Ya habíamos salido de la librería, y yo continuaba fijándome en la "W" de color oro que sobresalía en la pared de la librería "Waterstones". Matthew comenzó a andar por las calles de Oxford y yo lo seguí, con Ethan un poco detrás. Matthew caminaba sonriente, y hablando sin parar, al contrario que Ethan, cuyo estilo le semejaban a un gato.
- Lo siento, Lisbeth, habíamos quedado en que yo te explicaría como funciona todo, pero en cuanto me despisté un poco, tu y Ethan ya habíais desaparecido. ¿Ha sido muy grosero?
- No, en absoluto. No te preocupes, de verdad. - Respondí con una sonrisa. - Pero... ¿Lisbeth?
- No te importa que te llame así ¿no? , soy una aficionado a ponerle nombres a la gente. Puedes llamarme Matt,si quieres - Acepté a que me llamara así, depués de todo, yo ya no era Elisabeth.
- Yo me separo aquí. - Dijo Ethan parándose para despedirse.
- Vale, te veo mañana a las diez. - Ethan asintió y se dio la vuelta hacia una calle lateral.
Un rato después, Matthew y yo llegamos a un gran edificio de cristal, el mismo edificio que veía de lejos todos los días desde el autobús que me llevaba al colegio. El interior es semejantre al de un hotel, con recepción incluido. Matthew y yo nos acercamos y le pidió una habitación a una anciana bajita y con gafas que está sentada detrás del mostrador.
- Ten, cariño . - Dijo dándome una llave con una calurosa sonrisa- La 210. Veo que eres nueva, ¿Cómo te llamas?
- Gracias, mi nombre es... Elisabeth, pero puede llamarme Lisbeth. - Respondí devolviéndole la sonrisa
- Oh Bridget, que nombre tan hermoso. Una vez conocí a una chica que se llamaba así. Yo soy Delia, y me tienes aquí para lo que necesites. Pensé en corregir el nombre, pero acabé riéndome y me sentí obligada a despedirme de ella. Al meternos en el ascensor veo que hay como unas 21 plantas. En el trayecto hasta el piso, Matthew me explicó que parte de la magia que poseen los solyn es el arte de quitarle importancia a las cosas, ser olvidados facilmente. Algo parecido a un glamour.
- Eso es muy triste
- Es la clave para que nuestra raza pueda convivir tranquilamente. Bueno, eso y algún infiltrado en el ayuntamiento. 210... - Cambió de tema cuando se abrieron las puertas -vives cerca de una amiga mía, mañana te la presentaré.
- ¿Ella también es una cazadora?
- Hecha y derecha.
Él vive una planta más arriba, en la 372. Me había explicado que aquí vivían todos los Solyn que no poseían casa propia, o los jubilados. Un hogar de acogida.Por eso las personas a las que iba a ver aquí iban a ser casi todas jóvenes, ancianos, o empleados del lugar.
192,193,194... Todas las puertas son exáctamente iguales, y cuando iba por la 195, la puerta se abrió y alguien que salía con prisa se chocó conmigo. Me di la vuelta temiendo haber molestado a alguien, pero el rostro que me encontré es el de una chica que parece agradable. Llevaba el pelo recogido en un descuidado moño y los ojos ocultos tras unas gafas. Es una chica agradable, sin duda, juzgando por la sonrisa que me ha dedicado y el perdón que ha musitado antes de salir corriendo de nuevo.
Cuando llegué a mi habitación, me sorprendí por lo grande que era, la pared estaba pintada de un color caqui, y el suelo tenía moqueta. Los únicos muebles que la ocupaban eran una cama de matrimonio, una mesa de escritorio con una silla y un armario que contenia dentro un pequeño kit con útiles básicos. " Para alguien al que no le dió tiempo a hacer la maleta" pensé. También había un cuarto de baño incluido en la habitación.
Apenas habían llegado las doce y ya estaba agotada. No me detuve ni para sacar las cosas de la mochila, me puse una camiseta grande que uso para dormir y me metí en la cama. Me costó quedarme dormida, demasiado cansada incluso para dormir. Hoy había empezado el día como otro cualquiera, desayuné, fui al colegio... Parecía que había pasado una eternidad desde aquello o que esto estaba siendo un sueño del que pronto despertaría. Todo habría seguido igual si esos delincuentes no me hubiesen perseguido, y seguramente la causa de mi encuentro con Ethan y Matthew fue el cristal que rompí. He dejado a mis amigos y a mi familia atrás para siempre, y si los veo, tendré que huir de ellos para que no me descubran. Me sentí mal conmigo misma, fue demasiado fácil dejarlo todo, fue demasiado sencillo olvidarme de todo y darle la mano a Ethan. Sin embargo, esto era lo que siempre había deseado: formar parte de algo, ser alguien, saber que el mundo no se acababa en eso, que había algo más. Nunca me había sentido unida a este mundo, siempre fui una insensible que en verdad pasaba de todo y que deseaba estar siempre en otro lugar. A la espera de algo, de algo que me rescatara de aquel infame monoteismo. Por eso, cuando Ethan me tendió la mano, apenas dudé en estrechársela.
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Sombras Oscuras
General FictionEthan me pide que me agarre a él y le cojo del brazo, me hace sentir más segura, y esbozo una intranquila sonrisa que se transforma en una leve carcajada. Ethan, al verme, se ríe también y se vuelve a concentrar en el horizonte. Cuando estoy a punto...