Annie se dirigió al salón de profesores para asegurarse de que todos estuvieran allí. No quería que alguno se diese cuenta de lo que tramaba, no cuando faltaba tan poco para su venganza. Se paseó con toda normalidad por la puerta de la sala de profesores y contó rápidamente. Habían treinta y un profesores, faltaba uno. O mejor dicho una profesora, la más odiosa de todas. Hanji, la que impartía clases de teatro. Seguramente estaba ayudando a los de cuarto año. Y, después de varios minutos pensándolo decidió buscarla. Todo el que pudiera hacer fracasar su plan, debía estar en esa sala, sí o sí. Corrió todo lo que pudo por los pasillos y en un instante la encontró. Cuando la vio fue bajado la velocidad.
Estaba hablando con el niñato de Levi. Se acercó a Hanji ignorando completamente al otro.
—Profe Hanji, la están buscando en sala de profesores. —Mintió con descaro poniendo una cara de preocupada y sobreactuando para que pesase que la estaba buscando por mucho tiempo.
Levi miró a la rubia con detenimiento, examinándola de pies a cabeza. Nada de lo que viniese de esa ingrata podía ser cierto.
—¿Para qué? —preguntó él, sin creerle ni una sola palabra y frunciendo el ceño
Annie formuló con rapidez una excusa perfecta. Después de todo, era su mejor habilidad.
—Te necesitan para arreglar algunos detalles sobre la película. Ya sabe, el que se emitirá en una hora.
—Entiendo, gracias Annie —respondió Hanji acomodándose sus lentes y se alejó a paso veloz en dirección a sala de profesores. Se despidió de ambos a lo lejos, sin darle tiempo a Levi de decir algo.
Olvidándose de quien tenía al costado, Annie sonrió victoriosa. Y cuando Levi vio esa mueca supo inmediatamente la farsa. Estaba dispuesta a ir a alcanzar a la cuatro ojos, pero alguien de su curso lo llamó diciendo que ya iba a empezar el festival.
En cuanto Levi se fue a regañadientes, Annie sacó mi celular para mandar un mensaje de texto:
"Que empiece, chicos"
Y fue a la sala de proyecciones dispuesta a arruinar la reputación de ese niño mimado.
Narra Eren
Ya habíamos dejado listo todo, solo faltaba que el director abriese las puertas y el festival empezase. En cuanto la campana sonó todos nos pusimos en nuestros lugares. Listos para atender a toda la gente que estaba ingresando. Yo estaba en la sección de cocina, y de vez en cuando iba a dar una ojeada a las maid-café. Levi estaba con el pelo suelto, con algunos ganchitos para que no le tapasen la vista y una vincha ondulada al estilo anime. Y le habían agregado un corto delantal al frente, para poner las propinas. Cada vez que lo veía, me preguntaba como se vería vestido de chico.
En eso, veo como un hombre como de cuarenta años le miraba las piernas con disimulo, mientras él tomaba el pedido en otra mesa ajena. Y en cuanto Levi se agachaba para entregar los café, el otro miraba sin descaro alguno.
Me enfurecí.
Me importó poco que me estuviesen llamando desde la cocina. Con los puños apretados y la cara enrojecida avancé a pasos agigantados a su mesa y sin pensarlo mucho le estampe un puñete en el rostro. En un segundo él ya estaba en el piso con la nariz sangrando y pidiendo ayuda, como si lo mereciese. Sacudí mi mano y pude ver cómo la herida de hace unos días se habría poco a poco. Podía ver a todas las personas rodeándonos. Levi se dio cuenta de lo que pasaba y de dirigió a nosotros.
—¡¿Cómo se te ocurre hacer eso, Eren?! —gritó molesto haciéndose paso entre la gente. Y claro, como no estarlo. Había hecho tremendo alboroto— ¡Di algo maldita sea!
—Él te estaba viendo de forma obscena —logré decir apenas. Presentía que no me iba a creer. Agache mi cabeza, esperando lo peor. La gente murmuraba a mi alrededor de forma molesta, la mayoría decía barbaridades sobre mí, sin siquiera saber la situación.
Me sorprendí cuando una mano me alejó de todo ese tumulto de personas. Ahora era Levi quien me jaloneaba de la muñeca y sonreí sin un motivo aparente. Primero me llevo a paso lento, pero luego aceleró el paso cuando salimos del colegio y nos dirigimos al edificio abandonado, al frente del patio principal.
Afuera habían tiendas de comida y algunos juegos, junto con un pequeño espacio donde habían sillas y una pantalla grande.
Todos estaban tan concentrados en el festival, que no había tanda seguridad como los demás días, y pudimos entrar fácilmente. Ya que la mayoría de las veces había un guardia en la entrada.
Todavía no entendía porque Levi me quería llevar allí, pero no me opuse en ningún momento. Aunque probablemente me daría un buen sermón en cuanto parase. Subimos hasta el tercer piso, en un aula completamente vacía, donde antes habrían estado pupitres. Pero habían desaparecido por la remodelación del colegio.
Paró en seco muy cerca de la ventana y me soltó de una. Y se cruzó de brazos esperando buenas explicaciones sobre lo ocurrido. Aunque su intención era mostrarse frío, no lo lograba gracias a su traje de maid, que le quedaba demasiado bien. Y lo hacía mas tierno de lo normal, a mí tambien se me hacía imposible no darle un vistazo a sus delgadas piernas. Pero lo respetaba.
—¿Es cierto lo que dijiste sobre ese hombre? —Tanteó el piso con un pie mientras me miraba fijamente. Y al hacerlo los brazos se le fueron soltando, relajando los hombros y fue caminando lentamente hacía mi. Por un momento pensé que iba a recibir algún golpe pero en cambio, llevó sus manos a mi pecho regocijándose en mi.
No supe como reaccionar en ese instante.
—S-si... Y no me gustó para nada —susurre cerca de su oído sintiendo una chispa de electricidad por todo mi cuerpo. EI corazón me estaba empezando a bombear sangre demasiado rápido, como la primera que me le declaré, pero esta vez era diferente.
Al darse cuenta de eso, se alejo un poco de mí, quedándonos frente a frente.Y llevando sus ojos al suelo, jugueteó un poco con su delantal, arrugándolos para después alisarlo por varios segundos. Escuchaba su respiración con claridad, un poco irregular y viendo como sus mejillas se iban tiñendo de un rojo carmín.
Se veía realmente hermoso así.
—¿Por qué? ¿eh? —preguntó con una pizca de sensualidad en sus palabras, que me volvían completamente loco. Levantó la vista directo a mis labios y ensanchó una sonrisa ladina. Nunca me había esperado eso de él, y debía aprovecharlo.
—Porque me gustas Levi. —Llevé mi mano derecha a su mejilla como si de algo delicado se tratase. Algo que no quería romper, solo conservarlo para siempre, tal como estaba. Pensamiento egoista, lo sé. Él me correspondió acunandose y cerrando los ojos para sentir mejor mi tacto—. Me gusta todo de ti, absolutamente todo.
Se quedo estático por varios segundos, para después soltar un suspiro, aliviado. Escuché como afuera se iba llenando de gente e iban dando comienzo a la película.
Y, justo cuando Levi estaba a punto de pronunciar algo, desde afuera alguien pronunció su nombre y apellido e inmediatamente fue a ver que pasaba. Dejándome estático y con el corazón en la boca. Se acercó a la ventana por un momento. Donde permaneció por un minuto para luego alejarse con rapidez, saliendo del aula.
Me quedé estupefacto ante eso.
Las piernas me empezaron a flaquear y apenas pude acercarme al vidrio y mirar hacía abajo. No podía ver con claridad lo que se estaba reproduciendo, pero alcance a ver unas cuentas imágenes. Fotos de Levi de pequeño junto a una niña que claramente no era Mikasa.
Y supe entonces, que todo se vendría abajo.
N/A:
¡Felices fiestas! <3
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Un amor confuso『 ErenxLevi 』
FanfictionEren Jaeger está perdidamente enamorando de la chica más inteligente y popular; Ivel Ackerman. Pero lo que el castaño no sabe, es que esa chica de apariencia tierna, no es para nada tierna... y mucho menos una chica. Los personajes no me pertenecen...