Narra Levi
—¿Vamos o qué? —espeté acercándome a él. Eren guardo su celular en el bolsillo delantero de su jean y se quedó mirando la sección de juegos del parque. Dos niños de aproximadamente diez años pasaron por su lado y lo rodearon jugando con aviones de papel.
—¿Y si nos quedamos un rato aquí? —propuso alegre mientras los saludaba y les revolvía el cabello a ambos.
Lo miré a los ojos, negando con la cabeza.
¿Soportar un minuto más estando cerca de esos mocosos? No.—¿Qué vamos a hacer en los juegos, Eren? —preguntó Mikasa acomodando un mechón de pelo detrás de su oreja.
¿Acaso mi hermana quería ir ahí?
La miré de reojo, parecía que los párpados le pesaban, sus ojos estaban apagados, tristes. Supuse que en su niñez había ido a algunos parques y por eso sentía ese aire de nostalgia, pero la poca felicidad que tenía en ese entonces fue pisado y quitado por mi padre, quien solo buscaba su propia felicidad.
En cambio, yo había recibido una educación especial, en casa, sin ningún contacto con el exterior. Hasta ese accidente.
—Obviamente jugar, Mika —dijo Eren y soltó una risita. Mi hermana se ruborizó ante su comentario.
Bufé molesto.
Quería un helado, e iríamos por el.
—Quiero ir a la heladería —protesté cruzándome de brazos—, y no a esos estúpidos juegos.
Mikasa me dedicó una mirada, quizás queriendo que accediera.
—Vamos pero rápido ¿Entendieron? —Resoplé rendido, no podía contra ella en esos momentos. Eren sonrió de lado y al estar desprevenido, me tomó de la muñeca hasta llegar a la sección de juegos, como siempre lo hacía. Su mano estaba tibia, quizás todo su cuerpo estaba así.
Ya quería ver que podían hacer en ese lugar plagado de niños.
Al entrar Eren paseó los ojos por todo el lugar, buscando a donde subirse.¿Se le podía llamar a él adolescente?
Los juegos que pude ver me parecieron muy simples, habian algunos toboganes que ya llevaban algunos años allí, dos columpios sujetados por cadenas de fierro y un pasamanos oxidado. Sin embargo, esos mocosos jugaban en ellos.
—¿Nos subimos a los columpios? —Eren volteó para verme, esperando mi respuesta.
—Mmm... bueno —contestó Mikasa, aunque no le habían preguntado a ella. Los modales que le habían enseñado de pequeña no mostraban resultados, al parecer.
Y así se encaminaron a los columpios. Eren se volteó para verme, allí parado. Una brisa fresca me recorrió el cuello, relajando cada musculoso de mi cuerpo.
—¿Vienes? —Me tendió su mano, ensanchando una sonrisa.
Iba a tomarla cuando unas gotas diminutas me rozaron la piel, deslizándose sobre ésta. Y en un instante la lluvia fue empapando a los niños que salían despavoridos, y a nosotros también.
Parecía que a Eren no le había importado porque igual se subió a ese juego, olvidándome por completo.Como solo había lugar para dos personas en los columpios, se subieron Mikasa y Eren. El castaño le enseñó a impulsarse con sus piernas y ambos reían en medio de la lluvia.
Se veían bien juntos...
Apreté mi mandíbula con fuerza, tratando de pensar en otra cosa, sin embargo, era difícil con ellos pasándola tan bien.
Sentía una punzada en pecho que no me gustaba para nada. No quería estar ahí ni un minuto más. Me di la vuelta buscando un lugar donde refugiarme de la lluvia. Además que mi ropa estaba empapada, y era incómodo.
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Un amor confuso『 ErenxLevi 』
FanfictionEren Jaeger está perdidamente enamorando de la chica más inteligente y popular; Ivel Ackerman. Pero lo que el castaño no sabe, es que esa chica de apariencia tierna, no es para nada tierna... y mucho menos una chica. Los personajes no me pertenecen...