a nosotros, se inclinó demasiado hacia mi.

—¿Estas seguro Eren? —preguntó levantando una ceja. Me puse un poco nervioso, pero debía seguir.

Otra vez actúe como si tuviera un dolor, para que así me creyese.

—Si, profe Hanji —respondí abrazando mi panza.

—Bueno~ —canturreo regresando a su pupitre dando saltitos.

Siempre me pareció una niña en cuerpo de adulta.
Se puso a buscar algo en su bolso y dio un brinco cuando lo encontró. Desde mi lugar no podía ver que era, pero mientras se acercaba pude ver lo que traía en la mano; un pequeño frasco con un líquido amarillento.

—P-profe ¿Qué es eso? —Ya me estaba asustando. Hanji también era científica en sus tiempos libres y se decía que aveces traía frascos con sustancias desconocidas, así experimentando con sus alumnos, la mayoría yendo a parar a la enfermería.

—Oh Eren, solo es una fórmula que cree ayer. Podría aliviar tus dolores estomacales o ... —Se quedo pensando unos segundos— ...nah —Extendió su mano esperando que agarrase el frasco.

Un amor confuso『 ErenxLevi 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora